Los Pueblos Aprenden
Los pueblos son como los niños: aprenden. Cuando se dan cuenta de que sobre ellos no hay autoridad y pueden salirse siempre con la suya, se malcrían. A los niños malcriados no les va bien en la vida, porque la vida no perdona, como sí lo hacen los padres malcriadores. Y, cuando grandes, a esos niños les va mal, derrochan, pierden lo que tienen, no duran en ningún trabajo ni en el matrimonio, entonces buscan "evasión" en el alcohol y las drogas y a veces se suicidan. Porque nunca aprendieron que el pan se gana con el sudor de la frente y sólo se les inculcó que con un berrinche podrían tener lo que quisieran.
Al pueblo chileno los últimos cinco gobiernos, todos iguales en este respecto (y en varios otros), lo han malcriado así. Un berrinche procura cualquier cosa. El pueblo chileno ha sido malcriado y hoy éste es es un país malcriado.
Ayer volvió a suceder en Aysén. Unos pescadores "se tomaron" todo. La ciudad y la zona dejaron de funcionar. Se agotó el combustible. Los turistas extranjeros preguntaban qué estaba sucediendo y lo único que querían era irse. Un europeo, al cual los "encapuchados" (por supuesto, estaban ahí ¿o ustedes creen que todas estas cosas son de generación espontánea?) no dejaban pasar hacia el aeropuerto, pedía un vuelo directo de regreso a su país, como si estuviera en un lugar civilizado.
Lo que allá está teniendo lugar es lo que todos los chilenos, salvo los uniformados (r) ilegalmente procesados y condenados, ya saben de memoria a estas alturas: que si usted quiere conseguir algo que no tiene, debe usar la fuerza. La fuerza es lo único eficaz en el Chile malcriado. Nuestro lema nacional, "por la razón o la fuerza", podría ser perfectamente reducido a "por la fuerza" y ganaría mucho en realismo y representatividad.
¿Y qué va a hacer entonces el gobernante, sedicente "todoterreno y 24/7", que ahora no es lo uno ni lo otro, porque no está "en el terreno" y disfruta de vacaciones? Va a decir a todo que sí, por supuesto. Él consiguió una mayoría en 2010 sonriendo todo el tiempo y diciéndoles a todos que sí. Entonces va finalmente a sonreírles a los ayseninos y les va a decir que sí. Total, el costo no lo va a pagar él.
Lo malo es que nada de esto va a terminar ahí, porque ya el pueblo chileno aprendió que con berrinches se consigue todo. Viene más de lo mismo. Camila ya volvió de Europa y ha declarado estar dispuesta a reincorporarse a los movimientos estudiantiles. La CUT Y la ANEF, meras sucursales del socialismo más izquierdista y que se han plegado, por supuesto, a las tomas de Aysén, están presentes en todo el territorio y listas para sumarse a las siguientes acciones de fuerza, cualesquiera que ellas sean.
Me olvidaba reseñar que la alcaldesa socialista de Puerto Aysén, Marisol Martínez, apoya las tomas. Pero ésa no es la mala noticia: otro alcalde de la zona, Gaspar Aldea (RN), de Lago Verde, también se ha plegado y apoya la insurrección. Y ésa tampoco es la última mala noticia: la Cámara de Comercio de Puerto Aysén también se ha plegado. ¡Los em.presarios! "¡Tú también, Bruto!"
La intendenta, que también estaba en vacaciones, debió interrumpirlas. Hasta ahora el Presidente no las ha interrumpido y ni siquiera el gobierno ha considerado que este conflicto pueda asecender a nivel de ministros.
¿Había acaso crisis en la Región de Aysén? No, todo lo contrario: ha sido la de mayor crecimiento del país en 2011, con 19,4% con respeto a 2010. Todos están mejor y deberían celebrar. Entonces ¿qué ha sucedido? Ha sucedido que aprendieron: con la fuerza se puede ganar. Y van a ganar, no quepa duda. Porque han aprendido que el gobierno no tiene autoridad. Y que ésa es su principal falencia.
Y así, sucesivamente, hasta que el país se dé cuanta de que cuando, uno a uno, todos van ganando a costa de los demás, todos al final pierden. Para entonces ¿qué va a pedir el país? Justamente lo que no ha habido ya por 22 años: una mano firme y verdadera autoridad. Es que también, en el sentido opuesto, los países aprenden.