El marxismo, fase última y superior del capitalismo liberal y culminación del proceso de destrucción definitiva de nuestra civilización, fue creado por los judíos Isidoro Mordecai, alias Karl Marx, Feist Lasalle y Engels e impuesto en forma sangrienta en Rusia por los judíos Ulianoff Zederbaum, alias Vladimir Ulianovich “Lenin”, León Bronstein, alias Trotszki, Rosenfeld, alias Kameneff, Silberstein, alias Bogdonoff, Sobelson, alias Radek, Finkelstein, alias Litvinoff (1º presidente de la Liga de Naciones), etc, etc. De 554 cargos directivos los judíos controlaban 447. El dominio judío continuó -pese a supuestas desavenencias – de modo interrumpido en la URSS.
La subversión bolchevique en Rusia fue financiada – como se ha probado incuestionablemente – por la banca judía: Jacobo Schiff Warburg, Kuhn-Loeb & Cia., Otto Khan, Jerónimo Hanaver, Max Breitung, Jivotovsky (yerno del “obrero” Trotszki), etc.