La llegada de los HIMARS coincidió con una parada general del ejercito ruso luego de conquistar Severodonetsk y Lysichansk. Luego de unos días, junto con la supuesta voladura de los primeros almacenes rusos en las zonas conquistadas, Putin anunció una parada de las acciones principales con el fin de reorganizar la logística, la cual de verdad se esta realizando, miemtras que sigue matrtillando a las fuerzas ucranianas con continuos bombardeos.
Lo que estamos viendo es un cambio de táctica por parte de los Ucranianos motivado por dos circunstancias nuevas: el cambio de táctica Ruso, para el método de avance que están utilizando, necesitan hacer una pausar para rearmarse, relevar personal y acumular grandes cantidades de munición antes de proseguir con el avance, el segundo factor es la mejora de precisión que obtuvieron con los HIMARS... sabemos que Ucrania está corta de Munición de Artillería, además de que el fuego de contrabatería Ruso ha sido muy efectivo, pero por cada ataque recibían una respuesta inmediata por parte de la artillería Rusa, ( Se ignora eso si, el porcentaje de ataques que tienen éxito ) la otra ventaja de los Rusos es que estan empezando a ocupar el armamento abandonado por los Ucraianos a medida que se retiraban, y estan estudiando el armamento destruido de regalo de la OTAN, para aplicar contramedidas, es como lo que hicieron los Alemanes en la IIGM cuando se les aparecieron los T-34 Y LOS KV-1
Una victoria para garantizar más guerra
A medida que pasa el tiempo y la guerra entre Rusia y Ucrania amenaza con alargarse indefinidamente ante las nulas posibilidades de éxito de unas negociaciones políticas, aumentan también las dificultades derivadas de la propia naturaleza del conflicto. El frente, que se extiende a lo largo de mil kilómetros, supone unas necesidades de suministros, que se complican con el aumento de la destrucción de las infraestructuras y el cansancio de las tropas y la escasez de reservas. Pese al generoso suministro de armamento occidental, las tropas rusas mantienen la superioridad material, mientras que las tropas ucranianas cuentan con una superioridad en número de efectivos, en parte por el bajo número de efectivos que Rusia ha comprometido para lo que sigue llamando
operación militar especial.
La certeza de que no son posibles conversaciones de paz a corto plazo, al menos sin uno de los dos ejércitos haya sido militarmente derrotado, implica la necesidad de priorizar objetivos. Como ya le ocurriera al bando ruso, que se retiró de las zonas del norte, donde los avances eran escasos y el número de bajas excesivamente elevado, Ucrania se ve ahora necesitada de favorecer unas zonas del frente sobre otras. Ucrania continúa insistiendo en la idea de que Rusia ha sufrido altísimas bajas y aporta cifras que difícilmente se corresponden con la realidad. Sin embargo, como han constatado también medios internacionales, las bajas ucranianas también son elevadas, muchas de ellas en la batalla por Donbass, donde se encontraban hasta ahora las mejores unidades del Ejército Ucraniano.
Perdido todo el territorio del antiguo
oblast de Lugansk -aunque no la capacidad de atacarlo con la artillería de largo alcance obtenida de sus socios occidentales-, Ucrania mantiene la resistencia en la antigua región de Donetsk. En las últimas semanas, las tropas rusas no han realizado grandes avances, aunque sí han tomado la central eléctrica de Uglegorsk, segunda central eléctrica más importante de Ucrania y donde resistían desde hace semanas tropas ucranianas, y han preparado el terreno para los asaltos a Seversk, Soledar y Artyomovsk, necesarios para la posterior batalla por Slavyansk-Kramatorsk. Aunque la resistencia ucraniana continúa, también se ha producido, según fuentes ucranianas, cierta retirada de algunas unidades. Mientras Ucrania envía a Donbass a reclutas con escasa preparación, las unidades retiradas de la que hasta ahora había sido batalla principal son enviadas a la zona de Jerson.
Ucrania, en boca de su ministro de Defensa y también de otros representantes del Gobierno y de la Oficina del Presidente, ha repetido en numerosas ocasiones que se prepara para una inminente contraofensiva. El objetivo, tal y como ha declarado desde prácticamente el inicio de la intervención rusa, ha sido siempre regresar a las fronteras existentes el 24 de febrero. Sin embargo, a medida que las tropas rusas y republicanas avanzan en Donbass, esa opción es cada vez menos factible. Rusia ha comenzado ya el proceso de construcción de infraestructuras y vivienda en la destruida Mariupol, signo de que Moscú no va a permitirse correr el riesgo de perder una ciudad que tanto costó capturar. El objetivo es recuperar los servicios de suministro eléctrico, de agua y de gas y poder acomodar a la población que aún queda en la ciudad en vistas al invierno, pero también reafirmar ante la población que su presencia no es temporal y consolidar los avances territoriales.
El invierno es también un factor a tener en cuenta para Ucrania. El presidente Zelensky, que en los últimos días ha tenido tiempo incluso de posar para la revista
Vogue, ha afirmado repetidamente que es preciso terminar la guerra antes de la llegada del invierno, aunque todo indica que tanto Ucrania como sus socios dan por hecho que la guerra se alargará más allá del próximo otoño. Así lo prueban las promesas de entrega de armamento a largo plazo y también los planes de contingencia que tanto Kiev como Bruselas preparan en términos de energía. Esta misma semana, en la que la empresa nacional ucraniana Naftogaz ha suspendido pagos, Ucrania ha solicitado a su principal socio, Estados Unidos, un esquema de
lend-lease para garantizar el suministro de gas en vistas a la temporada de calefacción.
El acuerdo anunciado esta semana por la Unión Europea para reducir el uso de gas ante la reducción del suministro de gas ruso presagia también un invierno en condiciones de fuerte crisis energética, un grave contratiempo especialmente para la economía alemana, pero también para el resto de países miembros. De ahí que cada vez más fuentes ucranianas den por hecho que al temor a la fatiga de la guerra en los países proveedores de armamento y financiación se sume a lo largo de los próximos meses una crisis económica que deje a Ucrania fuera de la lista de prioridades de algunos de sus socios más importantes.
Completamente dependiente de sus socios para mantener la operatividad de su ejército con el constante suministro de armamento e instrucción, pero especialmente en términos financieros, Kiev no puede permitirse el lujo de perder proveedores, lo que dejaría seriamente dañada su capacidad de combate y pondría en cuestión la estabilidad del Estado. De ahí que una victoria sobre las fuerzas rusas, aunque fuera parcial, sea vista como un incentivo necesario para garantizar más armas y más financiación para poder continuar la guerra. Con ello, Ucrania no solo busca una victoria simbólica que celebrar el día de la Independencia el 24 de agosto, sino impedir un posible referéndum de entrada en Rusia que se prevé para el próximo septiembre. La idea de que el tiempo corre en contra de Ucrania, que debe contraatacar antes de la celebración de ese referéndum -que aún no ha sido oficialmente anunciado- se ha extendido en los últimos días.
Como zona más alejada de la Rusia continental, con un menor número de tropas que en Donbass, que para Rusia sigue siendo el escenario principal de la guerra, y más propicia al ataque al encontrarse en la margen derecha del Dniéper, Ucrania parece haber elegido la ciudad de Jerson como lugar en el que mostrarse capaz de derrotar a las tropas rusas. De ahí que haya sido a Jerson donde Ucrania ha trasladado a sus reservas, según fuentes ucranianas, unidades preparadas para el combate retiradas de Donbass, que para Kiev queda ahora en un segundo plano. Eso explica también que el puente Antonovsky, uno de los principales accesos a Jerson, se haya convertido en el principal objetivo de los misiles ucranianos. Ayer, Ucrania afirmaba haber destruido el puente, que ya había sufrido daños en ataques en días anteriores. Según las imágenes publicadas desde el lugar, el puente sigue en pie, aunque ha sufrido serios daños y se encuentra cerrado al tráfico. Rusia, consciente de que los ataques se repetirán hasta derribar el puente, deberá preparar pasos adicionales para garantizar que la principal ciudad ucraniana bajo su control no quede aislada de las zonas en la margen izquierda del río y de Crimea. Por el momento, Rusia ha puesto en circulación con rapidez ferris para garantizar el transporte.
Sin embargo, los grandes avances de los que fuentes ucranianas, seguidores en redes sociales y Oleskiy Arestovich se jactaban el fin de semana pasado, han resultado ser falsos. Según estas fuentes hasta 2000 efectivos rusos habían quedado aislados en la región de Jerson y se preparaba para ellos “su propio Ilovaisk”. Aunque era evidente desde el primer momento que se trataba de una falsa información, incluso Arestovich se vio obligado a matizar sus declaraciones. Eso sí, ese intento de ataque, si es que se produjo realmente, solo era un avance de lo que aún está por venir. Poco después, las tropas ucranianas lanzaban otro intento de inicio de la contraofensiva, cruzaban el río Ingulets y conseguían una cabeza de puente en la zona de Andreevka en esta sección del frente entre Krivoy Rog y Jerson que, según fuentes rusas, habían vuelto a perder ya ayer. La lucha en campo abierto implica el riesgo de quedar a expensas de la artillería enemiga.
Semanas después de que comenzaran los anuncios sobre la gran ofensiva y aunque esta semana se ha insistido en que “Jerson será liberado antes de septiembre”, el ataque ucraniano no ha comenzado aún. Sin embargo, sí ha quedado claro que esta sección del frente, más propicia para alguna victoria parcial (al menos una aproximación peligrosa hacia la ciudad de Jerson), ha sido elegida como el lugar en el que presentarse como una fuerza militar capaz y en la que es preciso seguir invirtiendo. En esa tarea tendrá especial importancia la ciudad de Nikolaev, a escasos kilómetros de Jerson y donde su sonriente gobernador, que la semana pasada anunciaba su intención de “cerrar la ciudad” en busca de colaboracionistas y espías rusos, afirmó ayer que “la situación en la región está controlada. El Ejército Ucraniano se está preparando para una contraofensiva y de forma efectiva inflige daños a fuego”. A la zona se ha trasladado también el general Marchenko, que hace unos días anunciaba que Ucrania atacará tan pronto como sea posible el puente que une la Rusia continental y Crimea.
La ofensiva ucraniana en Jerson, que con mayor o menor fuerza tendrá que producirse, supondrá una nueva fase de la guerra, en la que Ucrania espera desviar tropas y atención de Donbass, zona que sabe perdida, para centrarse en el lugar más vulnerable y en el que confía en derrotar, al menos parcialmente, a Rusia. De tener éxito, Ucrania podría hacer olvidar sus derrotas en Donbass y justificar la necesidad de continuar el suministro extranjero de armas para una lucha hasta el final o para poder negociar en situación de fuerza. Sin embargo, salir derrotada en esta incierta ofensiva supondría un duro revés para Ucrania, que le dejaría sin sus principales argumentos para continuar exigiendo más apoyo a sus socios extranjeros.
A medida que pasa el tiempo y la guerra entre Rusia y Ucrania amenaza con alargarse indefinidamente ante las nulas posibilidades de éxito de unas negociaciones políticas, aumentan también las dific…
slavyangrad.es
Fuerzas rusas toman localidades en avance hacia Artiomovsk (Bajmut). La destrucción de los misiles Harpoon deja grandes cráteres en Odessa
El pasado martes las tropas rusas y sus aliados de Donetsk y Lugansk tomaron el control de la localidad de Novoluganskoye en la República de Donetsk.
Asimismo, las fuerzas del Grupo Wagner han capturado la localidad de Pokrovski, situada a 5 kms de la ciudad de Artiomovsk (Bajmut).
Esto se produjo un dia después de que los combatientes del Grupo Wagner tomaran la Planta Térmica de Uglegorsk y en la actualidad prosiguen las actividades de limpieza en la instalación.
La toma de la Planta Térmica de Ugledorsk y de Prokrovski anuncian una próxima ofensiva para liberar la ciudad de Artiomovsk, lo cual sería un paso de vital importancia para la liberación total de la República de Donetsk.
La explosión de los almacenes de los misiles Harpoon causan una gran destrucción en Odessa
En Odessa, se mostraron las consecuencias de los misiles de crucero Kh-59 que destruyeron almacenes con armas occidentales.
La medida del ejército ucraniano de colocar misiles antibuque de crucero Harpoon en el interior de uno de los almacenes portuarios en la región de Odessa terminaron con la pérdida de un gran arsenal de estas armas. A juzgar por las fotografías presentadas, solo quedaban cráteres gigantes con un diámetro de varios metros de los antiguos almacenes con misiles antibuque estadounidenses.
En las fotografías presentadas tomadas en el lugar del ataque, se pueden ver las consecuencias de la destrucción de alta precisión de los almacenes que albergaban misiles antibuque de crucero Harpoon. Como resultado de varios impactos precisos de los misiles de crucero rusos Kh-59, que, por cierto, son subsónicos, los almacenes, junto con los misiles Harpoon, fueron destruidos con éxito, lo que también se evidencia por los cráteres de muchos metros de largo formados en los sitios de la explosión. Además, en una de las fotografías se puede ver que hay fragmentos de misiles destruidos en los cráteres.
No se sabe cuántos misiles fueron destruidos por el ataque ruso. Sin embargo, se supo que gracias a las acciones operativas rusas, ahora ya no existe la amenaza para los barcos rusos desde la dirección de Odessa, lo que probablemente indica la destrucción de los lanzadores.
El pasado martes las tropas rusas y sus aliados de Donetsk y Lugansk tomaron el control de la locali...
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