Alicia va en el coche
Alicia va en el coche carolín BIS
A ver a su papá carolín cacao leo lao BIS
Que lindo pelo lleva carolín BIS
Quien se lo peinará carolín cacao leo lao
Se lo peina su tía carolín BIS
Con peine de cristal carolín cacao leo lao
Alicia ya se ha muerto carolín BIS
La llevan a enterrar carolín cacao leo lao
Si pensamos que crecimos entre canciones y arrumacos nada puede hacer presagiar que, tal vez, el sendero trazado para nosotros debería torcerse en el camino. Resulta muy poco probable que nuestra autoestima se vea disminuida o que la confianza en sí mismos sea tan baja, entonces ¿en qué parte del camino nos perdimos? ¿Por qué no somos capaces de cumplir las expectativas que han depositado en nosotros?
En lo intricados caminos de la vida algo ocurrió que finalmente no somos lo que deberíamos ser.
Muchas son las interrogantes, pero si analizamos fríamente nacimos y crecimos en un mundo que en apariencia es fácil que en apariencias quiere que seamos libres. ¿Cómo podríamos ser libres si Alicia va en un coche derechito al cementerio? O peor aún, ¿cómo crecer si sabemos que de los tres chanchitos a uno se lo comieron por no hacer caso?, entonces, ¿qué tan libres somos?
Resulta que si no somos capaces de aprender a tejer o a bordar no tendremos posibilidad que se casen con nosotras, que es probable que el cuco venga y nos lleve porque hay que dormir, que si miramos nos vamos al cuartel y que lo pobres judíos quemaron el pan y para más remate el caballito blanco debes sacarnos de aquí y llevarnos a nuestro lugar, ¿por qué debería hacer esto el caballito blanco? ¿Es que no somos felices aquí?
A todas luces parece que no, a todas luces nuestros padres nos han cantando lo que nos espera en el mundo de los que no hacen caso. Cosas terribles se avecinan y hasta una vaca nos comerá el poto, no le quepa la menor duda.
Entonamos himnos generacionales, traspasamos nuestros miedos a seres diminutos, les enseñamos desde pequeños que hay que temer, pero no hay que preocuparse porque el espantacucos está aquí para protegernos.
¿De qué estamos hablando entonces? ¿Qué autoestima y confianza vamos a alcanzar con tantos problemas que enfrentar? Si hasta para dormir existen tantos requisitos, Tal vez es por esto que sustituimos esas hermosas canciones infantiles por pastillas, que le hacemos caso al jefe para que no nos coma el lobo y aprendemos a bordar y a tejer para así tener opción de hacer una familia bajo el ojo de una sociedad machista que al son del regatón nos dice para qué sirven las mujeres y cuál es el camino para hacer feliz a nuestra pareja.
Entonces, hermanos hay que escuchar la canción de la alegría, porque debemos cantar y esperar que salga el nuevo sol en que los hombres volverán a ser hermanos. Menos mal que serán sólo los hombres, así tal vez nos quede la posibilidad de salvarnos. El problema radica en que si nos salvamos nos ocurrirán graves catástrofes naturales así como a los diez perritos, nos perderemos en la nieve, nos iremos en un cohete, moriremos en el brinco, nos perderemos en el teatro y finalmente en el cerro y es probable que no quede ningún perro y de hecho no queda ninguno por que baila que baila que baila y si no lo baila castigo le darán por lo bien que lo baila hermosa SOLEDAD, ahora salga usted que lo queremos ver bailar. A ver cómo se las arregla para bailar solo con desastres naturales, con la posibilidad que se lo lleven al cuartel y más encima habrá que ir al funeral de la pobre Alicia que sólo en esa oportunidad la peinaron con el peine de cristal, mientras la pobre gallina, sola, busca el trigo y la comida para esos pobres pollos que esperan un abrigo. Roguemos entonces, que no se le ocurra a la gallina cantar esas tiernas canciones e infundir, ya desde pequeños, tantos resquemores.
Avancemos, entonces y no miremos para atrás para que así, no nos lleve la pelá. Avancemos, entonces para que no corramos el mismo destino de Mambrú a menos que queramos ir a la guerra, pero nadie sabrá si volveremos o no, entonces Juana prenderá la vela y verá quién anda por la cabecera, recordándonos que debemos ir a la escuela, recuerde que por no hacer caso ya hemos perdido a un chanchito en el camino y no sabemos por qué razón Alicia corrió un destino tan trágico. No me queda más que decir que:
Eran tres alpinos, que venían de la guerra (3x)
El más chiquito traía un ramo de flores (3x)
Y la princesa que estaba en la ventana (3x)
Oh buen alpino, dame esas lindas flores (3x)
Te las daré si te casas conmigo (3x)
Dile a Papá, él te contestará (3x)
Oh, mi buen rey me caso con su hija (3x)
Qué te has creído Cabeza de alcornoque (3x)
Fuera de aquí, o te mando a fusilar (3x)
Y el buen alpino se fue a morir a China (3x)
Y la princesa también murió de pena (3x)
(estrofa perdida en que parece que el rey muere) ...
Y al final, todos resucitaron (3x)
