DISCULPAS
Podría dar muchas explicaciones respecto al por qué en el ámbito de las probabilidades son tan complejas las predicciones y, recogiendo conocimientos y percepciones de muchos seres, variarían entre conceptos científicos y metafísicos. Sin embargo la respuesta más directa, entendible y mayoritaria es: “Sólo Dios lo sabe”.
Por consiguiente cualquier excusa de mi parte para tratar de justificar la fallida predicción de que el 29 de junio de 2009 se producirían fenómenos naturales catastróficos sería muy parcial y, en consecuencia, deberé expiar humana y/o divinamente haber difundido tal pronóstico. Una persona me escribió: “Sabiduría no sólo es decir, sino también callar”. A la luz de esta experiencia, se puede apreciar la validez de tal enseñanza.
Me corresponde pedir perdón (o disculpas, según se estime razonable) a todos quienes recogieron, directa o indirectamente, tal información y con ello haber causado un grado de preocupación o angustia indebida; en particular a mis amistades –antiguas y nuevas- cuya bondad y buena fe emana no sólo de sus creencias, sino de cada poro de su piel, de cada vibración de su espíritu.
Asumiré con humildad la responsabilidad que pudiera corresponderme, continuaré rogando para que si algo tiene que suceder sea lo más generoso para la humanidad y me refugiaré en la misericordia que ustedes, en concordancia con el Todo, puedan dispensarme.
A quienes con renovada fe o bajo cualquiera modalidad invocaron ayuda para que, en tiempo e intensidad, este proceso se atenuara, reciban gratitud y bendiciones.
Hugo Gómez Solís
y la gente se fue a quedar en la carretera po'... jajaja
iluminado