Estaba mirando hoy las noticias en TV antes de venirme al trabajo (CHV) y mostraron un extracto de la entrevista que le hicieron a la Pola (la agredida) y contó que se salvó porque usaba una faja colombiana de látex (dura, según sus palabras) y que por eso el weón la atacó varias veces porque no podía traspasar esa cagá. Lo poético acá, es pensar que lo mismo que la hizo blanco de la envidia de la otra weona loca, fue lo mismo que la salvó, ser MARACA. Claro, alguno podría pensar en su ingenuidad que usar faja es por autoestima y bienestar, las pelotas viejo, se usan para erectar penes de los altos cargos donde se desempeñe la susodicha.
A tres semanas de que la enfermera de la Clínica Cordillera de Las Condes, Pola Álvarez, fuera
atacada camino a su casa de 11 puñaladas, rememoró aquel día como también los hechos marcaron su relación con la presunta autora intelectual de la emboscada: su compañera de trabajo que hoy cumple
prisión preventiva.A raíz del ataque que pudo haber tenido un desenlace fatal, la profesional de la salud dijo: “Tengo un poco de buen ánimo por mi familia que ha luchado por esta justicia, pero también estoy baja emocionalmente por la envergadura del tema”.
Un ambiente laboral tenso
Según se indicó con anterioridad, la acusada, Patricia Henríquez Cortez (36 años) al momento de integrarse al equipo de la clínica privada había tenido problemas. “Ella tenía malos tratos con varias colegas, tenía celos y me decía por qué era amiga de sus enemigos, y que yo estaba haciendo un complot para poder echarla”, indicó Pola.
Además, agrego que “es triste ver que se te acercan y dicen que no quieren trabajar más con ella porque
los estaba humillando, ella era altanera, decía groserías. Todo esto lo encausamos con la jefa, pero hizo caso omiso, resguardó esto con que la gerencia y sus jefes lo sabían”.
“Ella dijo que se iba a vengar de todos”, recordó.
Dos turnos antes del ataque, una colega de Pola le preguntó por qué no descansaba durante su turno, a lo que ella respondió: “Sabes lo que me pasa,
me da miedo que ella llegue con una jeringa de insulina y me la inyecte en la vena“.
Uno de los episodios que Pola recuerda, fue cuando invitó a todos sus colegas a la inauguración del local de su hermano.
“Nosotras jamás fuimos amigas”, indicó la afectada, ya que Henríquez se había integrado al grupo hace pocas semanas; sin embargo, la mujer llegó hasta el local en donde las fotografiaron juntas.
El día del ataque: “Mi pareja y mis hijos me vieron ensangrentada”
La mañana del domingo 26 de junio del 2022 “no había nadie a las 9:00 de la mañana, hacía mucho frío. Al doblar por Fleming había dos personas pasando en donde estaba la moto. Doblé en la calle de mi casa, y
había una persona parada de espalda vestido completamente de negro y con un casco blanco con franjas naranjas, me llamó la atención”.
“Alcancé avanzar metro y medio desde donde estaba él,
sacó su teléfono de su bolsillo y vi que estaba mi foto. Ahí dije ‘cagué’, pero en ese momento no lo relacioné con ella. Lo alcancé a pasar rápido, intenté correr. Pero hace un amagué, quedamos de frente,
sacó un cuchillo que es como una daga de 20 centímetros de largo con toda su fuerza“, rememoró Álvarez.
Tras esto, Pola le lanzó su cartera, “le dije que se lo llevara, y
ahí me lo enterró… Me sacó el cuchillo y me caí, me hice como un huevo, y me defendí porque intenté patearlo”.
“Corrió, y se perdió en la misma dirección en la que venía. Lo primero que dije es que
si iba para allá, me iba a matar. Así que me fui a mi casa, pateé el portón, grité y salió
mi pareja con mis hijos, me vieron ensangrentada“, relató la enfermera de la Clínica Cordillera de Las Condes.
Asimismo aseguró que “
yo creo que lo que no me mató fue que tenía una faja modeladora de látex, tenía mi celular al que le dio dos puñaladas y lo único que quería era ver a mis guaguas por última vez”.
“Corrí para el otro lado, intenté dar pasos grandes, y aparece una señora (…) Que es un ángel, le debo un agradecimiento (porque me ayudó)”, finalizó.
En ese momento, Pola indicó que tan solo pasaron 5 minutos desde que ella había salido desde a clínica, hasta que volvió a ingresar, pero esta vez como paciente.
Actualmente, la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la prisión preventiva para ambos imputados por el homicidio calificado frustrado en contra de la enfermera.
Se trata de los enfermeros, Patricia Henríquez Cortez (36 años) y Enrique Hanson González (40). Desde a Fiscalía Metropolitana Oriente concluyeron que “el ataque apuntaría a rencillas anteriores y con “total menosprecio por la víctima, lo que contradice a la profesión”, por lo que mantuvieron la medida tras el rechazo de la solicitud de un eventual cambio.
Pola Álvarez, la enfermera de la Clínica Cordillera de Las Condes que sobrevivió a un ataque con arma blanca en momentos en que se dirigía a su hogar, relató el violento hecho ocurrido en la zona oriente de la región Metropolitana.
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