cabeza de huevo
Hij@'e Puta
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Como tiemblan los niños y lo temen
todo en la ciega oscuridad,
así nosotros en la luz tememos
a veces lo que no es más temible,
que lo que los niños en la oscuridad
contemplan con terror...
Carl Sagan, El mundo y sus demonios
Una historia sin desperdicio. Léanla y les surge algún comentario, bienvenidos será. Explica varias cosas "inexplicables"
fuente: http://www.xatakacie...o-se-lo-creyo-i
todo en la ciega oscuridad,
así nosotros en la luz tememos
a veces lo que no es más temible,
que lo que los niños en la oscuridad
contemplan con terror...
Carl Sagan, El mundo y sus demonios
Una historia sin desperdicio. Léanla y les surge algún comentario, bienvenidos será. Explica varias cosas "inexplicables"
Lo habitual es que si alguien ve un fantasma es que crea que ha visto un fantasma.
Vic era un ingeniero eléctrico de profesión e invertía gran parte de su tiempo en indagar los fenómenos que llamaban su atención, incluidos los fantasmas. En 1998, Vic trabajaba para una compañía que diseñaba y fabricaba equipos de cuidado vital para hospitales, cuyo laboratorio se decía que estaba habitado por un fantasma.
Vic siempre había sido escéptico respecto a esas habladurías. Hasta que un día la vivió en primera persona: una noche, mientras trabajaba hasta tarde, empezó a sentir frío y una incomodidad inconcreta. A continuación, sintió cómo alguien le estaba observando. Levantó la vista y atisbó una figura borrosa gris que emergía del lado izquierdo de su visión periférica. Vic dio un respingo y se sintió de pronto aterrorizado. Logró reunir el coraje necesario para volverse y mirar la figura. Al hacerlo, la figura se esfumó y desapareció.
Justo como ocurre en las películas de terror.
En dichas circunstancias, cualquier persona siente un miedo completamente irracional. Yo mismo he tenido experiencias de este tipo y os garantizo que soy más cagueta que nadie. Pero una cosa es sentir un terror repentino y otra cosas es creerse el resto de tu vida que has visto algo sobrenatural. Vic, como buen científico y escéptico, no se lo creyó.
Lo que creyó es que los fenómenos extraordinarios requieren de pruebas extraordinarias, y era obvio que una simple visión fugaz de una forma gris no era una prueba de absolutamente nada. Lo primero que pensó Vic que tal vez alguno de los frascos que contenían agentes anestésicos pudo haberse derramado en su mesa, provocándole alucinaciones. Pero, tras comprobarlo, descubrió que no era el motivo. Con todo, siguió dándole vueltas al asunto mientras volvía a su casa, intentando racionalizar el miedo que aún sentía.
El problema es que, al día siguiente, el pobre Vic fue víctima de otra experiencia sobrenatural todavía más extraña
Vic, además de ingeniero electrónico, era un aficionado a la esgrima, y justo aquel nuevo día tenía que disputar un combate de esgrima. De modo que se trajo su florete al trabajo, justo al laboratorio donde había sufrido la experiencia sobrenatural. Al depositar el florete sobre la mesa de trabajo, éste empezó a vibrar misteriosamente. Como si el florete estuviera bajo algún tipo de sortilegio (¡conviértete en vibrador!, o algo así).
Pero Vic persistió en intentar buscar una explicación racional a todo aquello, tal y como explica Richard Wiseman en su libro Rarología:
Deslizando cuidadosamente la mesa a lo largo del suelo pudo observar que el movimiento tenía su punto máximo en el centro del laboratorio y disminuía paulatinamente hacia cada extremo de la habitación. Vic dedujo que en el lugar había una onda de sonido de baja frecuencia que no era percibida por el oído humano. Una mayor investigación confirmó sus sospechas. Rastreó la fuente de la onda hasta llegar a un ventilador que hacía poco se había instalado en el sistema de extracción de aire. Cuando el ventilador se ponía en funcionamiento, el florete vibraba. Cuando aquél se apagaba, éste permanecía quieto.
Lo que pronto descubriría Vic es que estas ondas, generalmente llamadas “infrasonido”, pueden provocar efectos extraños, como la visión de figuras fantasmales. Ciertas frecuencias pueden causar vibraciones del globo ocular y, por tanto, la distorsión de la visión.
Las ondas también pueden mover pequeños objetos y hasta que una vela titile de forma extraña, tal y como sucede en los relatos de muchas casas encantadas.
Al escribir sobre sus experiencias en las páginas del Journal of the Society for Psychical Research, Vic especuló sobre que ciertos edificios pueden contener infrasonidos (quizás provocados por fuertes vientos al soplar a través de una ventaba abierta, o el ruido sordo del tráfico cercano) y que el extraño efecto de estas ondas de baja frecuencia puede hacer que algunas personas crean que el lugar está encantado.
Hay muchas fuentes de infrasonido a nuestro alrededor, por ejemplo las olas del mar, los terremotos, los tornados y los volcanes. Hay quienes sugieren que fue el infrasonido el responsable de la presunta huida de animales antes del tsunami de 2004 en Asia: muchos animales son sensibles a frecuencias indetectables para el oído humano, como ya sugería el científico victoriano Francis Galton a comienzos de la década de 1880.
El sonido de baja frecuencia también ha sido investigado por los militares como la posible base para el desarrollo de armamento acústico, e informalmente se le llama la temida “nota marrón”, porque presuntamente puede movilizar los intestinos de las personas, provocando que defequen.
Vic no pudo evitar entusiasmarse frente a este descubrimiento, y fue el inductor de que se investigaran pequeñas corrientes de aire que literalmente pueden hacer que veamos a Dios
Richad Wiseman, junto a la experta en acústica Sarah Angliss, llevaron a cabo un experimento para probar hasta qué punto los infrasonidos podían ser los responsables de nuestras visiones místicas.
Para ello reunieron a un grupo grande de personas que debían relatar cómo se sentían en cada momento, mientras eran sometidos a infrasonidos o no, según. Sarah tuvo la idea de incorporar secretamente infrasonido a ciertas piezas ejecutadas en un concierto en directo, para descubrir si la onda afectaba a la forma en que la audiencia percibía la música.
Junto a los especialistas en acústica del Laboratorio Nacional de Física, Richard Lord y Dan Simon, pues, celebraron dos conciertos inusuales en una de las principales salas de conciertos del distrito South Bank de Londres.
Cada concierto consistiría en varias piezas de música para piano contemporáneas, ejecutadas por el afamado pianista ruso GéNIA. En cuatro momentos del concierto, se le pediría a la audiencia que completara un formulario que medía su respuesta emocional a la música y que dejara constancia de cualquier experiencia fuera de lo común, tal como una sensación de hormigueo o de frío súbito. Justo antes de dos de estos puntos, el auditorio sería inundado de infrasonido. Ambos conciertos sería idénticos, salvo por el momento del infrasonido.
Cada concierto se celebró con un público de 200 personas. El resultado de las encuestas era inequívoco: se manifestaron muchas más experiencias extrañas durante las piezas en las que se incorporó el infrasonido, una media de alrededor de un 22% más de experiencias inusuales en esos instantes. Una cifra nada trivial.
Los resultados fueron tan llamativos que los investigadores no tardaron en recibir propuestas de parques de atracciones para usar infrasonidos en sus pasajes del terror, para así hacerlos todavía más aterradores.
Otros académicos fueron más allá y sugirieron que incluso los infrasonidos podrían estar relacionados con las supuestas experiencias sagradas, entre ellos Aeron Watson y David Keating, de la Universidad de Reading. Ambos construyeron un modelo en ordenador de unas tumbas subterráneas del neolítico escocés.
Por medio de este modelo, los investigadores afirmaron que el lugar tiene una frecuencia infrasónica de resonancia tal que una persona que golpee un tambor de treinta centímetros puede producir poderosas ondas de baja frecuencia. Otros han sugerido que los grandes tubos de los órganos en ciertas iglesias y catedrales son capaces de producir efectos similares. (&hellip Esto sugiere que las personas que experimentan un sentido de espiritualidad en la iglesia quizás estén reaccionando al sonido extremadamente bajo producido por los tubos.
En definitiva, un simple ruido inaudible, el mismo que algunos creían que podría hacer que nos defequemos encima (supuesto que fue desestimado en un glorioso capítulo de Myth Busters, aunque en otro capítulo de South Park lo llevaron hasta el extremo de hacer que toda la población se lo hiciera encima), ese mismo sonido marrón, podría estar detrás de los cuentos de fantasmas y de casa encantadas, podría fortalecer nuestra espiritualidad.
En definitiva, no confiéis demasiado en vuestros sentidos (en los juicios ya no lo hacen: una afirmación debe de tener respaldo probatorio aunque alguien esté seguro de lo que vio u oyó). No os dejéis arrastras por ideas preconcebidas, y menos si suponen la violación de las leyes naturales que conocemos. No os fiéis demasiado en vuestra opinión y sí de la investigación. Pensadlo la próxima vez que sintáis vibrar vuestros intestinos o creáis haber visto a Dios.
fuente: http://www.xatakacie...o-se-lo-creyo-i