The Walking Dead, un regreso que no convence
Muchos éramos los que esperábamos el estreno de la segunda temporada de
The Walking Dead, y nuestras ánsias fueron colmadas el pasado domingo.
La serie protagonizada por
Andrew Lincoln,
Sarah Wayne Callies y
John Bernthal como el triángulo en discordia, está comenzando a perderse en todos los vicios de las cadenas de televisión, sin mirar a ninguna en concreto. La original puesta en escena de los primeros episodios de la anterior temporada
se ha perdido en algún lugar, y deja
una serie más para el disfrute de los más aficonados al género.
Y ojo, que
The Walking Dead es, todavía, uno de los productos más interesantes sobre los muertos vivientes, y tiene demasiadas cosas buenas en la recámara como para defraudar del todo.
Los comentarios en todos los sitios que se ha hablado de ella han sido muy negativos, y creo que no están siendo del todo justos
(a ya po' XD).
Me explico. Todos miramos directamente al cómic en que se basa, donde sí ocurren cosas importantes, donde
Robert Kirkman nos tiene en tensión a lo largo de cada número y donde hasta los momentos tranquilos parecen ser el descanso para afrontar un reto todavía mayor que el anterior.
En la serie, esto no ocurre, es cierto.
La tensión se desdibuja hasta en los momentos en que debería ser patente, los personajes se han desdibujado y parece que han perdido un tanto el norte durante este episodio. Han habido motivaciones, escenas y diálogos que consiguieron sacarme totalmente del episodio. Pero también hubieron otros que me recordaron con fuerza al cómic, y que hicieron levantarse a los personajes.
La serie comenzó a derivar con los dos últimos episodios de la primera temporada, y no parece que haya resuelto nada en este primer episodio de la segunda. Entiendo, en serio, que la televisión es un medio muy distinto al cómic y que debe tirar por otro senderos para contentar a una audiencia muy superior a la del cómic.
Pero se corre el riesgo de ver como se desvirtúa la trama, y como se utilizan los cliffhangers que en el cómic quedan efectivos, pero que en pantalla quedan como punto de tensión ante una falta de escenas impactantes de verdad. Cualquier que esté siguiendo el cómic entenderá por qué lo digo, y seguramente, estará de acuerdo con lo dicho.
De todas maneras, aún y con el despido de
Frank Darabont, con el recorte de presupuesto, que fue
muy visible en los zombis que vimos en este episodio, un equipo de guionistas nuevos y la presión que desde los despachos de
AMC se está lanzando contra la serie, le daré un voto de confianza. Sigue siendo, pese a todo, una buena serie de zombis.
Fuente: Series TV Blog