Ya lo destituyeron de la intendencia y la causa penal sigue su curso.
El tipo ya tiene en su haber un juicio político por malversación de fondos, usurpación de terrenos privados, contratación de sus maquinarias para obras municipales, amenazas de muerte a una familia, la construcción de una peatonal sin autorización del Concejo, y maltrato y xenofobia contra uno de los concejales.
Pero cayó por pajero.
Y las pendejas esas ni siquiera valen la pena.