QueArdanTodos
Hij@'e Puta
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T-Bone es un ex marine de dos metros que se ha vuelto una leyenda en el sistema penitenciario de la costa oeste de Estados Unidos por enfrentarse a los violadores en las cárceles. Ahora está preso por robo (y mantiene su inocencia), así que le mandé algunas preguntas sobre su cruzada anti violaciones y sobre la violencia sexual en las prisiones.
VICE: Hola, T-Bone. ¿Cuándo decidiste que enfrentar a los violadores en la cárcel?
T-Bone:Fue en 1986, cuando vi que golpeaban a un muchacho de 18 años para quitarle su comida y luego obligarlo a meter cristal a la cárcel por el culo. Cuando el chico metió la droga, los tipos que lo obligaron se drogaron y luego violaron al chico, lo que me hizo timar medidas.
¿Qué tan común son las violaciones en las prisiones estadounidenses? ¿Son tan frecuentes como en la tele y las películas?
Es muy común, y pasa de muchas maneras. Cuando estaba en una prisión de Arizona, todas las noches violaban a alguien. Toda la noche se escuchaba carne golpeando contra carne, a tipos cogiendo por el culo. Todos los que no pueden pelear son víctimas. Los violadores son unos simios. Estrangulaban a la víctima para dejarlos inconscientes. Los heterosexuales que son violados tienen pena de admitirlo. También vi que besan a los chicos blancos en la boca y en el cuello como si fueran mujeres. Los pandilleros a veces sujetan a alguien y le meten cosas por el culo, como latas, botellas, champú, escobas, y tubos de metal.
Sí, me enteré que tenías algunas heridas por defender a los presos más débiles.
Además de que me apuñalaron y me pegaron con piedras, tengo las manos bastante lastimadas. Me han pegado bastante y he tenido que descansar por semanas hasta que mi cuerpo se recupera. Tengo varias cicatrices grandes, incluyendo una en mi hombro, donde abrieron con una navaja. Tengo lastimados los pies, las rodillas, los codos, los dedos de las manos y de los pies. Me han intentado matar por hablar de las cosas que ocurren en la cárcel. Me han corrido de los patios. Me han encerrado porque hay gente que no me quiere afuera. He encontrado notas en mi celda que dicen que mi vida está en peligro.
Hay muchas políticas raciales en el sistema penal estadounidense, ¿te has metido en problemas por ayudar a presos de otras razas
Sí, me he tenido que defender de otros pandilleros por ayudar a gente de otras razas. Aquí en Arizona, los negros son minoría. He recibido mucho odio por el color de mi piel. La gente me odia y me quiere matar porque soy negro, pero uso las mismas ropas y voy a estar aquí el mismo tiempo que ellos.
Cuando llegué a la prisión en la que estoy ahora, estaba feliz de ver a otro hombre negro y le dije; "¿Qué hay, hermano?". Me contestó: "Algunos de los muchachos blancos están molestos contigo por golpear a unos chicos que violaban a un joven en el patio de otra cárcel. Dijeron que era un asunto de blancos en el que no debías interferir".
"¿Cuántos hermanos hay aquí?", le pregunté, refiriéndome a los prisioneros negros. "Lo estás viendo", me contestó. "Supongo que estoy entre el mazo y el yunque", le dije, mientras pensaba en la mejor manera de defenderme.
¿Te persiguieron después?
Más tarde ese día, me dejaron usar las regaderas. Dos tipos blancos se me acercaron en las escaleras, haciendo ruido para llamar mi atención. Luego, de la nada, otro me brincó por la espalda y me ahorcó, un ataque de precisión. Un tipo me agarró de las piernas y me sujetaron en el piso. Traté de patearlos o empujarlos pero alguien se había sentado en mi espalda y no me dejaba moverme. Otra persona me jalaba de los brazos. Se notaba que ya lo habían hecho antes.
El primer tipo dijo "Bájenle los pantalones".
Me empezaron a bajar los pantalones y no pude detenerlos. Uno sacó un palo de escoba con punta en forma de pene . Cuando vi el falo hice todos mis esfuerzos para escapar, pero me estaban deteniendo muy fuerte. Por suerte llegaron dos mexicanos. Uno pateo al primer tipo en la cara para que dejara de ahorcarme. Este giró y apuñaló al mexicano en el estómago. Me levanté y le pegué en el cuello al tipo que me detenía las piernas. Intentó golpearme, pero lo agarré de la muñeca, le di la vuelta, le puse las manos en la espalda, le disloqué un brazo y le troné la cadera. Azoté su cabeza contra el pavimento. Le pegué a otro tipo en el esófago, y cayó. Y luego salieron 20 guardias de la nada.
Los antroneros pensarán: ¿qué chucha me importa a mi?. Bueno, lei la entrevista y me pareció interesante. Además ya hay muchos temas sobre estafas piramidales en El Muro y esto sirve para refrescar un poco el foro.
Nota completa:
http://www.vice.com/es_mx/read/el-hombre-que-golpea-a-los-violadores-en-la-carcel
VICE: Hola, T-Bone. ¿Cuándo decidiste que enfrentar a los violadores en la cárcel?
T-Bone:Fue en 1986, cuando vi que golpeaban a un muchacho de 18 años para quitarle su comida y luego obligarlo a meter cristal a la cárcel por el culo. Cuando el chico metió la droga, los tipos que lo obligaron se drogaron y luego violaron al chico, lo que me hizo timar medidas.
¿Qué tan común son las violaciones en las prisiones estadounidenses? ¿Son tan frecuentes como en la tele y las películas?
Es muy común, y pasa de muchas maneras. Cuando estaba en una prisión de Arizona, todas las noches violaban a alguien. Toda la noche se escuchaba carne golpeando contra carne, a tipos cogiendo por el culo. Todos los que no pueden pelear son víctimas. Los violadores son unos simios. Estrangulaban a la víctima para dejarlos inconscientes. Los heterosexuales que son violados tienen pena de admitirlo. También vi que besan a los chicos blancos en la boca y en el cuello como si fueran mujeres. Los pandilleros a veces sujetan a alguien y le meten cosas por el culo, como latas, botellas, champú, escobas, y tubos de metal.
Sí, me enteré que tenías algunas heridas por defender a los presos más débiles.
Además de que me apuñalaron y me pegaron con piedras, tengo las manos bastante lastimadas. Me han pegado bastante y he tenido que descansar por semanas hasta que mi cuerpo se recupera. Tengo varias cicatrices grandes, incluyendo una en mi hombro, donde abrieron con una navaja. Tengo lastimados los pies, las rodillas, los codos, los dedos de las manos y de los pies. Me han intentado matar por hablar de las cosas que ocurren en la cárcel. Me han corrido de los patios. Me han encerrado porque hay gente que no me quiere afuera. He encontrado notas en mi celda que dicen que mi vida está en peligro.
Hay muchas políticas raciales en el sistema penal estadounidense, ¿te has metido en problemas por ayudar a presos de otras razas
Sí, me he tenido que defender de otros pandilleros por ayudar a gente de otras razas. Aquí en Arizona, los negros son minoría. He recibido mucho odio por el color de mi piel. La gente me odia y me quiere matar porque soy negro, pero uso las mismas ropas y voy a estar aquí el mismo tiempo que ellos.
Cuando llegué a la prisión en la que estoy ahora, estaba feliz de ver a otro hombre negro y le dije; "¿Qué hay, hermano?". Me contestó: "Algunos de los muchachos blancos están molestos contigo por golpear a unos chicos que violaban a un joven en el patio de otra cárcel. Dijeron que era un asunto de blancos en el que no debías interferir".
"¿Cuántos hermanos hay aquí?", le pregunté, refiriéndome a los prisioneros negros. "Lo estás viendo", me contestó. "Supongo que estoy entre el mazo y el yunque", le dije, mientras pensaba en la mejor manera de defenderme.
¿Te persiguieron después?
Más tarde ese día, me dejaron usar las regaderas. Dos tipos blancos se me acercaron en las escaleras, haciendo ruido para llamar mi atención. Luego, de la nada, otro me brincó por la espalda y me ahorcó, un ataque de precisión. Un tipo me agarró de las piernas y me sujetaron en el piso. Traté de patearlos o empujarlos pero alguien se había sentado en mi espalda y no me dejaba moverme. Otra persona me jalaba de los brazos. Se notaba que ya lo habían hecho antes.
El primer tipo dijo "Bájenle los pantalones".
Me empezaron a bajar los pantalones y no pude detenerlos. Uno sacó un palo de escoba con punta en forma de pene . Cuando vi el falo hice todos mis esfuerzos para escapar, pero me estaban deteniendo muy fuerte. Por suerte llegaron dos mexicanos. Uno pateo al primer tipo en la cara para que dejara de ahorcarme. Este giró y apuñaló al mexicano en el estómago. Me levanté y le pegué en el cuello al tipo que me detenía las piernas. Intentó golpearme, pero lo agarré de la muñeca, le di la vuelta, le puse las manos en la espalda, le disloqué un brazo y le troné la cadera. Azoté su cabeza contra el pavimento. Le pegué a otro tipo en el esófago, y cayó. Y luego salieron 20 guardias de la nada.
Los antroneros pensarán: ¿qué chucha me importa a mi?. Bueno, lei la entrevista y me pareció interesante. Además ya hay muchos temas sobre estafas piramidales en El Muro y esto sirve para refrescar un poco el foro.
Nota completa:
http://www.vice.com/es_mx/read/el-hombre-que-golpea-a-los-violadores-en-la-carcel