No, si deseo botar algo y no encuentro un lugar, o llevo o busco una bolsa, o la guardo en los bolsillos o mochila hasta encontrar el lugar correspondiente para depositar cualquier desecho.
Lo hago con la esperanza de que alguien al verme pueda plantearse la posibilidad de que al momento de tener basura para botar al suelo, al menos, en esa ocasión, lo piense dos veces.
El grado de civilización que demuestra un pueblo, ciudad o país limpio, parte por el individuo pero sólo es posible a través de la cooperación voluntaria entre los miembros del grupo. La mejor acción que uno puede hacer en este contexto es que cuando se vea a alguien tirando basura a los espacios públicos y pulcros, quien cree en el valor de la limpieza como un estado mejor de cosas recoja aquello que el otro botó sin juzgar y por el sólo amor a hacer el bien que necesariamente implica avanzar hacia estados más perfectos; demostrar superioridad y solidaridad para quien no está haciendo las cosas bien brindándole un ejemplo de acción: esa es la llave de la real evolución moral.