Piñera y el Cambio: 3 Mitos destruidos en una quincena
Los primeros quince días del gobierno de Piñera no han sido para nada acorde con lo prometido. El eslogan “una nueva forma de gobernar” suena hoy tan confuso como vacío. Salvo partidarios extremos, creo que hasta la fecha la mayoría coincidirá en que parecería que Piñera le vendió a Chile un producto de marketing con publicidad engañosa y contrato amarrado por 4 años.
En este artículo quiero analizar tres puntos clave que se han desacreditado en la primera quincena del nuevo gobierno. Para ello (y dado que el tema se presta para gran controversia), voy a incluir sólo las cuestiones que parezcan más evidentes, apoyándome con un importante número de citas asociadas a las promesas electorales del candidato que ahora es Presidente. Aunque con un tono crítico, este artículo es un llamado de atención a las nuevas autoridades y sus partidarios.
Piñera ha pedido “unidad nacional” para la reconstrucción post-terremoto. ¿Cómo se logra eso? Es importante que de ahora en adelante los que están a cargo de la conducción del país prediquen mucho más con el ejemplo y abandonen el estilo con el que llegaron a convencer al 51% de la población, tan dotado de marketing y mitos casi imposibles de cumplir.
La Mitología de “El Cambio”
Hay al menos 3 mitos destruidos en una quincena y que de hecho no tienen nada que ver con el terremoto (cuestión que muchos quisieran usar como excusa), sino con una estrategia política que exageró hasta niveles fantasiosos los pecados del anterior gobierno y las virtudes que tendría el que ahora encabeza Piñera.
Los tres mitos destruidos son:
1) Los de la Concertación hacían cuoteo. La “Coalición por el Cambio” no.
Eso resultó ser falso. El “cuoteo político” es la participación de los partidos en el proceso de nominación de autoridades políticas por medio de “sugerir” nombres para esos cargos, casi siempre en proporción al peso relativo de cada partido (los más grandes ofrecen más nombres y esperan que su cuota de representación sea respetada). Es una práctica común e histórica. Por cierto, no es el mecanismo más deseable, pero es un hecho que tomará mucho tiempo modificar y donde las “buenas intenciones” chocan con los poderes reales y “fácticos” que se entrecruzan en los partidos y grupos de interés.
¿Qué había prometido Piñera?
Textualmente: “fin del cuoteo político. El Estado no será más un botín de guerra ni será capturado por los operadores políticos. Los cargos serán asignados por capacidad y experiencia y no por favores o gracias a la protección de un cacique o padrino político.” (ver imagen lateral)
La promesa electoral, tal como aparecía en el programa de gobierno de Piñera.
¿Y qué ocurrió? En la práctica la repartición de cargos han respondido a la misma lógica de antaño: los partidos y sus grupos afines (principalmente LyD, Fundación Jaime Guzmán e Instituto Libertad), han entregado sus nombres y el Presidente y su equipo cercano han resuelto, tratando de mantener los equilibrios políticos entre la UDI y RN. En los recortes de prensa de abajo hay dos muestras que sirven de ejemplo, relacionadas a las tensiones entre los dos partidos de gobierno por las nominaciones. No es nada nuevo. Es más de lo mismo.
El principal partido de gobierno golpeando la mesa
2) El gobierno del cambio será meritocrático. Falso: al igual que antes, han escogido a muchos parientes o sus amigos ejerciendo funciones públicas.
Si se fijan nuevamente en el primer extracto de la página web oficial de Piñera que se incluye más arriba se señala textual: “Los cargos serán asignados por capacidad y experiencia y no por favores o gracias a la protección de un cacique o padrino político.”
Otra promesa que no se ha cumplido. Los cargos más importantes si han sido asignados a personas de mucho mérito profesional e intelectual, pero hay abundantes casos donde lo que ha primado es un nepotismo descarado y en que el significado de “cacique” o “padrino” simplemente se ha expandido para incluir a redes familiares.
Allamand contra el cuoteo político en Abril de 2009. ¿Qué dirá ahora?
La "Meritocracia Hereditaria" según el gobierno de "el cambio"
Esto no quiere decir que no existan personas muy competentes en el nuevo gobierno. Hay muchas que realmente son de un peso incuestionable, con una larga carrera de éxito profesional (los ex decanos de Economía de la Universidad de Chile y de Ingeniería de la Universidad Católica que ahora son ministros, por ejemplo), pero profesionales de gran calidad también estuvieron presentes en los gobiernos anteriores.
Por ello es que no se logra comprender, cómo tantas veces Piñera y sus partidarios insistieron en frases como esta: “Yo creo en un gobierno con los más idóneos al servicio de todos. Yo creo que los cargos públicos tienen que ser llenados por capacidad y mérito y no por cuoteo político o repartija.” (fuente)
El agravante en este caso es que sobre la base de este mito, desde antes de asumir el equipo de Piñera comenzó a solicitar curriculums a sus partidarios, dando la falsa esperanza a muchas personas de que podrían ser llamadas a participar en base a sus méritos. Ello, salvo casos excepcionales, no ha ocurrido. Los llamados a ocupar los mejores cargos son los amigos y parientes del núcleo duro de la UDI, RN y sus entidades satélites, incluyendo think tanks y medios de comunicación proclives. Conozco mucha gente de derecha, con méritos iguales o superiores a los “elegidos” que encontrarán razón a estas palabras.
3) Los del “Gobierno del Cambio” impondrían una cultura de “hacer las cosas bien”. Falso. Al menos hasta ahora.
Esto quizás es lo que ha resultado más vergonzoso. El ahora presidente y su equipo político se encargaron por meses de denostar la función pública y el quehacer del pasado gobierno, enfatizando un “antes” y un “después” en términos casi bíblicos. Por ejemplo:
Hay muchos casos que mencionar. Sólo daremos uno: el nombramiento de gobernadores fue “poco prolijo”, por decirlo suavemente. El primer síntoma vino con el casi-nombramiento de un ex-colaborador de la Colonia Dignidad, pero han aparecido nuevos casos:
Un deber moral frente a la reconstrucción
Tres mitos en el suelo. De cualquier manera, en momentos como los actuales, estamos obligados a respaldar esfuerzo nacional de reconstrucción y apoyar a las autoridades en esa tarea durante el tiempo que sea necesario. Por lo mismo es que resulta fundamental que el nuevo gobierno enmiende el rumbo y sincere sus falencias, con menos arrogancia y más respeto hacia todos los chilenos. Con menos marketing y más responsabilidad.
Quizás lo que cualquier ciudadano común y corriente le podría pedir al “Gobierno del Cambio”, especialmente en el contexto de la reconstrucción, es un poco más de humildad: El nuevo gobierno no es SUPERIOR a los gobiernos pasados. Han cometido y cometerán muchos de los errores que tanto han criticado. Si siguen así, quizás vendrán peores errores y nuevos mitos destruidos.
Hay mucha gente del 49% que perdió las elecciones que siente el deber moral de ayudar pero que no quiere sentirse ni humillada, ni puesta en tela de juicio. Es la hora de que el Presidente reconozca con gestos concretos que lo prometido fue mucho más de lo que era posible entregar y que necesita de esos que tanto criticó para hacer un buen gobierno. Todavía es tiempo.
Fuente:
http://luisramirez.cl/blog/?p=2940
Asi con el gobierno de la excelencia
Lèanlo con atenciòn y despuès despotrican, si es que tienen argumentos...mas allà del insulto
En este artículo quiero analizar tres puntos clave que se han desacreditado en la primera quincena del nuevo gobierno. Para ello (y dado que el tema se presta para gran controversia), voy a incluir sólo las cuestiones que parezcan más evidentes, apoyándome con un importante número de citas asociadas a las promesas electorales del candidato que ahora es Presidente. Aunque con un tono crítico, este artículo es un llamado de atención a las nuevas autoridades y sus partidarios.
Piñera ha pedido “unidad nacional” para la reconstrucción post-terremoto. ¿Cómo se logra eso? Es importante que de ahora en adelante los que están a cargo de la conducción del país prediquen mucho más con el ejemplo y abandonen el estilo con el que llegaron a convencer al 51% de la población, tan dotado de marketing y mitos casi imposibles de cumplir.
La Mitología de “El Cambio”
Hay al menos 3 mitos destruidos en una quincena y que de hecho no tienen nada que ver con el terremoto (cuestión que muchos quisieran usar como excusa), sino con una estrategia política que exageró hasta niveles fantasiosos los pecados del anterior gobierno y las virtudes que tendría el que ahora encabeza Piñera.
Los tres mitos destruidos son:
1) Los de la Concertación hacían cuoteo. La “Coalición por el Cambio” no.
Eso resultó ser falso. El “cuoteo político” es la participación de los partidos en el proceso de nominación de autoridades políticas por medio de “sugerir” nombres para esos cargos, casi siempre en proporción al peso relativo de cada partido (los más grandes ofrecen más nombres y esperan que su cuota de representación sea respetada). Es una práctica común e histórica. Por cierto, no es el mecanismo más deseable, pero es un hecho que tomará mucho tiempo modificar y donde las “buenas intenciones” chocan con los poderes reales y “fácticos” que se entrecruzan en los partidos y grupos de interés.
¿Qué había prometido Piñera?
Textualmente: “fin del cuoteo político. El Estado no será más un botín de guerra ni será capturado por los operadores políticos. Los cargos serán asignados por capacidad y experiencia y no por favores o gracias a la protección de un cacique o padrino político.” (ver imagen lateral)
La promesa electoral, tal como aparecía en el programa de gobierno de Piñera.¿Y qué ocurrió? En la práctica la repartición de cargos han respondido a la misma lógica de antaño: los partidos y sus grupos afines (principalmente LyD, Fundación Jaime Guzmán e Instituto Libertad), han entregado sus nombres y el Presidente y su equipo cercano han resuelto, tratando de mantener los equilibrios políticos entre la UDI y RN. En los recortes de prensa de abajo hay dos muestras que sirven de ejemplo, relacionadas a las tensiones entre los dos partidos de gobierno por las nominaciones. No es nada nuevo. Es más de lo mismo.
El principal partido de gobierno golpeando la mesa
2) El gobierno del cambio será meritocrático. Falso: al igual que antes, han escogido a muchos parientes o sus amigos ejerciendo funciones públicas.
Si se fijan nuevamente en el primer extracto de la página web oficial de Piñera que se incluye más arriba se señala textual: “Los cargos serán asignados por capacidad y experiencia y no por favores o gracias a la protección de un cacique o padrino político.”
Otra promesa que no se ha cumplido. Los cargos más importantes si han sido asignados a personas de mucho mérito profesional e intelectual, pero hay abundantes casos donde lo que ha primado es un nepotismo descarado y en que el significado de “cacique” o “padrino” simplemente se ha expandido para incluir a redes familiares.
Allamand contra el cuoteo político en Abril de 2009. ¿Qué dirá ahora?Todos los días se conocen nuevos ejemplos. Dentro de los más notorios: María Irene Chadwick sobrina de Piñera e hija de Andrés Chadwick (Presidente de las empresas concesionarias) que asumió como Directora de Programación de su tío, en la Presidencia de la República. Al hijo del Senador UDI Hernán Larraín se le premió también con un trabajo en la Presidencia para el cambio de mando y luego con un asiento en el directorio de el Diario la Nación. La esposa del mismo senador fue nombrada Ministra. Si el hijo de uno de los fundadores de Renovación Nacional trabaja como asesor directo del Presidente y el hijo de uno de los iconos del gremialismo (UDI) llega a ser ministro es porque son eso: herederos. Puede que tengan méritos, pero su principal condición que explica donde están es haber nacido en la familia apropiada, algo que ni la más distorsionada visión de meritocracia podría sostener.
Esto no quiere decir que no existan personas muy competentes en el nuevo gobierno. Hay muchas que realmente son de un peso incuestionable, con una larga carrera de éxito profesional (los ex decanos de Economía de la Universidad de Chile y de Ingeniería de la Universidad Católica que ahora son ministros, por ejemplo), pero profesionales de gran calidad también estuvieron presentes en los gobiernos anteriores.
Por ello es que no se logra comprender, cómo tantas veces Piñera y sus partidarios insistieron en frases como esta: “Yo creo en un gobierno con los más idóneos al servicio de todos. Yo creo que los cargos públicos tienen que ser llenados por capacidad y mérito y no por cuoteo político o repartija.” (fuente)
El agravante en este caso es que sobre la base de este mito, desde antes de asumir el equipo de Piñera comenzó a solicitar curriculums a sus partidarios, dando la falsa esperanza a muchas personas de que podrían ser llamadas a participar en base a sus méritos. Ello, salvo casos excepcionales, no ha ocurrido. Los llamados a ocupar los mejores cargos son los amigos y parientes del núcleo duro de la UDI, RN y sus entidades satélites, incluyendo think tanks y medios de comunicación proclives. Conozco mucha gente de derecha, con méritos iguales o superiores a los “elegidos” que encontrarán razón a estas palabras.
3) Los del “Gobierno del Cambio” impondrían una cultura de “hacer las cosas bien”. Falso. Al menos hasta ahora.
Esto quizás es lo que ha resultado más vergonzoso. El ahora presidente y su equipo político se encargaron por meses de denostar la función pública y el quehacer del pasado gobierno, enfatizando un “antes” y un “después” en términos casi bíblicos. Por ejemplo:
“Faltan poco más de cien días para empezar a hacer de nuestros sueños una realidad y empezar a recorrer los caminos del cambio, el futuro y la esperanza.
Cien días para reestablecer en nuestro gobierno y fortalecer en nuestro país la cultura de hacer las cosas bien hechas, en forma honesta, pensando en la gente y con un sentido de urgencia.”
Este mito se ha hecho trizas, principalmente porque cualquier persona con un mínimo de conocimiento de la historia sabe no sólo que los gobiernos de la Concertación están entre los más exitosos de nuestra vida republicana sino porque la mirada televisivamente “épica” de lo que significa un gobierno de excelencia es simplemente eso, un cliché.Cien días para reestablecer en nuestro gobierno y fortalecer en nuestro país la cultura de hacer las cosas bien hechas, en forma honesta, pensando en la gente y con un sentido de urgencia.”
(Sebastian Piñera, discurso acto de proclamación, 1 Septiembre 2009)
Hay muchos casos que mencionar. Sólo daremos uno: el nombramiento de gobernadores fue “poco prolijo”, por decirlo suavemente. El primer síntoma vino con el casi-nombramiento de un ex-colaborador de la Colonia Dignidad, pero han aparecido nuevos casos:
- Catalina Besnier, nombrada como Gobernadora de Tierra del Fuego aparece mencionada en investigación por fraude del BancoEstado en Porvenir.
- Angelo Barbieri, nombrado Gobernador de Los Andes, con 147 cheques impagos.
- Miguel Mellado, Gobernador de Cautín, estuvo prófugo de la justicia y acumula cerca de 23 querellas por giro doloso de cheques.
¿Podría, sinceramente, algún partidario del nuevo gobierno decir que aquí se actuó bien? También tuvieron que tragarse sus críticas al manejo de las cifras de fallecidos por el terremoto, al incurrir la Subsecretaria del Interior en el mismo error. A esto se suma el lamentable tema de la demora en la venta de acciones del Presidente, potenciales conflictos de interés que todos parecen ver menos ellos y otra serie de hechos discutibles pero notorios.
Tres mitos en el suelo. De cualquier manera, en momentos como los actuales, estamos obligados a respaldar esfuerzo nacional de reconstrucción y apoyar a las autoridades en esa tarea durante el tiempo que sea necesario. Por lo mismo es que resulta fundamental que el nuevo gobierno enmiende el rumbo y sincere sus falencias, con menos arrogancia y más respeto hacia todos los chilenos. Con menos marketing y más responsabilidad.
Quizás lo que cualquier ciudadano común y corriente le podría pedir al “Gobierno del Cambio”, especialmente en el contexto de la reconstrucción, es un poco más de humildad: El nuevo gobierno no es SUPERIOR a los gobiernos pasados. Han cometido y cometerán muchos de los errores que tanto han criticado. Si siguen así, quizás vendrán peores errores y nuevos mitos destruidos.
Hay mucha gente del 49% que perdió las elecciones que siente el deber moral de ayudar pero que no quiere sentirse ni humillada, ni puesta en tela de juicio. Es la hora de que el Presidente reconozca con gestos concretos que lo prometido fue mucho más de lo que era posible entregar y que necesita de esos que tanto criticó para hacer un buen gobierno. Todavía es tiempo.
Fuente:
http://luisramirez.cl/blog/?p=2940
Asi con el gobierno de la excelencia
Lèanlo con atenciòn y despuès despotrican, si es que tienen argumentos...mas allà del insulto
tillible de flaite !
