Paradojal, pero Rubia es morena. Oriunda de la sureña provincia brasileña de Itaqui. Es dueña de una belleza propia de las mujeres de esa zona pródiga en mujeres hermosas. Se declara tranquila y prefiere mantenerse alejada de todo el ruido que provoca a veces el mundo de las modelos. A los 18 años emigró desde su pequeña ciudad hacia el gran Buenos Aires. Allí inició una incipiente carrera de modelo, que al cabo de dos años la trajo a nuestro país. Y llamó de inmediato la atención. Su sonrisa, su estilizada figura y sobre todo su empatía con la gente lograron que muchas productoras se fijaran en ella para protagonizar campañas publicitarias en televisión y en páginas de revistas y diarios.
Rubia Soares cuenta que al momento de llegar a Chile pensaba que estaría poco tiempo, alargó su estadía cuanto más pudo porque las ofertas de trabajo aumentaban. Luego regresó a Brasil, pero se dio cuenta de que su futuro estaba entre nosotros. Aquí ha hecho amigos, tiene trabajo y, por si fuera poco, ha solidificado un pololeo que espera pronto coronar con el matrimonio.
Aparte de grandes campañas para importantes tiendas de retail y empresas bancarias, esta bella modelo de la academia Milano Models será una de las encargadas de entregar los premios que se repartirán este año en el escenario del Festival de Viña del Mar. Sin duda es uno de los rostros más bellos y gratos que por estos días dan vida a las diversas páginas de los medios de comunicación ligados al mundo de la moda. Luego de pruebas de ropa, casting y sesiones fotográficas, la sensual modelo da a conocer aspectos de su vida que la tienen feliz en un país que, dice, la ha tratado como a una compatriota más.
¿A qué edad llegó a nuestro país?
-Vine cuando tenía 20 años y ahora tengo 23.
¿En Brasil se dedicaba a lo mismo?
-Suena raro, pero nunca trabajé de modelo en mi país. Hice desfiles en ciudades pequeñas y participé en concursos de belleza porque siempre me llamaban, pero trabajar de la forma que lo hago aquí no. Mis inicios fueron en Argentina cuando tenía 18 años. Estuve dos años en Buenos Aires y después me vine a Chile.
¿Ha sido difícil su estada aquí?
-Ustedes son muy hospitalarios. Yo vine a probar suerte y cambié muchas veces la fecha del pasaje de regreso, hasta que me quedé definitivamente. Tuve que volver a Brasil. pero al cabo de un corto tiempo regresé porque aquí estaba muy bien.
¿No ha sentido el rigor de la competencia en Chile?
-Creo que el tema de la competencia se da en todo lados y en todo orden de cosas. Una debe ser siempre profesional en lo que hace, y con eso basta. En esto del modelaje se tiene que estar segura de lo que cada una puede dar, lo demás viene solo.
¿Qué ha dicho su familia de su decisión de quedarse en Chile?
-Mi madre ya lo asumió y está acostumbrada a no verme. Es que a veces pasan siete meses y hasta un año que no voy a Brasil, pero ellos entienden que es por trabajo, que no siempre se puede viajar. Al comienzo fue difícil para ellos porque decidí partir recién cumplida la mayoría de edad, pero ya ha pasado el tiempo y saben que estoy bien.
.jpg)
.JPG)
modelos flacas
Massu se comió esta minita
