Hay un momento, justo en el inicio de la película, en el que se ve la llegada a la Luna de Armstrong, el 20 de julio de 1969. En la película -arriba tienen el fotograma-, uno de los protagonistas ya se encuentra allí, el Dr. Manhattan. Armstrong susurra: Buena suerte, mister Gorsky.
El director, Zack Snyder, se ha atrevido a meter en su película una de las mejores anécdotas de la carrera espacial. La historia es la siguiente. Amstrong, en una de las conversaciones grabadas por la NASA durante el vuelo lunar, dijo: Buena suerte, mister Gorsky.
A su llegada a la Tierra, después de lo de "un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad", se le preguntó que había querido decir con lo de Mister Gorsky. El astronauta, el primer hombre en pisar la Luna, se negó a desvelar el significado de la frase. Se amparó en que era un asunto privado. Tal y como me lo contaron, los periodistas le interrogaron de forma machacona en distintas ruedas de prensa por la cuestión, hasta el punto de que el servicio de relaciones públicas de la NASA prohibió cualquier alusión al tema. Pero a las propias autoridades americanas les inquietaba ese enigmático Buena suerte, mister Gorsky.
La CIA y el FBI investigaron a Armstrong, ante la sospecha de que aquella referencia a un apellido de alguien de un país del Este podría encerrar una clave secreta. Eran tiempos de la Guerra Fría. Los servicios secretos no encontraron nada. La historia fue cayendo en el olvido.
Ahora pasamos a los años 90. No recuerdo qué astronauta de las misiones Apolo fue preguntado por aquella frase por algún investigador que todavía recordaba el enigma. Esta persona contó toda la verdad.
Cuando Armstrong era pequeño ya estaba obsesionado por viajar a la Luna. Vivía en esos barrios norteamericanos de clase media-alta, con adosados y jardines comunes. El futuro astronauta repetía una y otra vez que el iría a la Luna. Tras el ataque de Pearl Harbour, juró subir a nuestro satélite y bajar en picado para bombardear Japón.
Un sábado, Armstrong jugaba al baseball en la calle con su hermano cuando encajaron la pelota en la case de los vecinos, los Gorsky. Fue el futuro piloto el encargado de ir a buscarla. Se coló entre los setos y al final la vio debajo de la ventana del dormitorio de los Gorsky. Allí escuchó una frase que la señora Gorsky gritaba a su marido:
- ¡Sexo oral! Tú tendrás sexo oral conmigo cuando el pequeño de los Amstrong vaya a la luna.
Notable.
