El feminismo (no solo el actual sino desde siempre) es una lucha en contra del “patriarcado”. Que no es otra cosa que el orden. El Patriarcado es simplemente la familia tradicional que era el orden social.
El feminismo desde siempre ha sido una lucha en contra de la familia. Considera que la familia y el orden están moralmente mal, y que para estar todos muy bien tenemos que anteponer los impulsos más básicos a cualquier otra cosa. La liberación sexual es una de las armas principales del feminismo.
Pero el modelo de sexo libre es incompatible con la familia desde luego, pero también con la sociedad civilizada. Si pudieran conseguir que todos practicáramos el sexo libre en dos generaciones no habrá sociedad civilizada.
Los hombres buscan variedad y múltiples encuentros sexuales con mujeres que consideren de “pasables” para arriba. Es decir: muchas mujeres, bajas expectativas, y bajo compromiso. Las mujeres por su lado son justo lo contrario. Son hipergámicas lo que significa que van a buscar el mejor hombre que puedan conseguir, apuntan hacia arriba, y no les importa compartirlo con otras mujeres siempre que ellas tengan la oportunidad también.
Si das rienda suelta a ambas sexualidades el resultado es el caos y la destrucción de la sociedad. La sexualidad masculina sin freno produce sociedades donde cada mujer tiene 10 hijos de hombres diferentes y ningún niño tiene padre. Con un poquito más de estructura tienes sistemas de poligamia como en Medio Oriente donde solo los hombres más ricos se casan con múltiples mujeres y los pobres se quedan sin pareja.
Si das rienda suelta a la sexualidad femenina ocurre lo mismo: las mujeres se agrupan en torno a los hombres más deseados en una cultura del sexo por el sexo, cada una espera que el hombre con el que están al final las elija a ellas entre todas las demás, pero frente a la abundancia no eligen a ninguna y mientras tanto los hombres menos deseados viven una vida en soledad. Una gran cantidad de hombres vive en soledad y no se reproduce.
Esos hombres que no se reproducen tienen una energía que no pueden destinar a algo constructivo como tener una familia, y en cambio pasan mucho tiempo frustrados por no encontrar pareja. Los que tienen bajo control de los impulsos lo desatan en forma de violencia (vean los índices de violaciones en Medio Oriente de todos los hombres jóvenes sin acceso a una mujer) y en países blancos se traduce en movimientos suicidas como el MGTOW (siglas del inglés de Men Going Their Own Way, en español Hombres Siguiendo Su Propio Camino, H.S.S.P.C.)
El matrimonio monógamo (sin divorcio) que solía ser la base de esta sociedad, es la forma más estable y productiva de ordenar la sociedad. Obliga a los hombres a renunciar a tener muchas mujeres y a comprometerse con una sola, eso es bueno porque todo niño tendrá un padre, al mismo tiempo los obliga a ser productivos para poder proveer para su familia. También obliga a la mujer a abandonar la hipergamia y a quedarse con un hombre que está a su nivel para siempre. Todos los niños tienen padre y madre, todas las mujeres tienen un marido, todo el mundo se reproduce, los solteros son una anécdota.
El feminismo desde siempre ha sido una lucha en contra de la familia. Considera que la familia y el orden están moralmente mal, y que para estar todos muy bien tenemos que anteponer los impulsos más básicos a cualquier otra cosa. La liberación sexual es una de las armas principales del feminismo.
Pero el modelo de sexo libre es incompatible con la familia desde luego, pero también con la sociedad civilizada. Si pudieran conseguir que todos practicáramos el sexo libre en dos generaciones no habrá sociedad civilizada.
Los hombres buscan variedad y múltiples encuentros sexuales con mujeres que consideren de “pasables” para arriba. Es decir: muchas mujeres, bajas expectativas, y bajo compromiso. Las mujeres por su lado son justo lo contrario. Son hipergámicas lo que significa que van a buscar el mejor hombre que puedan conseguir, apuntan hacia arriba, y no les importa compartirlo con otras mujeres siempre que ellas tengan la oportunidad también.
Si das rienda suelta a ambas sexualidades el resultado es el caos y la destrucción de la sociedad. La sexualidad masculina sin freno produce sociedades donde cada mujer tiene 10 hijos de hombres diferentes y ningún niño tiene padre. Con un poquito más de estructura tienes sistemas de poligamia como en Medio Oriente donde solo los hombres más ricos se casan con múltiples mujeres y los pobres se quedan sin pareja.
Si das rienda suelta a la sexualidad femenina ocurre lo mismo: las mujeres se agrupan en torno a los hombres más deseados en una cultura del sexo por el sexo, cada una espera que el hombre con el que están al final las elija a ellas entre todas las demás, pero frente a la abundancia no eligen a ninguna y mientras tanto los hombres menos deseados viven una vida en soledad. Una gran cantidad de hombres vive en soledad y no se reproduce.
Esos hombres que no se reproducen tienen una energía que no pueden destinar a algo constructivo como tener una familia, y en cambio pasan mucho tiempo frustrados por no encontrar pareja. Los que tienen bajo control de los impulsos lo desatan en forma de violencia (vean los índices de violaciones en Medio Oriente de todos los hombres jóvenes sin acceso a una mujer) y en países blancos se traduce en movimientos suicidas como el MGTOW (siglas del inglés de Men Going Their Own Way, en español Hombres Siguiendo Su Propio Camino, H.S.S.P.C.)
El matrimonio monógamo (sin divorcio) que solía ser la base de esta sociedad, es la forma más estable y productiva de ordenar la sociedad. Obliga a los hombres a renunciar a tener muchas mujeres y a comprometerse con una sola, eso es bueno porque todo niño tendrá un padre, al mismo tiempo los obliga a ser productivos para poder proveer para su familia. También obliga a la mujer a abandonar la hipergamia y a quedarse con un hombre que está a su nivel para siempre. Todos los niños tienen padre y madre, todas las mujeres tienen un marido, todo el mundo se reproduce, los solteros son una anécdota.