Ningún concertacionista y aliancista quiere meter las manos en el gran negocio de las universidades, ya que todos tienen intereses en ellas, es más Frei Ruiz Table un lame culo de la derecha oligarquista, mando a confeccionar en 1996 una ley de supuesta ayuda a alumnos de clase media que quisieran entrar a las universidades privadas no tradicionales o institutos, porque no habían sidos clasificados en las universidades del consejo de rectores para así poder estudiar con el crédito de fondo solidario que es un beneficio de las universidades del consejo, los cuales hoy las universidades privadas no tradicionales desean tener. Bueno ese beneficio se llamo credito Corfo que era un credito privado gestionado por Corfo y que se pedía a los bancos. Este crédito ayudo a las universidades privadas de la mitad de los años 90 hasta el 2010 engrosar la lista de alumnos de la clase media que ingresaban a estudiar a sus dependencias, fue un golazo a la clase media porque ese crédito lo deberían devolver con creces, pero como la necesidad tiene cara de hereje simplemente no tenían otra alternativa. Después vinieron las movilizaciones universitarias que acaecio en abril del 2005 y que terminaron en afines de mayo, con la promulgación en junio de ese año 2005 por parte del congreso apoyado por Sergio Bitar y Ricardo Lagos amigazo de los banqueros chilenos e internacionales como Rockefeller, del crédito con garantía estatal, plata que vendría de los bancos. Para que las universidades pudieran matricular a alumnos con este crédito, debían pasar por una mal llamada acreditación donde un organismo que se creo junto con la ley del CAE como Comisión Nacional de Acreditación, debía evaluar ciertos parametros organizacionales de la universidad, como por ejemplo: su calidad de academicos, la inversión que hacían en la corporación universitaria, la gestión institucional y varias cosas que no voy a especificar más por tratarse de cocneptos más bien tecnicos, ah y dentro de esto se debía evaluar la calidad de la universidad. El CAE y la CNA iban de la mano la NA acreditaba y la universidad podía matricular a alumnos con CAE, esto abrio y democratizo la entrada de un sector social de la población que antes estaba vetado por las universidades no tradicionales los grupos C2 y C3 tenían por primera vez acceso a estas universidades que serían las bocas del lobo, ya que no garantizarían que el alumno egrese, le enseñarían como el "pico" y le especularían su arancel reajustandolos en cantidades siderales tanto así que el arancel referencial del CAE no le daría abasto y tendrían que igual pascual apechugar con un copago gordo e inmanejable financieramente para estas familias. Muchos de ellos se tendrían que ir de la universidad, porque el CAE y su arancel referencial no estaba siendo equilibrado con al arancel real y las cifras de copago se abultarían cada año más, o sea que cada año que pasaba se inflban más sus copagos.
Al abandonar la universidad por no pago, la nueva comisión administradora del CAE aplicaría el inciso que Ricrado Lagos nunca quiso corregir, llamado abandono por lo cual se configuraba la figura legal de deserción academica, con estea clausula el alumno perdía definitivamente este crédito y quedaba endeudado para el resto de su vida con el banco y las anotraciones en el boletin comercial o dicom, es decir es un ex-alumno universitario sin titulo profesional y más encima endeudado a cambio de nada, y los grandes triufadores serían la universidad y el banco. Lamentablemente la gente sigue desinformada con este gran fraude de financiamiento y se siguen y siguen inscribiendo en esta cuevas de ladrones llamadas universidades no tradicionales donde entregan un dineral a cambio de mala preparación profesional con profesores de baja reputación metologica y academica.
Por eso las movilizaciones estudiantiles deben ir dirigido no tanto al discurso útipico de siempre, si no más al discurso de desmenuzar y sacar a la luz todos los engaños de una ley de financiamiento universitario y legalmente o judicialmente enrostraserlo a los politicos. La ley del crédito con aval del estado es la más infame de todas porque no asegura tu real financiamiento en la educación superior, no asegura tu estabilidad en el pago de tus aranceles, y no te aseguras que las puedas pagar como útópicamente cree Piñera y Cia en 180 modicas cuotas que quizás no podrás pagar si quedas cesante o tienes una crisis económica personal.