El dicho que dice que la realidad supera la ficción, está más vigente que nunca gracias a emocionante historia de un socio llamado Tawan.
El joven que vive en Bali, Indonesia, es carpintero de oficio, pero hace seis meses tuvo que chantar la máquina a raíz de un infarto que hizo que su brazo izquierdo se le paralizara completamente.
El lolo y padre de tres chicuelos no se echó a morir. Se puso a exprimir su mate, aplicó sus conocimientos en ingenería mecánica adqueridos en el cole y se instaló a ver tutoriales en YouTube con el objetivo de impulsar un proyecto que le permitiera volver al laburo.
Tras recolectar muchos pedazos de chatarra tales como partes de bici, de motos, de computadores y de lo que pillara en la basura para poder enchularse su brazo nada menos que como el mismo Iron Man.
Lo más brigído de todo, es que Tawan logró desarrollar un sistema que consiste controlar con su mente todos los movimientos de su tecnológica extremidad gracias a unos electrodos.
“Necesito concentrar mi mente para poder mover mi brazo”, dijo el asiático quien afirmó que su nuevo chiche es mucho más nitído que el de carne y hueso.