Luis Suarez 7
Manfinfler@
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De Arrascaeta viene en su pico más alto.
Se veía venir. Rompía los ojos que la vuelta de Giorgian De Arrascaeta a la selección uruguaya estaba al caer. El maestro lo confirmó en la lista definitiva y el enganche vendrá para jugar ante Venezuela y Colombia por las fechas 9 y 10 de las Eliminatorias camino al Mundial de Rusia 2018.
En primer lugar, porque cumple todos los requisitos que el cuerpo técnico maneja como prioridad: es formado en este proceso de selecciones, conoce todos los rincones del Complejo Celeste y se encuentra siendo protagonista en un fútbol competitivo como lo es el brasileño. Entiende a la perfección la metodología de trabajo y no necesita de un tiempo de adaptación con el grupo.
Segundo, porque tiene ciertas características que no abundan en el fútbol uruguayo y entre los que las tienen jamás se han podido asentar en el puesto. Nicolás Lodeiro, a partir de 2009, y Gastón Ramírez, desde 2010, han sido los encargados de conducir el fútbol de la selección pero se han ido pasando la posta constantemente. Partidos buenos, malos y más que nada regulares hicieron que incluso que el DT opte por poner otro sistema de juego o retrasar un delantero.
Tercero, porque desde que apareció en Primera está pasando su mejor momento individual. Aunque el Cruzeiro ahora está peleando en la zona baja del Brasileirao, Giorgian ya acumula en este 2016 (entre torneo Estadual, Liga y Copa de Brasil) sus mejores números: 42 partidos, 10 goles y 15 asistencias.
Para tomar como parámetro, el año pasado, en su primera temporada en el conjunto de Belo Horizonte, marcó nueve goles y dio dos asistencias en 43 encuentros e incluso jugando un torneo más: la Copa Libertadores. Antes en Defensor Sporting, en tres temporadas, disputó 65 partidos, marcó 18 goles y dio 17 asistencias.
Los números hablan de un crecimiento, una evolución y una adaptación al fútbol norteño de este chico de 22 años. Tiene buen manejo de pelota, cambio de ritmo y encima, es determinante en los últimos de cancha. Es capaz de poner un pase entre líneas y también, de destrabar un partido con una pelota parada. Tiene todas las condiciones para ser el nexo que Luis Suárez y Edinson Cavani necesitan.
Se veía venir. Rompía los ojos que la vuelta de Giorgian De Arrascaeta a la selección uruguaya estaba al caer. El maestro lo confirmó en la lista definitiva y el enganche vendrá para jugar ante Venezuela y Colombia por las fechas 9 y 10 de las Eliminatorias camino al Mundial de Rusia 2018.
En primer lugar, porque cumple todos los requisitos que el cuerpo técnico maneja como prioridad: es formado en este proceso de selecciones, conoce todos los rincones del Complejo Celeste y se encuentra siendo protagonista en un fútbol competitivo como lo es el brasileño. Entiende a la perfección la metodología de trabajo y no necesita de un tiempo de adaptación con el grupo.
Segundo, porque tiene ciertas características que no abundan en el fútbol uruguayo y entre los que las tienen jamás se han podido asentar en el puesto. Nicolás Lodeiro, a partir de 2009, y Gastón Ramírez, desde 2010, han sido los encargados de conducir el fútbol de la selección pero se han ido pasando la posta constantemente. Partidos buenos, malos y más que nada regulares hicieron que incluso que el DT opte por poner otro sistema de juego o retrasar un delantero.
Tercero, porque desde que apareció en Primera está pasando su mejor momento individual. Aunque el Cruzeiro ahora está peleando en la zona baja del Brasileirao, Giorgian ya acumula en este 2016 (entre torneo Estadual, Liga y Copa de Brasil) sus mejores números: 42 partidos, 10 goles y 15 asistencias.
Para tomar como parámetro, el año pasado, en su primera temporada en el conjunto de Belo Horizonte, marcó nueve goles y dio dos asistencias en 43 encuentros e incluso jugando un torneo más: la Copa Libertadores. Antes en Defensor Sporting, en tres temporadas, disputó 65 partidos, marcó 18 goles y dio 17 asistencias.
Los números hablan de un crecimiento, una evolución y una adaptación al fútbol norteño de este chico de 22 años. Tiene buen manejo de pelota, cambio de ritmo y encima, es determinante en los últimos de cancha. Es capaz de poner un pase entre líneas y también, de destrabar un partido con una pelota parada. Tiene todas las condiciones para ser el nexo que Luis Suárez y Edinson Cavani necesitan.