Si estuviera en el alto mando ruso haría lo mismo, total son armas gratis, y de ser posible, enviaría varias a los laboratorios de las empresas armamentísticas rusas para llevarme la tecnología que pueda y aplicarla a mis propios equipos.
La opción mas lógica, porque todo lo visto en los equipos rusos ha revelado una tecnología muy inferior a cualquier cosa occidental.
El coronel Oleg Korotkevich, comandante interino del 41.º Ejército, pide al alcalde de Novosibirsk Anatoly Loktay, que ayude a recolectar ayuda humanitaria para los soldados rusos en Ucrania (incluyendo ropa interior limpia y papel higienico)
Traducido:
En Ucrania, ¿la balanza se inclina a favor de Moscú? No todavía.
Los avances militares rusos en el este de Ucrania este mes han generado una creciente preocupación en Occidente de que la balanza de la guerra se esté inclinando a favor de Moscú. Pero los funcionarios de la administración de Biden creen que estos temores son exagerados y que las defensas ucranianas siguen siendo sólidas en esta fea guerra de desgaste.
“Compartimos las preocupaciones, pero por ahora creemos que los ucranianos están bien posicionados y equipados para detener los avances, mientras que los rusos tienen sus propios desafíos de mantenimiento”, me dijo el martes un alto funcionario de la administración.
Los funcionarios ucranianos han argumentado que necesitan más armas pesadas, rápido, para mantener la línea contra la ofensiva rusa en las provincias de Luhansk y Donetsk en el este. Para tomar solo un ejemplo, Mykhailo Podolyak, un alto funcionario ucraniano, tuiteó esta semana que su país necesita 300 sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple , o MLRS, casi 30 veces más de lo que está en camino.
El ejemplo ilustra un problema de suministro de armas que preocupa a muchos expertos estadounidenses. Solo se han entregado cuatro lanzacohetes MLRS, dicen las autoridades, y pronto llegarán ocho más. “Doce no es suficiente. Ni siquiera cerca”, responde el teniente general retirado Ben Hodges, quien comandó las tropas del ejército estadounidense en Europa. “Parece que seguimos tirando de nuestros golpes, y todo lo que hace es prolongar la guerra”.
Stephen Hadley, exasesor de seguridad nacional del presidente George W. Bush, me dijo que está de acuerdo en que la administración necesita acelerar las entregas de armas. “No estamos en el estadio de béisbol de lo que necesitamos para detener a los rusos”, sostiene. “Es como si estuviéramos midiendo en cucharaditas en lugar de verter cubos llenos”.
Los funcionarios de la administración tienen razón en que este no es un momento de pánico por Ucrania. Pero el presidente Biden debe demostrar, de una manera que llame la atención en Kiev y Moscú, que está realmente preparado para cumplir su promesa de dar a Ucrania “los medios para disuadir y defenderse de nuevas agresiones”, como dijo en su Artículo de opinión del 31 de mayo en el New York Times. Puede subrayar esa declaración proporcionando a Ucrania más armas, más rápidamente, mientras lucha contra una brutal ofensiva rusa.
Los funcionarios del Pentágono dicen que vendrán más armas, en futuras reducciones presidenciales de los suministros estadounidenses. Pero advierten que la entrega y la capacitación toman tiempo. El primer equipo ucraniano de MLRS está programado para completar el entrenamiento el miércoles y se desplegará la próxima semana, según funcionarios informados por el Pentágono. Otro equipo ucraniano comenzará a entrenar tan pronto como termine el primero.
Los ucranianos también se quejan de que no tienen suficiente artillería pesada y se están quedando sin municiones para los tubos que tienen. Funcionarios del Pentágono dicen que la situación es más complicada. De hecho, a los ucranianos les faltan municiones para su antigua artillería de la era soviética, que dispara proyectiles de 152 mm. Estados Unidos ha recorrido el mundo en busca de proyectiles que se ajusten a estos tubos y ha instado a los productores de las naciones del antiguo Pacto de Varsovia, como Bulgaria y Rumania, a reiniciar la producción.
Para proporcionar a Ucrania una artillería confiable, el Pentágono comenzó hace dos meses a enviar modernos obuses M777 de fabricación estadounidense, que disparan proyectiles de 155 mm. Estados Unidos ha entregado más de 100 de ellos, y el total de todos los proveedores occidentales es de unos 200 tubos, equivalente a la potencia de fuego de 10 batallones de artillería.
Los bombardeos de la artillería ucraniana han sido tan intensos que varias decenas de tubos del M777 se han quemado y están siendo reparados.
La munición para los obuses M777 parece adecuada, dicen funcionarios informados por el Pentágono. Estados Unidos suministró inicialmente 250.000 rondas y, al ritmo actual, los ucranianos tienen un suministro de aproximadamente 30 a 40 días. Vienen más, con los contratistas de defensa de EE. UU. trabajando turnos triples, y el Pentágono espera proporcionar una reserva constante de 20 a 30 días para Ucrania en el futuro.
Mientras tanto, las pérdidas rusas de soldados y equipo han sido asombrosas.
El Pentágono estima que los rusos han perdido 2600 vehículos blindados, o alrededor del 30 por ciento de su inventario. Eso incluye alrededor de 1.000 tanques y 1.600 vehículos blindados de transporte de personal. Los rusos también han disparado casi el 70 por ciento de sus municiones guiadas de precisión y, debido a las sanciones occidentales, es posible que Moscú no pueda reabastecer esas municiones críticas.
Desde los primeros días de la guerra, los funcionarios del Pentágono temían que los ucranianos pudieran verse rodeados por el este en un clásico movimiento de pinzas de "doble cerco". Pero las contraofensivas ucranianas han desbaratado a los rusos en los dos puntos de la pinza, Kharkiv cerca de la frontera rusa y Kherson cerca del Mar Negro. Los rusos no han respondido ágilmente.
“Los rusos no tienen la capacidad para la guerra de maniobras que necesitarían para un gran avance”, me dijo Hodges el martes. Argumenta que el desempeño de Rusia en esta guerra muestra que carecen de comando y control, logística y tácticas integradas aire-tierra para un ataque tan complejo.
La variable crucial en esta larga y brutal guerra puede ser la "paciencia estratégica", en palabras del mayor general retirado del ejército australiano Mick Ryan. Los ucranianos no están ganando ahora mismo, pero tampoco están perdiendo. Y deberían tener muchas más armas llegando pronto.
Fuente:
https://www.washingtonpost.com/opinions/2022/06/14/ukraine-weapons-russia-eastern-ukraine/?s=09
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