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THE ANABOLIC DIET. La dieta definitiva:
“ La Dieta Anabólica está creada para aquel atleta natural que desea ser el mejor, y lo puede lograr de forma natural “
Dr. Mauro Di Pasquale.
Buenos días queridos nenes.
El día de hoy compartiré con ustedes una joyita, hice un resumen de la traducción del libro “ THE ANABOLIC DIET” del Dr. Mauro Di Pasquale.
Este librito ha significado para mí una gran revelación, derribando tabúes respecto a la implementación de las grasas en las dietas, tanto para aumento de masa y definición.
La idea es que una vez terminen de leer este papiro, ustedes puedan ir discutiendo y aclarando dudas, ya que hay algunos argumentos bastante controversiales que utiliza este médico para defender el consumo de una dieta alta en grasas en beneficio del crecimiento muscular.
El libro está compuesto de este modo:
- A cerca del autor
- Introducción "La grasa de la Dieta no es el enemigo"
- Capítulo 1 "Beneficios de la Dieta Anabólica"
- Capítulo 2 "Historia de las dietas fisicoculturistas"
- Capítulo 3 "La Dieta Anabólica"
- Capítulo 4 "Suplementacion"
- Capítulo 5 "Modificaciones Especiales"
- Capítulo 6 "Algunas preguntas comunes"
- Ejemplos de dietas para empezar
Muy bien… vamos a empezar ¡¡¡
1.- La Dieta Anabólica
SOBRE EL AUTOR
Mauro Di Pasquale ha sido un respetado miembro de la comunidad deportiva internacional durante los últimos 25 años, así como atleta, administrador y médico. Hoy es una de las voces con más influencia en el uso de drogas en los deportes así como uno de los más grandes expertos en nutrición del mundo.
Fue un atleta de clase mundial por más de 20 años, ganando el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas en 1976 y los Juegos Mundiales en 1981. Durante su carrera atlética fue también campeón canadiense 8 veces, campeón panamericano dos veces y campeón norteamericano otras dos.
Cuando era atleta el Dr. Di Pasquale comenzó sus investigaciones para desarrollar una alternativa para mejorar el desempeño de las drogas que lo llevaron a la Dieta Anabólica. Luego, durante sus 8 años como Presidente del Comité Médico de la Federación de Levantamiento de Pesas Internacional y sus dos años como Director Médico y Asesor del Programa de Drogas para la hoy inexistente Federación de Fisiscoculturismo Mundial (WBF), continuó trabajando en la dieta mientras desarrollaba los procedimientos y protocolos para la detección de drogas de la Federación.
Hoy en día es Director Médico y Asesor del Programa para Drogas de la Federación de Lucha Mundial (WWF - World Wrestling Federation) y Oficial de Revisión Médica para la National Association for Stock Car Auto Racing (NASCAR).
El Dr. Di Pasquale ha publicado algunos libros especializados en el uso de drogas y en el desempeño atlético, incluyendo “Uso de Drogas y Detección en Deportes Amateur”, “Más allá de los Esteroides Anabólicos” y “Efectos secundarios de los Esteroides Anabólicos, Realidades, Ficción y Tratamiento”. También ha sido autor de cientos de artículos sobre uso de drogas, nutrición y medicina deportiva para una gran variedad de diarios y revistas internacionales.
Como Editor en Jefe de un nuevo boletín informativo trimestral titulado DROGAS Y DEPORTES continúan haciendo llegar su mensaje a la comunidad deportiva internacional. DROGAS Y DEPORTES publica ahora ediciones en inglés, español e italiano.
Sus investigaciones y su trabajo en áreas de entrenamiento deportivo, desempeño y tratamiento de lesiones relacionadas al deporte le han hecho ganar el prestigio de los atletas, entrenadores y otros investigadores. Es médico licenciado en Ontario, Canadá, especializado en Medicina Deportiva y está certificado en Norteamérica como Oficial de Revisión Médica y Master en Ciencias del Fitness.
El Dr. Di Pasquale tiene un título honorario en Ciencias Biológicas, “majoring” en Bioquímica Molecular y es médico titulado de la Universidad de Toronto. Como Profesor Asistente en la Universidad dio clases de Desempeño Atlético y Uso de Drogas en el Deporte. También está involucrado activamente en “investigaciones sobre hormonas” en la Universidad de Toronto y en la Base de Investigaciones de las Fuerzas Médicas.
2.- INTRODUCCIÓN
LA GRASA DE LA DIETA NO ES EL ENEMIGO
El Mito
Lo hemos oído antes. Todo el mundo, desde la Asociación Médica Americana a los entrevistadores de los medios hasta los mal llamados “expertos” en el gimnasio de la vecindad han estado diciendo la misma cosa por las últimas tres décadas: La grasa es mala. Los carbohidratos son buenos. Si quieres obtener el cuerpo por el cual has estado trabajando tan duramente, tienes que centrarte en consumir carbohidratos y mantener la grasa en un mínimo absoluto.
Así que te dedicas a vivir por los porcentajes que los “Señores de la Dieta Baja en Grasas” te dan. 55% de carbohidratos. No más de 15% de grasa. Te llenas de pavo y pollo. Separas la clara de los huevos. Remueves quirúrgicamente toda la grasa visible de cualquier pieza de carne. Siempre horneas. Nunca fríes.
Pero has estado viviendo una mentira.
La realidad es que una dieta alta en carbohidratos preferida por tantos fisicoculturistas puede realmente trabajar contra ellos. Se atiborran de todos esos carbohidratos y terminan acumulando tremendas cantidades de grasa corporal. Entonces, cuando es el momento de cortar, de todos los músculos termina quedando la mitad en el gimnasio con toda esa grasa corporal.
Los niveles de fuerza y la motivación personal caen. Puedes volverte irritable. Incluso depresivo. Para el momento del concurso por venir para el cual has estado trabajando tan duro, con frecuencia no luces mejor que como lucías para el último concurso. Puedes lucir peor.
Y esa dieta. Además de decir que es inconveniente y estricta podría ser un drástico paradigma. En un mundo donde comer hace gran parte de nuestra vida social, un régimen con una dieta alta en carbohidratos puede convertirte rápidamente en un antisocial.
No es que no se pueda progresar más allá de las metas con una dieta alta en hidratos de carbono. Se puede. Algunos pueden. Pero también puedes estancarte o incluso perder masa corporal magra. En la medida que vas contando los días que faltan para un concurso el pánico hace su aparición. Se toman drásticas medidas para compensar el estado en que uno está y termina perdiendo semanas de entrenamiento.
Entonces, ¿por qué estás torturándote? Especialmente cuando hay una alternativa que puede montarte músculos mientras te mantiene la grasa corporal en el mínimo. Es llamada la Dieta Anabólica y mientras contradice lo que muchos fisicoculturistas han sido llevados a creer, esta podría ser la respuesta a tus plegarias.
La Dieta Anabólica
A diferencia de la dieta alta en carbohidratos que puede trabajar contra el sistema corporal de crecimiento de la producción de hormonas, la dieta anabólica maximiza la producción y la utilización de los 3 grandes productores de crecimiento – testosterona, hormona de crecimiento e insulina – y lo hace naturalmente. También lleva al metabolismo del cuerpo de un quemador de azúcar, productor de grasa a una máquina quemadora de grasa. Con el cuerpo acumulando musculatura extra y simultáneamente quemando ambos, grasa consumida y almacenada, el fisicoculturista se siente dos veces bendecido.
La Dieta Anabólica nos lleva a una aproximación nutricional alta en grasas, alta en proteínas y baja en carbohidratos.
Muchos en el público en general podrían hacer caso omiso citando las creencias populares que dicen que la grasa es el primordial causante de las enfermedades cardíacas, del cáncer y de la obesidad. Así como muchos fisicoculturistas han llegado a asumir que la grasa de la dieta suaviza al fisicoculturista y desdibuja la definición.
Pero ellos no podrían estar más equivocados. La grasa de la dieta, cuando es utilizada adecuadamente, como en la Dieta Anabólica, puede ser la llave para el crecimiento y el éxito. Y mientras algunos verán a la Dieta Anabólica como una nueva, revolucionaria, e incluso peligrosa aproximación a la nutrición está, básicamente, en realidad, fundamentada en los albores de la humanidad.
La Dieta Primitiva
Primero vamos a aclarar el error ampliamente sostenido de que el hombre antiguo era herbívoro y que volteaba su nariz en presencia de la carne a favor de las plantas disponibles. Los vegetarianos actuales con frecuencia reclaman que sus dietas son la más naturales y antiguas conocidas para el hombre, en un esfuerzo para ganar adeptos, pero simplemente no es cierto.
De hecho, evidencia arqueológica muestra que las herramientas del hombre primitivo fueron utilizadas, al menos en parte, en trabajar la carne. En muchas áreas, la dieta del hombre primitivo se constituía completamente de productos de origen animal. El continuo afecto por la carne demostrada por los monos y simios, que son nuestros primos primates, hoy en día es también testimonio de las preferencias dietéticas de los primeros hombres.
Hay una buena razón para todo esto. Es llamada supervivencia. La carne es, por mucho, una fuente superior de aminoácidos que las plantas. Tiene también alto contenido en vitamina A, E y Complejo B. La grasa, cuyos beneficios discutiremos a lo largo de esta traducción, está también disponible en la carne y no en las plantas. Además de otros muchos usos, incluyendo el hecho de que es sabrosa y le permite paladear mejor la comida, la grasa es necesaria para el adecuado desdoblamiento de la vitamina A, D, E y K en el cuerpo.
La carne es, en efecto, una de las sustancias que mejor nutre en la tierra, y ha sido tenida en alta estima por civilizaciones a través de la historia. Incluso ha jugado un gran rol en las ceremonias religiosas. En los primeros tiempos de la historia registrada, la carne fue ofrecida a los dioses prevalecientes a través de “ofrendas quemadas” y la Biblia reporta grandes fiestas sostenidas en conjunción con sacrificios animales.
Por lo tanto, cuando hablamos de dietas “naturales” o “primitivas” no estamos hablando sobre los hábitos alimenticios de los vegetarianos. Estamos hablando de carnívoros que comprendieron tempranamente la importancia de la carne en sus hábitos alimenticios diarios. La primera dieta del hombre probablemente consistió principalmente de carne, suplementada por ingestas periódicas de carbohidratos. Fue solo con el desarrollo de la agricultura hace apenas 10.000 años que fue visto un gran cambio.
En los primeros 50 millones de años de la existencia del hombre antes de eso, el hombre fue carnívoro y vivió de la carne animal. En su forma más ruda, esta dieta de carne tiene una fuerte semejanza con la Dieta Anabólica que estaremos ofreciendo. Todo lo que hemos hecho es tomar esta dieta primitiva y traerla a la edad moderna, haciendo uso de la ciencia moderna para adaptarla y perfeccionarla para una máxima salud, forma física y desarrollo.
A las clases sociales dominantes no les gusta la Dieta Anabólica
Pero no esperes que la Dieta Anabólica sea ampliamente acogida por las mayores industrias en nuestra sociedad. Vamos a los pasillos de cualquier supermercado hoy y veremos pequeños pero elaborados carbohidratos en las repisas. La carne es simple. Involucra poco más que despiezar a una vaca. También es difícil empaquetarla para obtener grandes ganancias. No estaría en sus intereses financiarlo.
Una situación similar existe con la industria de los suplementos. No estarán felices con esta dieta porque no requiere suplementos proteicos. Ya estamos obteniendo suficiente proteína de toda la carne que comeremos. Así como, los suplementos generales que ellos revenden serían de poco uso. Aunque prescribiremos suplementos que te llevarán a maximizar los beneficios de la Dieta Anabólica, serán de una gran variedad tecnológica, especialmente diseñados para las necesidades del fisicoculturista sintonizado en un estilo de vida anabólico. Estos estarán mucho más allá de cualquiera que los generalizadores están ofreciendo actualmente.
Esos “gurus de la nutrición” de los días modernos, que piensan que la calidad de la dieta debe ser medida en la tortura que genera a sus usuarios no estarán complacidos con esta dieta tampoco. No es una tortura. Estarás comiendo carne durante los días de semana, suplementando con una amplia variedad de otras deliciosas comidas. Y cuando llegue el fin de semana, virtualmente vale cualquier cosa.
Puedes tener que dejar la lasaña o el helado durante la semana, pero puedes tomarlo durante la fase de “carga de carbohidratos” de la dieta que es cada fin de semana. A diferencia de la dieta alta en carbohidratos y otras de su tipo, en la Dieta Anabólica no serás forzado a dejar tus comidas favoritas para siempre.
El fisicoculturista moderno
Aunque mi aproximación a la dieta alta en grasas, alta en proteínas y baja en carbohidratos es nueva, es interesante notar que una temprana forma de la dieta fue acogida por muchos fisicoculturistas en los 60. No estaba muy “refinada” en ese momento. Tampoco definía aspectos críticos de la manipulación hormonal y estimulación que nosotros hemos añadido. Pero concentraba en el consumo de carne con muy pocos carbohidratos y los fisicoculturistas estaban complacidos de encontrarse a sí mismos manteniendo al máximo sus músculos con muy poca grasa corporal.
De hecho, la dieta produjo algunos hombres grandes allá en los 60. Ellos no tenían todos los componentes de la dieta perfeccionados y no obtuvieron ese aspecto súper definido para el que los fisicoculturistas de hoy trabajan pero, sin embargo, la dieta produjo algunos grandes, grandes hombres. Desafortunadamente, las dietas modernas que hacen hincapié en dietas altas en carbohidratos complejos, altas en proteínas y bajas en grasas esparcidas a través de la comunidad de fisicoculturistas tan ampliamente lograron que estos tempranos experimentos a una aproximación a una dieta alta en grasas fueran exterminados.
Como frecuentemente sucede, los “cegatos” buscaron alternativas al movimiento alto en carbohidratos y la dieta alta en grasas fue ignorada por la mayoría de las personas. Yo fui la excepción. Comencé trabajando con la dieta como un levantador de pesas activo en los 70 y usé una versión temprana de lo que encontrarás en este libro en mi vía para ganar el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas en 1976 y los Juegos Mundiales deportivos en 1981.
Esteroides anabólicos
Pronto después, el mundo de los deportes profesionales comenzó su campaña en contra de los esteroides anabólicos. Estrictos controles antidoping comenzaron en la comunidad de fisicoculturismo de clase mundial y se empezó a sentir el llanto por alguna alternativa natural a los esteroides.
Para ese momento los esteroides habían asumido su lugar como una “droga maravilla” entre los fisicoculturistas y otros atletas. Físicamente, los esteroides habían demostrado tener un efecto remarcable en el crecimiento muscular y la fuerza. Psicológicamente, proveían a los usuarios con un agresivo pero contenido estado mental muy útil en los entrenamientos y la competencia. El hecho de que se propagaran a través de los fisicoculturistas y otras comunidades deportivas donde alcanzar el límite competitivo era tan importante para ganar no era sorpresivo.
Desafortunadamente, se descubrió que los esteroides tenían severos efectos secundarios. El malhumor y una agresividad insana, además de otros, que podían extenderse como violencia (conocido como “roid rage”) fueron ampliamente reportados en los diarios deportivos. Vinculaciones a enfermedades cardíacas, cáncer de hígado, enfermedades renales y esterilidad fueron descubiertas también. Con la evidencia apilada, había pocas opciones además de cortar su uso en la “arena deportiva” internacional.
Fue en medio de este vacío que avancé con la Dieta Anabólica, alta en grasa, en la que había estado trabajando. No había sido una tarea fácil. La Federación de Fisicoculturismo Mundial (WBF) quería que sus atletas estuvieran limpios pero mantuvieran su masa muscular, definidos y en forma para competir. Esto era una orden “de arriba”.
Uno de los mayores problemas fue mantener los sistemas hormonales de los fisicoculturistas funcionando, produciendo testosterona naturalmente. Esto era muy difícil porque los esteroides cortan el sistema de producción de testosterona del cuerpo. El eje hipotalámico (HPTA – por sus siglas en inglés) cesa sus funciones y podrían necesitarse medidas extremas para poner los testículos a funcionar de nuevo. Con frecuencia toma un largo tiempo recuperarse y en muchos casos, un usuario podría nunca recuperarse y quedar condenado a un tratamiento con esteroides artificiales o testosterona por el resto de su vida (terapia hormonal de reemplazo o terapia hormonal sustitutoria).
Los esteroides pueden también convertir al atleta en flojo. El crecerá con métodos de entrenamiento marginal pero se le hace muy dura “la vía” cuando no está usando los esteroides y tiene que hacer todo el trabajo él mismo. Con dieta anabólica o no, puede tomarle un buen rato volver a métodos apropiados de entrenamiento.
Entonces está la dieta en sí misma. Como cualquier dieta, si no se sigue, no se obtendrán resultados. Algunos fisicoculturistas que han estado usando esteroides por un largo tiempo encuentran muy difícil reemplazar los esteroides con una dieta que requiere compromiso.
Finalmente, algunas personas deciden creer que un programa natural podría reemplazar a los esteroides inmediatamente y ofrecerles los mismos resultados. No es posible que esto ocurra. En un corto tiempo, ninguna dieta reemplazará los esteroides. Pero, a la larga, la dieta anabólica ha probado ser una alternativa muy efectiva a los esteroides, proveyendo el mismo tipo de resultados sin la naturaleza de “ruleta rusa” que tiene el uso de esteroides.
En 1990 publiqué mi libro “Beyond Anabolic Steroids” (Más allá de los Esteroides Anabólicos), y comencé a proveer artículos para una variedad de publicaciones de fitness y fisicoculturismo al respecto. La respuesta a la Dieta Anabólica fue sobresaliente. En un mundo donde los esteroides son un verdadero “juego de azar”, en términos de salud y competición, la Dieta Anabólica llevó a los fisicoculturistas que la usaron a ese límite natural que buscaban.
Pero yo no estoy en una cruzada de “SOLO DI NO” en esta área. La histeria no entra en juego en mis virtudes. Los esteroides anabólicos tienen su lugar. De hecho, he estado recientemente involucrado en investigaciones sobre esteroides para ser utilizados en pacientes con SIDA. Estos pueden jugar un rol en el mantenimiento de la masa corporal y fortalecer el sistema inmune de estos pacientes que les permitiría resistir mejor las enfermedades oportunistas tan mortales para ellos.
También me he dado cuenta perfectamente de que los esteroides y otras ayudas utilizadas para el crecimiento y mejorar el desempeño son todavía usados ampliamente en la comunidad atlética. Estos llevan al atleta al límite que está buscando y muchos, gustosamente, arriesgan su salud y se exponen a las sanciones que pueden venir por el uso de esteroides a cambio de los beneficios que traen.
Debe señalarse que la Dieta Anabólica puede incluso ser utilizada en conjunto con los esteroides. Se obtendrán resultados. En efecto, se puede hacer cualquier cosa con los esteroides y lograr algunas ganancias. Pero, la Dieta Anabólica ayudará, hasta cierto grado, a que el uso de esteroides mantendrá maximizada las hormonas anabólicas endógenas que la dieta busca estimular.
El titular sería: La Dieta Anabólica está creada para el atleta natural que quiere ser el mejor que puede llegar a ser de forma natural. Y, aunque ésta es mucho más fácil y conveniente de mantener que la una dieta alta en carbohidratos, requerirá algo de dedicación y el deseo de llevarla a cabo adecuadamente. La clave del éxito en la dieta es asegurarse de llevar al cuerpo al “cambio metabólico” donde comenzará a usar la grasa de la dieta y la grasa corporal en lugar de los carbohidratos y la proteína muscular como el combustible principal para el cuerpo. Para hacer esto, se tendrá que seguir la dieta muy rígidamente, especialmente en un comienzo.
La batalla que el atleta “libre de drogas” enfrenta no es fácil. Debe encarar competencias con uso y abuso de drogas y estándares competitivos basados su uso en todo concurso. Lo que hace la Dieta Anabólica es darle el mismo tipo de beneficios que el usuario de drogas obtiene.
Al introducir drogas anabólicas o agentes en su cuerpo, el usuario incrementa la cantidad de hormonas y compuestos anabólicos en la circulación, la cual, a cambio, produce el efecto anabólico deseado de crecimiento muscular. La Dieta Anabólica hace lo mismo. Lo único que en vez de introducir las sustancias anabólicas de una fuente exógena externa al cuerpo, la dieta estimula la producción de hormonas anabólicas EN EL CUERPO. Esto es LEGAL y es SEGURO.
Y lo mejor de todo es que es ALGO SEGURO. Si se sigue la dieta NO FALLARÁ. Sonará bizarro. Podrá ir en contra de todo lo que han hecho creer sobre dietas, grasas y carbohidratos. PERO FUNCIONA. Es una bioquímica inevitable. OBTENDRÁS la combinación de incremento de masa corporal magra y menos grasa corporal que estás buscando si sigues adecuadamente la dieta.
Y lo obtendrás naturalmente. Sin el peligro de los esteroides. Dados los juicios y dudas que la mayoría de los fisicoculturistas han experimentado con sus dietas, ¿qué más puede preguntarse de un programa de nutrición?
“ La Dieta Anabólica está creada para aquel atleta natural que desea ser el mejor, y lo puede lograr de forma natural “
Dr. Mauro Di Pasquale.
Buenos días queridos nenes.
El día de hoy compartiré con ustedes una joyita, hice un resumen de la traducción del libro “ THE ANABOLIC DIET” del Dr. Mauro Di Pasquale.
Este librito ha significado para mí una gran revelación, derribando tabúes respecto a la implementación de las grasas en las dietas, tanto para aumento de masa y definición.
La idea es que una vez terminen de leer este papiro, ustedes puedan ir discutiendo y aclarando dudas, ya que hay algunos argumentos bastante controversiales que utiliza este médico para defender el consumo de una dieta alta en grasas en beneficio del crecimiento muscular.
El libro está compuesto de este modo:
- A cerca del autor
- Introducción "La grasa de la Dieta no es el enemigo"
- Capítulo 1 "Beneficios de la Dieta Anabólica"
- Capítulo 2 "Historia de las dietas fisicoculturistas"
- Capítulo 3 "La Dieta Anabólica"
- Capítulo 4 "Suplementacion"
- Capítulo 5 "Modificaciones Especiales"
- Capítulo 6 "Algunas preguntas comunes"
- Ejemplos de dietas para empezar
Muy bien… vamos a empezar ¡¡¡
1.- La Dieta Anabólica
SOBRE EL AUTOR
Mauro Di Pasquale ha sido un respetado miembro de la comunidad deportiva internacional durante los últimos 25 años, así como atleta, administrador y médico. Hoy es una de las voces con más influencia en el uso de drogas en los deportes así como uno de los más grandes expertos en nutrición del mundo.
Fue un atleta de clase mundial por más de 20 años, ganando el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas en 1976 y los Juegos Mundiales en 1981. Durante su carrera atlética fue también campeón canadiense 8 veces, campeón panamericano dos veces y campeón norteamericano otras dos.
Cuando era atleta el Dr. Di Pasquale comenzó sus investigaciones para desarrollar una alternativa para mejorar el desempeño de las drogas que lo llevaron a la Dieta Anabólica. Luego, durante sus 8 años como Presidente del Comité Médico de la Federación de Levantamiento de Pesas Internacional y sus dos años como Director Médico y Asesor del Programa de Drogas para la hoy inexistente Federación de Fisiscoculturismo Mundial (WBF), continuó trabajando en la dieta mientras desarrollaba los procedimientos y protocolos para la detección de drogas de la Federación.
Hoy en día es Director Médico y Asesor del Programa para Drogas de la Federación de Lucha Mundial (WWF - World Wrestling Federation) y Oficial de Revisión Médica para la National Association for Stock Car Auto Racing (NASCAR).
El Dr. Di Pasquale ha publicado algunos libros especializados en el uso de drogas y en el desempeño atlético, incluyendo “Uso de Drogas y Detección en Deportes Amateur”, “Más allá de los Esteroides Anabólicos” y “Efectos secundarios de los Esteroides Anabólicos, Realidades, Ficción y Tratamiento”. También ha sido autor de cientos de artículos sobre uso de drogas, nutrición y medicina deportiva para una gran variedad de diarios y revistas internacionales.
Como Editor en Jefe de un nuevo boletín informativo trimestral titulado DROGAS Y DEPORTES continúan haciendo llegar su mensaje a la comunidad deportiva internacional. DROGAS Y DEPORTES publica ahora ediciones en inglés, español e italiano.
Sus investigaciones y su trabajo en áreas de entrenamiento deportivo, desempeño y tratamiento de lesiones relacionadas al deporte le han hecho ganar el prestigio de los atletas, entrenadores y otros investigadores. Es médico licenciado en Ontario, Canadá, especializado en Medicina Deportiva y está certificado en Norteamérica como Oficial de Revisión Médica y Master en Ciencias del Fitness.
El Dr. Di Pasquale tiene un título honorario en Ciencias Biológicas, “majoring” en Bioquímica Molecular y es médico titulado de la Universidad de Toronto. Como Profesor Asistente en la Universidad dio clases de Desempeño Atlético y Uso de Drogas en el Deporte. También está involucrado activamente en “investigaciones sobre hormonas” en la Universidad de Toronto y en la Base de Investigaciones de las Fuerzas Médicas.
2.- INTRODUCCIÓN
LA GRASA DE LA DIETA NO ES EL ENEMIGO
El Mito
Lo hemos oído antes. Todo el mundo, desde la Asociación Médica Americana a los entrevistadores de los medios hasta los mal llamados “expertos” en el gimnasio de la vecindad han estado diciendo la misma cosa por las últimas tres décadas: La grasa es mala. Los carbohidratos son buenos. Si quieres obtener el cuerpo por el cual has estado trabajando tan duramente, tienes que centrarte en consumir carbohidratos y mantener la grasa en un mínimo absoluto.
Así que te dedicas a vivir por los porcentajes que los “Señores de la Dieta Baja en Grasas” te dan. 55% de carbohidratos. No más de 15% de grasa. Te llenas de pavo y pollo. Separas la clara de los huevos. Remueves quirúrgicamente toda la grasa visible de cualquier pieza de carne. Siempre horneas. Nunca fríes.
Pero has estado viviendo una mentira.
La realidad es que una dieta alta en carbohidratos preferida por tantos fisicoculturistas puede realmente trabajar contra ellos. Se atiborran de todos esos carbohidratos y terminan acumulando tremendas cantidades de grasa corporal. Entonces, cuando es el momento de cortar, de todos los músculos termina quedando la mitad en el gimnasio con toda esa grasa corporal.
Los niveles de fuerza y la motivación personal caen. Puedes volverte irritable. Incluso depresivo. Para el momento del concurso por venir para el cual has estado trabajando tan duro, con frecuencia no luces mejor que como lucías para el último concurso. Puedes lucir peor.
Y esa dieta. Además de decir que es inconveniente y estricta podría ser un drástico paradigma. En un mundo donde comer hace gran parte de nuestra vida social, un régimen con una dieta alta en carbohidratos puede convertirte rápidamente en un antisocial.
No es que no se pueda progresar más allá de las metas con una dieta alta en hidratos de carbono. Se puede. Algunos pueden. Pero también puedes estancarte o incluso perder masa corporal magra. En la medida que vas contando los días que faltan para un concurso el pánico hace su aparición. Se toman drásticas medidas para compensar el estado en que uno está y termina perdiendo semanas de entrenamiento.
Entonces, ¿por qué estás torturándote? Especialmente cuando hay una alternativa que puede montarte músculos mientras te mantiene la grasa corporal en el mínimo. Es llamada la Dieta Anabólica y mientras contradice lo que muchos fisicoculturistas han sido llevados a creer, esta podría ser la respuesta a tus plegarias.
La Dieta Anabólica
A diferencia de la dieta alta en carbohidratos que puede trabajar contra el sistema corporal de crecimiento de la producción de hormonas, la dieta anabólica maximiza la producción y la utilización de los 3 grandes productores de crecimiento – testosterona, hormona de crecimiento e insulina – y lo hace naturalmente. También lleva al metabolismo del cuerpo de un quemador de azúcar, productor de grasa a una máquina quemadora de grasa. Con el cuerpo acumulando musculatura extra y simultáneamente quemando ambos, grasa consumida y almacenada, el fisicoculturista se siente dos veces bendecido.
La Dieta Anabólica nos lleva a una aproximación nutricional alta en grasas, alta en proteínas y baja en carbohidratos.
Muchos en el público en general podrían hacer caso omiso citando las creencias populares que dicen que la grasa es el primordial causante de las enfermedades cardíacas, del cáncer y de la obesidad. Así como muchos fisicoculturistas han llegado a asumir que la grasa de la dieta suaviza al fisicoculturista y desdibuja la definición.
Pero ellos no podrían estar más equivocados. La grasa de la dieta, cuando es utilizada adecuadamente, como en la Dieta Anabólica, puede ser la llave para el crecimiento y el éxito. Y mientras algunos verán a la Dieta Anabólica como una nueva, revolucionaria, e incluso peligrosa aproximación a la nutrición está, básicamente, en realidad, fundamentada en los albores de la humanidad.
La Dieta Primitiva
Primero vamos a aclarar el error ampliamente sostenido de que el hombre antiguo era herbívoro y que volteaba su nariz en presencia de la carne a favor de las plantas disponibles. Los vegetarianos actuales con frecuencia reclaman que sus dietas son la más naturales y antiguas conocidas para el hombre, en un esfuerzo para ganar adeptos, pero simplemente no es cierto.
De hecho, evidencia arqueológica muestra que las herramientas del hombre primitivo fueron utilizadas, al menos en parte, en trabajar la carne. En muchas áreas, la dieta del hombre primitivo se constituía completamente de productos de origen animal. El continuo afecto por la carne demostrada por los monos y simios, que son nuestros primos primates, hoy en día es también testimonio de las preferencias dietéticas de los primeros hombres.
Hay una buena razón para todo esto. Es llamada supervivencia. La carne es, por mucho, una fuente superior de aminoácidos que las plantas. Tiene también alto contenido en vitamina A, E y Complejo B. La grasa, cuyos beneficios discutiremos a lo largo de esta traducción, está también disponible en la carne y no en las plantas. Además de otros muchos usos, incluyendo el hecho de que es sabrosa y le permite paladear mejor la comida, la grasa es necesaria para el adecuado desdoblamiento de la vitamina A, D, E y K en el cuerpo.
La carne es, en efecto, una de las sustancias que mejor nutre en la tierra, y ha sido tenida en alta estima por civilizaciones a través de la historia. Incluso ha jugado un gran rol en las ceremonias religiosas. En los primeros tiempos de la historia registrada, la carne fue ofrecida a los dioses prevalecientes a través de “ofrendas quemadas” y la Biblia reporta grandes fiestas sostenidas en conjunción con sacrificios animales.
Por lo tanto, cuando hablamos de dietas “naturales” o “primitivas” no estamos hablando sobre los hábitos alimenticios de los vegetarianos. Estamos hablando de carnívoros que comprendieron tempranamente la importancia de la carne en sus hábitos alimenticios diarios. La primera dieta del hombre probablemente consistió principalmente de carne, suplementada por ingestas periódicas de carbohidratos. Fue solo con el desarrollo de la agricultura hace apenas 10.000 años que fue visto un gran cambio.
En los primeros 50 millones de años de la existencia del hombre antes de eso, el hombre fue carnívoro y vivió de la carne animal. En su forma más ruda, esta dieta de carne tiene una fuerte semejanza con la Dieta Anabólica que estaremos ofreciendo. Todo lo que hemos hecho es tomar esta dieta primitiva y traerla a la edad moderna, haciendo uso de la ciencia moderna para adaptarla y perfeccionarla para una máxima salud, forma física y desarrollo.
A las clases sociales dominantes no les gusta la Dieta Anabólica
Pero no esperes que la Dieta Anabólica sea ampliamente acogida por las mayores industrias en nuestra sociedad. Vamos a los pasillos de cualquier supermercado hoy y veremos pequeños pero elaborados carbohidratos en las repisas. La carne es simple. Involucra poco más que despiezar a una vaca. También es difícil empaquetarla para obtener grandes ganancias. No estaría en sus intereses financiarlo.
Una situación similar existe con la industria de los suplementos. No estarán felices con esta dieta porque no requiere suplementos proteicos. Ya estamos obteniendo suficiente proteína de toda la carne que comeremos. Así como, los suplementos generales que ellos revenden serían de poco uso. Aunque prescribiremos suplementos que te llevarán a maximizar los beneficios de la Dieta Anabólica, serán de una gran variedad tecnológica, especialmente diseñados para las necesidades del fisicoculturista sintonizado en un estilo de vida anabólico. Estos estarán mucho más allá de cualquiera que los generalizadores están ofreciendo actualmente.
Esos “gurus de la nutrición” de los días modernos, que piensan que la calidad de la dieta debe ser medida en la tortura que genera a sus usuarios no estarán complacidos con esta dieta tampoco. No es una tortura. Estarás comiendo carne durante los días de semana, suplementando con una amplia variedad de otras deliciosas comidas. Y cuando llegue el fin de semana, virtualmente vale cualquier cosa.
Puedes tener que dejar la lasaña o el helado durante la semana, pero puedes tomarlo durante la fase de “carga de carbohidratos” de la dieta que es cada fin de semana. A diferencia de la dieta alta en carbohidratos y otras de su tipo, en la Dieta Anabólica no serás forzado a dejar tus comidas favoritas para siempre.
El fisicoculturista moderno
Aunque mi aproximación a la dieta alta en grasas, alta en proteínas y baja en carbohidratos es nueva, es interesante notar que una temprana forma de la dieta fue acogida por muchos fisicoculturistas en los 60. No estaba muy “refinada” en ese momento. Tampoco definía aspectos críticos de la manipulación hormonal y estimulación que nosotros hemos añadido. Pero concentraba en el consumo de carne con muy pocos carbohidratos y los fisicoculturistas estaban complacidos de encontrarse a sí mismos manteniendo al máximo sus músculos con muy poca grasa corporal.
De hecho, la dieta produjo algunos hombres grandes allá en los 60. Ellos no tenían todos los componentes de la dieta perfeccionados y no obtuvieron ese aspecto súper definido para el que los fisicoculturistas de hoy trabajan pero, sin embargo, la dieta produjo algunos grandes, grandes hombres. Desafortunadamente, las dietas modernas que hacen hincapié en dietas altas en carbohidratos complejos, altas en proteínas y bajas en grasas esparcidas a través de la comunidad de fisicoculturistas tan ampliamente lograron que estos tempranos experimentos a una aproximación a una dieta alta en grasas fueran exterminados.
Como frecuentemente sucede, los “cegatos” buscaron alternativas al movimiento alto en carbohidratos y la dieta alta en grasas fue ignorada por la mayoría de las personas. Yo fui la excepción. Comencé trabajando con la dieta como un levantador de pesas activo en los 70 y usé una versión temprana de lo que encontrarás en este libro en mi vía para ganar el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas en 1976 y los Juegos Mundiales deportivos en 1981.
Esteroides anabólicos
Pronto después, el mundo de los deportes profesionales comenzó su campaña en contra de los esteroides anabólicos. Estrictos controles antidoping comenzaron en la comunidad de fisicoculturismo de clase mundial y se empezó a sentir el llanto por alguna alternativa natural a los esteroides.
Para ese momento los esteroides habían asumido su lugar como una “droga maravilla” entre los fisicoculturistas y otros atletas. Físicamente, los esteroides habían demostrado tener un efecto remarcable en el crecimiento muscular y la fuerza. Psicológicamente, proveían a los usuarios con un agresivo pero contenido estado mental muy útil en los entrenamientos y la competencia. El hecho de que se propagaran a través de los fisicoculturistas y otras comunidades deportivas donde alcanzar el límite competitivo era tan importante para ganar no era sorpresivo.
Desafortunadamente, se descubrió que los esteroides tenían severos efectos secundarios. El malhumor y una agresividad insana, además de otros, que podían extenderse como violencia (conocido como “roid rage”) fueron ampliamente reportados en los diarios deportivos. Vinculaciones a enfermedades cardíacas, cáncer de hígado, enfermedades renales y esterilidad fueron descubiertas también. Con la evidencia apilada, había pocas opciones además de cortar su uso en la “arena deportiva” internacional.
Fue en medio de este vacío que avancé con la Dieta Anabólica, alta en grasa, en la que había estado trabajando. No había sido una tarea fácil. La Federación de Fisicoculturismo Mundial (WBF) quería que sus atletas estuvieran limpios pero mantuvieran su masa muscular, definidos y en forma para competir. Esto era una orden “de arriba”.
Uno de los mayores problemas fue mantener los sistemas hormonales de los fisicoculturistas funcionando, produciendo testosterona naturalmente. Esto era muy difícil porque los esteroides cortan el sistema de producción de testosterona del cuerpo. El eje hipotalámico (HPTA – por sus siglas en inglés) cesa sus funciones y podrían necesitarse medidas extremas para poner los testículos a funcionar de nuevo. Con frecuencia toma un largo tiempo recuperarse y en muchos casos, un usuario podría nunca recuperarse y quedar condenado a un tratamiento con esteroides artificiales o testosterona por el resto de su vida (terapia hormonal de reemplazo o terapia hormonal sustitutoria).
Los esteroides pueden también convertir al atleta en flojo. El crecerá con métodos de entrenamiento marginal pero se le hace muy dura “la vía” cuando no está usando los esteroides y tiene que hacer todo el trabajo él mismo. Con dieta anabólica o no, puede tomarle un buen rato volver a métodos apropiados de entrenamiento.
Entonces está la dieta en sí misma. Como cualquier dieta, si no se sigue, no se obtendrán resultados. Algunos fisicoculturistas que han estado usando esteroides por un largo tiempo encuentran muy difícil reemplazar los esteroides con una dieta que requiere compromiso.
Finalmente, algunas personas deciden creer que un programa natural podría reemplazar a los esteroides inmediatamente y ofrecerles los mismos resultados. No es posible que esto ocurra. En un corto tiempo, ninguna dieta reemplazará los esteroides. Pero, a la larga, la dieta anabólica ha probado ser una alternativa muy efectiva a los esteroides, proveyendo el mismo tipo de resultados sin la naturaleza de “ruleta rusa” que tiene el uso de esteroides.
En 1990 publiqué mi libro “Beyond Anabolic Steroids” (Más allá de los Esteroides Anabólicos), y comencé a proveer artículos para una variedad de publicaciones de fitness y fisicoculturismo al respecto. La respuesta a la Dieta Anabólica fue sobresaliente. En un mundo donde los esteroides son un verdadero “juego de azar”, en términos de salud y competición, la Dieta Anabólica llevó a los fisicoculturistas que la usaron a ese límite natural que buscaban.
Pero yo no estoy en una cruzada de “SOLO DI NO” en esta área. La histeria no entra en juego en mis virtudes. Los esteroides anabólicos tienen su lugar. De hecho, he estado recientemente involucrado en investigaciones sobre esteroides para ser utilizados en pacientes con SIDA. Estos pueden jugar un rol en el mantenimiento de la masa corporal y fortalecer el sistema inmune de estos pacientes que les permitiría resistir mejor las enfermedades oportunistas tan mortales para ellos.
También me he dado cuenta perfectamente de que los esteroides y otras ayudas utilizadas para el crecimiento y mejorar el desempeño son todavía usados ampliamente en la comunidad atlética. Estos llevan al atleta al límite que está buscando y muchos, gustosamente, arriesgan su salud y se exponen a las sanciones que pueden venir por el uso de esteroides a cambio de los beneficios que traen.
Debe señalarse que la Dieta Anabólica puede incluso ser utilizada en conjunto con los esteroides. Se obtendrán resultados. En efecto, se puede hacer cualquier cosa con los esteroides y lograr algunas ganancias. Pero, la Dieta Anabólica ayudará, hasta cierto grado, a que el uso de esteroides mantendrá maximizada las hormonas anabólicas endógenas que la dieta busca estimular.
El titular sería: La Dieta Anabólica está creada para el atleta natural que quiere ser el mejor que puede llegar a ser de forma natural. Y, aunque ésta es mucho más fácil y conveniente de mantener que la una dieta alta en carbohidratos, requerirá algo de dedicación y el deseo de llevarla a cabo adecuadamente. La clave del éxito en la dieta es asegurarse de llevar al cuerpo al “cambio metabólico” donde comenzará a usar la grasa de la dieta y la grasa corporal en lugar de los carbohidratos y la proteína muscular como el combustible principal para el cuerpo. Para hacer esto, se tendrá que seguir la dieta muy rígidamente, especialmente en un comienzo.
La batalla que el atleta “libre de drogas” enfrenta no es fácil. Debe encarar competencias con uso y abuso de drogas y estándares competitivos basados su uso en todo concurso. Lo que hace la Dieta Anabólica es darle el mismo tipo de beneficios que el usuario de drogas obtiene.
Al introducir drogas anabólicas o agentes en su cuerpo, el usuario incrementa la cantidad de hormonas y compuestos anabólicos en la circulación, la cual, a cambio, produce el efecto anabólico deseado de crecimiento muscular. La Dieta Anabólica hace lo mismo. Lo único que en vez de introducir las sustancias anabólicas de una fuente exógena externa al cuerpo, la dieta estimula la producción de hormonas anabólicas EN EL CUERPO. Esto es LEGAL y es SEGURO.
Y lo mejor de todo es que es ALGO SEGURO. Si se sigue la dieta NO FALLARÁ. Sonará bizarro. Podrá ir en contra de todo lo que han hecho creer sobre dietas, grasas y carbohidratos. PERO FUNCIONA. Es una bioquímica inevitable. OBTENDRÁS la combinación de incremento de masa corporal magra y menos grasa corporal que estás buscando si sigues adecuadamente la dieta.
Y lo obtendrás naturalmente. Sin el peligro de los esteroides. Dados los juicios y dudas que la mayoría de los fisicoculturistas han experimentado con sus dietas, ¿qué más puede preguntarse de un programa de nutrición?
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