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Un anciano japonés muere después de ser rechazado en 25 hospitales

tav245

Hincha Huevas
Registrado
2011/09/26
Mensajes
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Un hombre de 75 años de edad ha fallecido en una ciudad japonesa después de que todos los hospitales locales rechazaran su ingreso.
El anciano, residente en la ciudad de Kuki, sintió dificultades al respirar y llamó a una ambulancia. Los médicos hicieron decenas de llamadas a los 25 hospitales de la prefectura de Saitama, pero ninguno pudo aceptar al paciente. El motivo del rechazo fue la falta de camas y especialistas para atenderlo.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/88189-japon-anciano-hospital-muerte-saitama


D
esde que la salud se convirtió en un negocio, a los hospitales no les conviene que se les muera la gente ahí. :(
 
Falta de camas y de especialistas? Por acá no es muy diferente la cosa :nonono:
 
No va a faltar el disléxico (léase peter la anguila, o el conde de la pintana, etc) que ahora dirá que shile es mejor que japón, JAJJAJAJA.
 
un viejo menos en Japón no hace diferencia :troll:

rara la wea, igual se supone que esos weones tienen estándares mas altos en cuanto a beneficios públicos (que no baratos)
 
no se suponía que los ancianos son muy importantes en japon
 
Chuuu... donde chucha quedo la honorabilidad nipona... :sm:
 
me da la impresion que lo de las camas es una excusa, lo que en realidad sucedio es que el viejito pertenecia al grupo de los burakumin

Sistema de castas

En el sistema de estatus formalizado durante la era Tokugawa, que empezó en el siglo XVII y duró hasta finales del siglo XIX, se arraiga un sistema de castas de 5 niveles.

Los samurais estaban en la cúspide, seguidos por los granjeros, mientras que los carniceros, curtidores y sepultureros estaban en la base. Éstos hacían cualquier trabajo considerado impuro.
La restauración liberal Meiji en el año 1871 trajo poco alivio. En un artículo del año 1999 del Diario de Derechos Humanos de Harvard, Emily Su-lan Reber señalaba que en 1880 el ministro de justicia japonés se refería a los burakumin como "la gente más baja, semejante a los animales".

Cuarenta años más tarde un asentamiento buraku fue demolido por el gobierno regional de Oita justo antes de la visita del entonces emperador porque contenía "criminales y vagabundos" y era un "peligro para la salud".
La discriminación oficial exacerbada por el ostracismo social y económico significaba que de generación en generación los estándares de vida y los niveles de alfabetismo estuvieran muy por debajo de los del resto de los japoneses.

La desventaja social y el ostracismo continúa aún hoy a pesar de los esfuerzos oficiales para eliminar la disparidad económica. A los burakumin todavía se les considera una especie diferente por las clases altas japonesas. De ellos se dice que tienen sangre y huesos diferentes, que tienen genitales más grandes o que son animales y corren más rápido porque tienen piernas de conejo. Algunos japoneses se refieren a ellos como los cuatro dedos o las bestias de cuatro patas.
Sistema de registro eficiente

Aun aquellos burakumin que pueden ir a la escuela, al bachillerato o a la universidad, estudiar y obtener títulos académicos no pueden obtener trabajos porque los japoneses han logrado perpetuar un sistema de discriminación basado en el koseki o registro del pasado familiar. El koseki, que se remonta cientos de años atrás, es el sistema de control social más eficiente del mundo.

Una práctica difícil de erradicar

El koseki es la clave del pasado familiar y lo usan las compañías cuando quieren seleccionar candidatos potenciales y por los padres cuando buscan pareja para casar a sus hijos. Siempre que hay una decisión importante, o para una selección en un empleo o en matrimonio, el pasado familiar se revisa, con el fin de saber si se es o no un burakumin.


El uso del koseki de este modo ha sido ilegal durante cerca de tres décadas. Pero largas listas de burakumin han sido recopiladas, vendidas y transcritas en bases de datos electrónicas que son adquiridas aún por prestigiosas empresas del Japón como Toyota, Nissan y Kubota.

Los suaves castigos aplicados a las empresas que llevan a cabo esta práctica ilegal no dejan esperanza de que los burakumin vayan a tener un futuro mejor. Cuando las compañías o empresas son halladas practicando este tipo de verificaciones del pasado familiar a potenciales candidatos para saber si son burakumin o tienen ancestros coreanos o chinos, a lo sumo se les aconseja mejorar sus prácticas de capacitación. Por esta razón, todavía muchos continúan con esta práctica discriminatoria.

asi con la honorabilidad japonesa y oriental, por que esto sucede en china, corea, tailandia, etc.
 
No me convence eso de la falta de camas o de especialistas. Mas me huele a que el viejito era pobre y sin hijos que se hicieran cargo de él.
Según yo, en japón los ancianos no tienen pensión, viven con los hijos, por lo que, si los perdieron o los hijos los abandonaron, quedan a su suerte
 
Lamentablemente la salud a pasado de ser un beneficio y un bien a la sociedad a un vil negocio.
 
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