alex_malmsteen
Bolsa'e caca
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Entrevista a Ha Joon Chang sobre los mitos del librecomercio
Entrevista completa: http://ladiaria.com.uy/articulo/2013/3/algun-dia-hay-que-empezar/
-Usted ha hablado de un proceso de “reinterpretación de la historia económica” según la cual, los países desarrollados dicen haber adoptado políticas liberalizadoras como condición para su desarrollo, cuando en realidad fueron proteccionistas. ¿Puede desarrollar la idea?
-Cuando hablamos de los temas del desarrollo debemos tener en cuenta que las naciones que dominaron el capitalismo durante los pasados dos siglos, Gran Bretaña y Estados Unidos, “inventaron” eso de que el libre mercado y las políticas de libre comercio los llevaron al éxito. Cuando esa idea es la que todos tienen en la cabeza, se vuelve más difícil argumentar a favor de políticas diferentes. Si decís que el gobierno jugó un rol importante en el desarrollo de algunos países como Japón, por ejemplo, muchos argumentan que es una excepción y que la regla general es que los países que triunfaron, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia o Alemania, lo hicieron a través del libre mercado. Esos países justamente fueron pioneros en la protección industrial, en la intervención estatal y ahora cuando llegaron a donde están parecen haber “pateado la escalera” para que nadie más suba. Gran Bretaña en el siglo 18 tenía las tarifas industriales más grandes en el mundo, y el estado intervino de manera importante para promover el sector industrial. Desde el siglo XIX hasta los años 30, Estados Unidos tuvo las tarifas más altas y los subsidios más fuertes para proteger a sus sectores industriales. Dicho país inventó la teoría de la protección comercial conocida como el argumento de la “industria naciente”. Esos países saben que no se desarrollaron con el libre mercado, tal como se supone. Puede que países como Hong Kong -durante el protectorado inglés, o los Países Bajos durante una etapa- hayan apostado al libre mercado para desarrollarse y hayan tenido éxito, pero son uno o dos casos contra 30 en los que Estados Unidos, Inglaterra, Suecia, Francia, Alemania, Corea, Taiwán, todos tuvieron éxito a partir de una combinación de intervencionismo estatal y empresas públicas. Todo el discurso luce muy diferente y ahora están argumentando en favor de lo que realmente fueron excepciones en los casos exitosos.
-¿Cómo implementar una política industrial ambiciosa en países que necesitan recursos para las políticas sociales?
-En primer lugar, la política industrial no tiene por qué ser masiva. Puede comenzarse con pequeños pasos, porque es peligroso embarcarse en grandes planes que puedan fracasar. La manera en que Uruguay lo está haciendo, está bien. Me refiero a elegir 5 sectores al principio y luego otros 5 y de a poco tener involucrados 15 o 20 sectores industriales. Este tipo de políticas crea empleos, y entonces no serán necesarios tantos recursos para evitar que la gente caiga en la pobreza. Y no digo, como algunos liberales, que el gobierno debe priorizar la política industrial y olvidar las políticas sociales, porque justamente, una buena política social es una parte importante de la política industrial. Cuando los trabajadores se sienten más seguros se vuelven más activos, más productivos. En Estados Unidos, los trabajadores muchas veces se resisten al cambio tecnológico porque saben que los puede llevar al desempleo, y en ese país eso puede significar que ni siquiera accedan a la atención médica. Esos trabajadores viven la innovación con un dramatismo justificado. En contrario, la incorporación del cambio tecnológico en países como Japón o Suecia es más natural y dinámica. En esos países con fuertes políticas sociales, si bien son muy distintas entre sí, los trabajadores, ya sea que trabajen en grandes o pequeñas empresas, tienen derechos reconocidos y ésa es la razón por la que las empresas encuentran más fácil implementar cambios tecnológicos. Si bien no es lindo para nadie perder el trabajo, para un trabajador sueco no es el fin del mundo. Por eso, tener buenas políticas sociales es una forma de estimular el cambio tecnológico y el desarrollo. Es un proceso de ida y vuelta.
*Instruido en la Universidad de Cambridge, donde actualmente trabaja como conferencista, Chang es el autor de varios influyentes libros, entre ellos Retirar la escalera. También ha sido consultor del Banco Mundial y del Banco Europeo de Inversiones así como de Oxfam y varias agencias de Naciones Unidas. Es miembro del Center for Economic and Policy Research de Washington D.C. También es conocido como inspirador de las ideas económicas del actual presidente del Ecuador, Rafael Correa.
Entrevista completa: http://ladiaria.com.uy/articulo/2013/3/algun-dia-hay-que-empezar/