El GerentE
Plasta Culiad@
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Lo preocupante es que aquellos que se las dan de pensantes y se autoalaban de poseer (supuestamente) conciencia social, se centran en las puteadas que pudo tirar la ministra (de acuerdo, no se ven bien en una ministra de Estado) en vez de la mierda que es nuestro poder legislativo, en especial la Cámara de Diputados.
Es preocupante y vergonzoso ver como la "élite intelectualoide" antroniana (como les gusta ser reconocidos así) se concentran cada vez que pueden en tratar de pillar y corretear a un "facho" en vez de abordar el tema en cuestión, lo realmente importante. Cuando les conviene "aquí se debate y se exponen opiniones con argumentos" o bien afirman que "esto es El Antro, es puro hueveo".
No son ni mejores ni peores ni distintos a aquellos que tanto atacan y de quienes tanto se mofan.
Respecto al tema: Los "honorables" valen callampa. Da lo mismo si hubieron presentes 8 o 38, el punto es que se llenan los bolsillos con plata de todos nosotros para hacer NADA. Sean del sector y color político que sean. Nuestro Congreso Nacional es el epicentro del desastre de nuestra política y quienes la ejercen. Una soberana vergüenza por donde se le mire. Esto no es más que un continuismo de prácticas centenarias de nuestro republicanismo.
Es preocupante y vergonzoso ver como la "élite intelectualoide" antroniana (como les gusta ser reconocidos así) se concentran cada vez que pueden en tratar de pillar y corretear a un "facho" en vez de abordar el tema en cuestión, lo realmente importante. Cuando les conviene "aquí se debate y se exponen opiniones con argumentos" o bien afirman que "esto es El Antro, es puro hueveo".
No son ni mejores ni peores ni distintos a aquellos que tanto atacan y de quienes tanto se mofan.
Respecto al tema: Los "honorables" valen callampa. Da lo mismo si hubieron presentes 8 o 38, el punto es que se llenan los bolsillos con plata de todos nosotros para hacer NADA. Sean del sector y color político que sean. Nuestro Congreso Nacional es el epicentro del desastre de nuestra política y quienes la ejercen. Una soberana vergüenza por donde se le mire. Esto no es más que un continuismo de prácticas centenarias de nuestro republicanismo.
