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La Fundación Reforestemos Patagonia lanzó una campaña de crowdfunding para realizar un voluntariado de reforestación en la Reserva Nacional Cerro Castillo, ubicada en la región de Aysén. El objetivo es plantar 6.000 lengas y crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de la reforestación y el cuidado de los bosques nativos.
El plan de voluntariados de Reforestemos Patagonia nació a raíz del alto interés recibido de la ciudadanía para colaborar directamente en esta causa. Según comenta la Directora Ejecutiva de la Fundación, Suzanne Wylie, “el proyecto tiene como objetivo acercar las labores de reforestación y crear conciencia sobre la importancia de nuestros recursos naturales. Invitamos a todas las personas a que se involucren directamente con el cuidado del medio ambiente y colaboren con su grano de arena en la tarea de reforestar la Patagonia”.
El voluntariado que busca ser financiado a través de la plataforma Idéame es el tercero que realiza esta fundación y se realizará desde el 23 al 26 de abril en la Reserva Nacional Cerro Castillo. Con el dinero se costeará el transporte desde Coyahique hasta la Reserva, el alojamiento y alimentación de los voluntarios, y elementos necesarios para las operaciones forestales, entre otras cosas.
Sobre Reforestemos Patagonia
La iniciativa Reforestemos Patagonia nace después del último gran incendio ocurrido en el Parque Nacional Torres del Paine, en diciembre de 2011, el cual destruyó más de 17 mil hectáreas. Se trata de un movimiento ciudadano que gestiona el apoyo público y privado para organizar iniciativas que contribuyan con el cuidado, la recuperación y valorización de la Patagonia Chilena, uno de los principales patrimonios naturales de nuestro país y el mundo.
Hasta el momento la iniciativa ha logrado reunir 294.109 árboles nativos, transformándose en la mayor campaña de reforestación nativa de Áreas Silvestres Protegidas de la Patagonia Chilena. En una primera etapa, el objetivo es plantar 1 millón de árboles nativos –lengas, ñirres y coihues- en los Parques Nacionales Torres del Paine y Laguna San Rafael, y las Reservas Nacionales Lago Cerro Castillo y Lago Carlota, ubicados en las regiones de Aysén y Magallanes.
LOS PALOS BLANCOS NEORICOS "chilenos"
En el Calafate, una de las ciudades que aloja gran parte del turismo por el lado de la Patagonia argentina, es temporada alta todo el año. La localidad trasandina, ubicada a sólo 80 kilómetros del glaciar Perito Moreno y utilizada como centro de operaciones para cruzar hasta las Torres del Paine, recibe anualmente cerca de 500 mil turistas. La cifra no habla de millones, pero al compararla con la ciudad que está allende la cordillera, parece inmensa. Villa O’Higgins, en el lado chileno, sólo recibe 15 mil visitantes por año.
Según la proyección de la Estrategia Nacional de Turismo (lanzada en 2012), el objetivo es que esas brechas se disipen y que los ingresos provenientes del turismo en el país se doblen, alcanzando el 6% del PIB al año 2020, es decir, unos 16 mil millones de dólares. Es una cifra que tiene a la vista el empresario Jaime Said, controlador de uno de los proyectos hoteleros e inmobiliarios más ambiciosos del sur del país, Patagonia Virgin, un loteo de lujo en Frutillar de más de 200 hectáreas, que con un costo estimado de sobre 200 millones de dólares, y un horizonte de desarrollo de 15 años, se ha convertido en uno de los más relevantes de esta industria.
Es que a Said le quedan cortas las metas a alcanzar por la industria. Lo dice con propiedad, porque tiene un arraigo especial con una de las zonas ícono para el turismo, el sur de Chile. Hace 25 años construyó su casa en Frutillar, pero su vista va más al sur. Se ha encantado también con la historia de la Patagonia y sus alrededores, tanto así que hace seis años decidió investigarla y plasmarla en un libro. En 2011 lanzó Patagonia, una recopilación de antecedentes históricos y cronológicos de la zona, que editó de la mano de Penguin Random House, y que ya cuenta con tres ediciones.
El empresario –director también del banco BBVA– sale al ruedo señalando que el turismo debe ser el próximo motor de desarrollo del país y que hoy es el mejor momento para potenciarlo. Para ser escuchado está avanzando en varios frentes. Desde 2013 es parte del Consejo de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo y está trabajando con un grupo del organismo para sugerir políticas públicas a la autoridad en la materia. A la par, está escribiendo un nuevo libro sobre el sur del país y continuando, de la mano de su hijo Santiago, con el desarrollo de Patagonia Virgin.
Los próximos pasos
Patagonia Virgin es el proyecto estrella de Jaime Said y su familia. Lo desarrolló sólo con sus más cercanos. La idea provino de su amor por el sur y Frutillar, donde construyó su casa hace más de dos décadas. Su esposa, Ana María Errázuriz, recuerda que no fue muy difícil convencerlos de que arraigarse allá era una buena idea. “Íbamos siempre en los veranos al sur con nuestras familias y nos encantamos con Frutillar. Jaime se interesó en desarrollar proyectos que tenía en mente y decidió hacerlos aquí, ya que nos encanta la naturaleza y la tranquilidad”, relata su esposa, quien además ha participado de la iniciativa aportando opiniones sobre la decoración y el diseño. “Me he involucrado en la ambientación, jardines, vida natural y sobre todo de no olvidar que deben conservar el máximo de naturaleza en el proyecto, como los bosques. Quiero que Patagonia Virgin sea un lugar tranquilo para que exista un ambiente familiar con mucha vida al aire libre”, agrega Errázuriz.
La compra de los primeros terrenos con vista a los volcanes Osorno, Puntiagudo, Tronador y Calbuco comenzó en 1998. Luego de consolidar diferentes predios, debieron esperar seis años para que se concretara el cambio de uso de suelo en la zona y pudieran construir en el lugar, y otros tantos más para afinar estudios de ingeniería, paisajismo, arquitectura y construcción.
Finalmente, en 2008 estaban listos para darle el vamos, pero la crisis económica internacional que afectó también a Chile, los hizo poner la iniciativa en stand by. Con todo, la primera piedra del proyecto se puso en abril de 2011.
Patagonia Virgin es un proyecto inmobiliario que tendrá un desarrollo de entre 10 y 15 años. Incluye la construcción de casas y departamentos, hoteles, centros de convenciones, centros comerciales, parques, jardines y una cancha de golf, enclavados en más de 200 hectáreas inmersas en el paisaje de la bahía de Frutillar. Es una construcción de baja densidad y diseño verde, que incluye un master plan que contempla lotes urbanizados frente al lago Llanquihue y una cancha de golf de 18 hoyos diseñada por el reconocido ex golfista Jack Nicklaus. Además, el proyecto cuenta con canchas de tenis, gimnasio, marina y 150 hectáreas de bosque nativo con senderos especialmente acondicionados para trekking y cabalgatas, entre otras instalaciones.
“Terminamos los primeros nueve hoyos de la cancha Nicklaus, la primera de su tipo en Chile, y estamos pronto a inaugurarla en septiembre de este año. A la par, construimos el club house y otras instalaciones. Ya se vendió la primera etapa y en la segunda llevamos un avance de 50%. Además, hemos abierto una sección urbanizada para la construcción de casas que están en sitios que se han vendido con mucho interés. El diseño de paisajismo que realizó Juan Grimm se comienza a notar y la constructora Moller y Pérez-Cotapos, junto con nuestros arquitectos de Alemparte, Barreda, Wedeles, Besançon, avanzan hacia las nuevas etapas. Las casas además las estamos construyendo con destacados arquitectos chilenos como Felipe Assadi, Alejandro Beals, Marianne Balze y Juan Sabbagh”, detalla Said, hoy a la cabeza del directorio de Patagonia Virgin.
La gerencia general del proyecto está en manos de su hijo Santiago desde el año pasado. Su rol ha sido aportar ideas sobre tendencias y actividades que le interesan a las nuevas generaciones: sustentabilidad, deportes, actividades outdoor y la integración con la comunidad han sido parte de su agenda. Además, está coordinando la instalación del hotel 5 estrellas que albergará el proyecto, para lo cual están en conversaciones con operadores internacionales. Asimismo, supervisará el levantamiento –este año– del centro comercial (village) que albergará la iniciativa, la construcción de nuevas casas y la planificación de la nueva etapa del proyecto.
“El hotel le dará más vida y movimiento al proyecto, a la cancha de golf y a Frutillar. Hoy, la ciudadanía tiene un hotel 5 estrellas, y la falta de capacidad hotelera para grandes eventos, como las semanas musicales, es algo que se ve todos los años. El operador debe conocer el mercado local, especialmente el de regiones. Tiene que tener la capacidad de generar una oferta que rompa la estacionalidad, combinando el turismo con las conferencias, el placer con los negocios”, detalla Santiago Said.
A la par, desde el directorio, Jaime Said ya está pensando en los próximos pasos que dará el proyecto.
-¿Esta iniciativa podría replicarse en otras zonas?
-Nuestro equipo ha logrado que la marca Patagonia Virgin se pueda envasar, logrando así una compleja tecnología relacionada al negocio inmobiliario y a los servicios turísticos que involucra. El replicarlo es algo natural y la administración está trabajando en eso.
-¿La Patagonia argentina es la extensión natural?
-Todas las opciones están abiertas para el proyecto y el lado argentino es interesante, pero no antes de que ese país se ordene.
Pese a que no quiere revelar mayores detalles de la idea, confidencia que estos meses ha dividido su tiempo, además, con la escritura de un nuevo libro. Se trata de un trabajo basado en la biografía de Darwin. Su encanto con el personaje nació hace más de seis años, cuando inició esta investigación a firme, aunque ya lo leía hace más de dos décadas. “Todas sus obras y las que se han publicado sobre él son muy interesantes. Al ver que en su viaje como naturalista alrededor del mundo les dedicó dos años a la Patagonia argentina y chilena con gran detalle, lo consideré un tema fundamental de entender y de escribirlo para profundizar respecto de la vida general en el sur del país”, cuenta. El libro gira en torno a la vida de Darwin y su paso por la Patagonia entre los años 1832 y 1834. La idea es lanzarlo de aquí a fin de año.
Turismo por cobre
Para Jaime Said estamos ante un escenario económico con buenas y malas noticias. Mientras el precio del petróleo ha bajado a casi la mitad en un año, el del cobre también ha tocado el piso, pero eso ¿qué tiene que ver con turismo? Mucho, asegura el empresario. “El turismo tiene el potencial de convertirse en el próximo motor económico del país, pero sólo si es que queremos”, exclama.
Es que para Said, los esfuerzos del Gobierno en la materia parecen aislados y las metas demasiado ajustadas. El objetivo del Sernatur al año 2020 es alcanzar los 5,4 millones de visitas, elevando su gasto promedio en el país en 50%. “A ningún gobierno en los últimos cincuenta años le ha interesado seriamente por el tema. Ya es hora de que el Ejecutivo se dé cuenta de que esta industria podría ser tan importante como la del cobre, con exportaciones de servicios por sobre los 40 mil millones de dólares si llegáramos a alcanzar el 4% del mercado mundial.
Actualmente, tenemos sólo el 0,2% del mercado”, explica el fundador de Patagonia Virgin.
Said añade que lo que le preocupa es que todas las proyecciones hablan de cifras que le parecen demasiado pesimistas frente a la oportunidad que abre este mercado. “El turismo receptivo está representado en un 62% por personas que nos visitan de países limítrofes, lo cual hace necesario potenciar la llegada de otros turistas, como los europeos o estadounidenses, que sólo significan el 11% y 7% de las visitas que llegan a Chile”, añade.
-¿Qué meta se podría alcanzar?
-Creo que podríamos quedarnos con el 4% del turismo mundial, pero eso son 45 mil millones de dólares, por cierto muy exigente, y lejos de los 16 mil millones que proyecta el Gobierno. Aquí no existe voluntad de generar una industria de servicios seria de turismo y de crear una adecuada construcción de infraestructura, como también capacitar a las personas que puedan servir en los destinos y en las áreas en las que tenemos potencial.
-¿Cómo se podría lograr?
-Con proyectos concretos. Trenes de última generación para conectar los 4.400 kilómetros de norte a sur, mejores puertos y carreteras. Una mayor presencia de aerolíneas extranjeras en rutas nacionales, para tener valores más competitivos de los pasajes. Por cierto, mayor control de los buses, tanto por la seguridad como por pagar precios que resulten razonables.
A su juicio, otro problema se genera porque Chile no muestra una única imagen en el extranjero y porque se destinan sólo 7 millones de dólares a promoción. “Me parece muy adecuado salir afuera con una sola imagen, pero esa imagen no puede ser única sin antes poder explicar quiénes la componen. Sus etnias, culturas, destinos y actividades. Para eso, hay que promover de forma ordenada los destinos”, dice.
Ya se puso manos a la obra para masificar estas ideas. Hace un año comenzó a trabajar en un equipo en Libertad y Desarrollo (es consejero desde 2013) para elaborar una propuesta que sea escuchada por las autoridades y proponga cambiar el rumbo del turismo en Chile.
-¿Cuándo partió este trabajo?
-Partimos recién hace un año, con un equipo liderado por Susana Jiménez y otros analistas, al que de a poco se van a ir integrando más economistas. El objetivo es entregar una propuesta de políticas públicas relacionadas al turismo y que éste análisis le sirva al Ejecutivo de turno para implementarlas. Queremos aportar con nuestra visión, para facilitar la labor y las decisiones generales entorno al potencial del turismo chileno como una industria relevante del PIB.
fuente:http://radiopolar.com/noticia_101275.html
http://www.capital.cl/negocios/2015/02/20/060256-jaime-said-y-la-revancha-de-la-patagonia
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