Aiako
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Suiza es uno de los países que más se preocupa por la conservación del medio ambiente. Con una tasa de reciclaje de más del 50% se coloca entre los países más avanzados en materia de recuperación de desechos. Su sistema es diferente al nuestro. En Suiza, reciclar es libre y gratis , pero tirar basura cuesta dinero -cada bolsa de basura tiene que tener una etiqueta, y el precio de cada etiqueta de por lo menos en un euro-. “Así cuanto menos se tire, menos se paga” nos cuenta un español afincado en Suiza. Existen diferentes tipos de contenedores para los diferentes colores del vidrio, para el aluminio, baterías, plásticos, etc. La basura se recoge un día a la semana y a una hora concreta y el cartón por ejemplo, una vez al mes.
¿Cuál es el proceso de reciclaje en Suiza? ¿Cómo lo hacen?
El proceso de reciclaje para un ciudadano como yo es el siguiente. Nosotros pagamos por tirar la basura, pero pagamos de la siguiente manera. Para la basura en general, compramos en el supermercado unas bolsas grises identificadas con una etiqueta característica. Cada bolsa de basura tiene que tener una etiqueta, y el precio de cada etiqueta cuesta como mínimo un euro. Así que cuanto menos se tire, menos se paga. Así pues el suizo no recicla sólo porque se preocupan por el medio ambiente, también hay un fuerte incentivo económico.
Estas bolsas tienen capacidad para recogida de basura de 17 litros, 35 litros y 60 litros. Una vez por semana, e incluso en algunos lugares dos, el camión de la basura pasa a recoger estas bolsas que el ciudadano saca a la hora exacta y día exacto a la acera de la calle por donde circula el camión. Si el personal encargado de recoger la basura ve que ésta no está en la bolsa gris, y está en otra bolsa cualquiera, entonces no la recoge. Para el cartón hay otro día diferente, suele ser 1 vez cada mes o 2 meses, para el papel también hay otro día distinto, y lo mismo para restos orgánicos de jardinería, es decir, el césped que se corta en el jardín o los restos de flores u otras plantas, también se recogen. Hasta el día de su recogida, el papel y el cartón, se almacena en el interior de las casas, en armarios, en el garaje, u otros lugares. Los restos orgánicos de jardinería se almacenan en contenedores destinados para tal, y suelen ser de color verde.
Baterías, plásticos, acero y vidrio, también pueden ser reciclados. En los supermercados nos podemos desprender de estos envases y botellas, y también en contenedores destinados para estos residuos que se localizan en algunos puntos de cada pueblo o ciudad.
Me gustaría destacar que el vidrio incluso se recicla y se separa por colores, dependiendo del color del cristal: blanco, verde o marrón.
¿Sabes dónde acaban todos los residuos que se recogen?
Los residuos verdes u orgánicos de jardín, se ponen en la calle (claramente identificados) cada dos semanas para ser recogidos por el camión adecuado. El aluminio y estaño se pueden entregar en los almacenes locales, las baterías son entregadas en el supermercado, y el aceite usado u otros productos químicos son depositados en sitios especiales. Las botellas de plástico, conocidas con el nombre PET, y los envases de bebidas son las más comunes en Suiza, y el 80 % de ellos son reciclados. El papel y el vidrio son recogidos cada cierto tiempo en las aceras de las casas o incluso puede ser depositado en los supermercados, al igual que las baterías.
Así pues, los suizos reciclan como nadie en el mundo. Más del 50% de los desechos urbanos son tratados y el resto termina en los 29 centros de incineración que existen. Aquí, no solo se quema la basura de este país, sino también la de algunos países limítrofes.
¿Qué tipos de contenedores podemos encontrar allí? ¿Son muy distintos a los de España?
Son bastante similares a los de España, aunque quizá haya mayor cantidad debido al mayor uso que se hace de ellos. Sí que me gustaría destacar por ejemplo los contenedores destinados a restos de jardinería, o los diferentes contenedores que hay para vidrio, dependiendo del color del mismo (blanco, verde o marrón). Me llamo mucho la atención los espacios que se destinan en los supermercados para reciclar. Creo que es una muy buena iniciativa. Siempre tenemos la posibilidad de desprendernos de botellas de plástico, vidrio, baterías, etc, en estos lugares. Además están muy bien identificados. En las propias paredes se hacen los huecos para tirar los residuos, y siempre por separado. El ciudadano Suizo está muy involucrado en respetar el medio ambiente, y también en mirar por su economía. Como he comentado anteriormente, quien tira la basura en Suiza paga, en cambio, reciclar sale gratis. Colocar contenedores y puntos de recogida de residuos en puntos estratégicos, resulta fundamental.
¿Cómo se organiza uno en casa?
Yo tengo un armario destinado sólo para basuras y residuos. En un apartado tengo todo el vidrio, separado en los 3 colores, y en el otro apartado tengo la zona para el cartón, y la zona para el papel. El cartón y el papel, cuando tengo bastante cantidad, lo ato con un cordel para que quede bien organizado y el día en que pasan a recogerlo lo coloco en la acera junto a mi casa. El resto de la basura lo pongo en la bolsa correspondiente como hemos hecho siempre, debajo de la fregadera y semanalmente es recogida por el camión.
Así resolvieron el problema de las basuras en Suiza
Durante los años 80 hubo una verdadera catástrofe ecológica: los rios y lagos estaban contaminados con fosfatos y nitratos, la tierra con metales pesados y la gente producía toneladas de basura cada mes. Los habitantes empezaban a quedarse sin aire limpio para respirar y debieron tomar medidas desesperadas.
El método más efectivo mostro ser la clasificación de basuras. En Suiza no hay excepciones para nadie, todos estan obligados a separar y clasificar la basura en contenedores.
Por ejemplo para deshacerse de una bolsita de té usada se debe separar la etiqueta (que va al recipiente destinado al cartón), el papel va a los papeles usados y el residuo biológico va a la composta. Al pequeño gancho lo espera el bote de metal usado y el hilito va a dar a una bolsa debidamente marcada. Cualquiera pensaría que es un chiste pero no es así. Quienes no lo hagan deben pagar una multa.
Cada día se reciclan:
Papel. 70% del papel que se usa en el país es reciclado.
Cartón. Se recicla aparte del papel. Llevar a cabo este proceso con el cartón es más caro (costo asumido por quien lo ha usado).
Baterías. 60% de todas las baterías vendidas en Suiza regresan al proveedor y por ningún motivo se arrojan al cesto de basura.
Vidrio: Suiza lidera en cuanto a la cantidad de botellas que son devueltas. Más del 90% de los recipientes regresan a las fabricas para que el vidrio sea reciclado. Cabe resaltar que los ciudadanos deben quitarles la tapa y clasificar las botellas de acuerdo al color del vidrio.
Botellas plásticas. El 71% de ellas son recicladas.
Viejos aparatos electrónicos.
Recipientes de conservas (metálicos). Lo interesante aquí es que cada persona debe comprimirlos con una prensa magnética. El 70% de este tipo de recipientes son reciclados.
Recipientes de aluminio. (Que no son los mismos que los de conservas). El 90% de ellas se recicla.
Las lámparas de luz de día.
Cadáveres de animales. Debe pagarse un precio extra por este tipo de desechos. Está prohibido enterrarlos.
Aceite vegetal.
Aceite de vehículos. Cambiarle el aceite al automóvil de manera autónoma está prohibido y sólo puede hacerse por técnicos en estaciones de servicio autorizadas, y no es gratis.
Residuos compostados: residuos de comestibles, plantas domésticas, estiercol y la arena del gato, cenizas, aserrín, hojas del césped, ramas, etc.
Materiales domésticos neutros tales como piedras, porcelana.
Medicamentos caducos.
laro que es posible tirar la basura al bote pero entonces habrá que ensuciarse pagando un impuesto que se cobra por cada kilogramo de residuos. Cada bolsa de basura debe tener una marca adhesiva que indica el pago de ese impuesto. Tirar 5 kilogramos de basura cuesta alrededor de 2 o 3 francos (2 o 3 dólares).
La policía de la basura (que en realidad sí se llama así aunque no lo creas) abre cada bolsa que no contenga la marca adhesiva y busca allí cualquier documento, recibo o factura que logre dar con el paradero de su dueño. La multa por evadir esta ley cuesta 10 mil francos, es decir cerca de 10 mil dólares.
La razón más importante del éxito de este método para deshacerse de la basura no son las elevadas multas o el temor a las autoridades, sino la conciencia de los ciudadanos. Todos saben que si cada uno clasifica su basura entonces la vida es mejor. Tienen razón
Roger Federer
DON, con mayúsculas, Serugiran
