Bob175
Hij@'e Puta
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La mina quería justamente que la manga de endieciochados echara espuma por la boca pa cagarles la festividad y ya vemos que le dio resultado.
Monton de monos culiaos subidos en el techo y haciendo show.
Ya la denunciaron. Si cometió un delito que se deba condenar que la justicia haga lo suyo.
Weones enfermos que a la hora de defender la banderita saldrán con que tienen pie plano. Se los cagan los milicos, pacos, y políticos derechistas que se supone son el valuarte de la chilenidad.
Una mina se saca una foto y los weones se olvidan de una quienes son los reales weones que destruyen chile.
Nadie ha mencionado que al repudiar el indigno acto de la supuesta psicopedagoga se haya hecho una defensa de los milicos, pacos o políticos de cualquier tendencia, de hecho muchos somos críticos de la actos de corrupción de algunos de sus miembros. Entiende que criticamos la actitud endofoba de la tontorrona porque ese "pedazo de género" como alguien indicó antes, para muchos representa lo sagrado del terruño que te vio nacer y por el que cada día trabajamos desde distintos ámbitos para lograr el bienestar común. Entiende que querer a la patria y respetar sus emblemas no es una actitud o característica de los como tu llamas "Fachos", es una virtud de hombres y mujeres bien nacidos, de cualquier color político y cuyos principios son forjados desde la infancia en la familia....se que no entenderás o no le darás importancia a lo que he dicho, pero como ejemplo citaré unas palabras de Víctor Jara, en las que días antes del golpe militar, respondió a la pregunta de que significaba Patria para él. Aunque no comulgo con todas las ideas del destacado músico nacional (con algunas sí) reconozco que no he encontrado otra definición tan sincera y emotiva de lo que significa el amor a la nación. Cito:
A cuatro días antes del Golpe, le preguntaron a Víctor ¿Qué es patria?
Respondió:
Patria es el amor a mi hogar, mi mujer y mis hijos. Es amor a la tierra que me ha ayudado a vivir; es el amor a la educación y al trabajo; es amor a los demás que trabajan por el bienestar común; es amor a la justicia como instrumento del equilibrio para la dignidad del hombre; es el amor a la paz para gozar de la vida; el amor a la libertad, no al libre albedrío, no a la libertad de unos para vivir de otros; sino la libertad de todos. La libertad para que yo exista y existan mis hijos, y mi hogar y el barrio y la ciudad y los pueblos y todos los contornos donde nos ha correspondido forjar nuestro destino. Sin yugos propios ni yugos extranjeros.
Este texto apareció en la Revista Ritmo del 25 de Septiembre de 1973, bajo el título “Los folkloristas hablan de los valores patrios”.