* El Director del SS Biobío, Aldo Yáñez, explicitó ayer las variables que pesaron a la hora de renovar flota y equipamiento para salud.
El director del SS Biobío se defendió ayer por la adquisición del vehículo. Por los altos estándares de seguridad y economía, el Toyota tiene una alta demanda. La Policía de Investigaciones y otros servicios también lo han escogido, representó.
Economía y calidad primaron en la selección del auto Toyota Camry para el Servicio de Salud Biobío, como parte de una flota de vehículos que fueron repuestos en esa repartición.
Así lo deja de manifiesto el director del Servicio de Salud Biobío, Aldo Yáñez, quien aclara que el auto fue seleccionado por un equipo técnico de trabajo, encabezado por la subdirectora administrativa, Pilar López Alarcón, quien, a su vez, asegura que se privilegió la calidad en las adquisiciones, no sólo de los vehículos, sino de todo el equipamiento. Ejemplo de ello, dijo, son las camas con que cuenta el hospital: las mejores del mercado.
Así que este informe técnico, no es sólo para este vehículo, sino para todos los que se repusieron, aclaró Yáñez, y que corresponde al 50 % de la flota que tiene este servicio en la zona.
La adquisición del Toyota Camry 2.4, gris metálico y del año fue cuestionada por el presidente del Colegio Médico de Los Angeles, Miguel Angel Sepúlveda. Este facultativo hizo notar que “no es posible que los mandosmedios de la administración pública estén dando este mal ejemplo”, yendo en contra de las instrucciones presidenciales de mostrar austeridad y entrega hacia la gente. Más, cuando el valor del auto no guarda relación, dijo, con los problemas que se están viviendo con la atención de los pacientes.
En sus descargos, el titular del SS Biobío hizo hincapié que para seleccionar el automóvil que costó $16 millones y pasó a reemplazar a un antiguo Peugeot, se basaron en criterios de seguridad, funcionalidad, economía, durabilidad, y calidad. La compra se hizo pensando en una duración mínima de 10 años, para un recorrido de 600 mil kilómetros, teniendo en cuenta que se usa un promedio de 60 mil kilómetros por año.
Yáñez dijo que no tiene auto ni chofer asignado; se traslada en su propio auto porque cuando asumió su cargo el 1 de septiembre de 2006, entregó el vehículo y el chofer a la flota general del Servicio de Salud, por lo que “aquí no hay autos ni choferes personales”.
El promedio de inversión anual en los últimos años en este Servicio, ha sido sobre los 1.500 millones de pesos, cifra que se ha triplicado en los últimos cinco años, dijo.
Renovación total
En los últimos 10 meses el Servicio de Salud Biobío ha renovado casi el 50% de su flota de vehículos: 20 de una dotación de 46 fueron repuestos, entre ellos, ambulancias, por contar con un promedio de 15 años de antigüedad y más de 600 mil kilómetros de recorrido, por lo que ya no respondían a los esquemas de seguridad y calidad en el transporte de los profesionales, sostuvo Yáñez.
Debido a esto, han dado de baja 7 vehículos y se han adquirido 17 nuevos, entre los que se encuentran 6 ambulancias, 2 camionetas, 2 vehículos para rondas médicas y 5 furgones para transporte de personal.
A ello, se le suma la Clínica Odontológica Móvil con un costo superior a $ 50 millones .
También se espera otras 5 ambulancias, todas de marcas Mercedes Benz, debido a que es la única marca que cumple con las normas de altura.
no sera musho 16 palos para un vehiculo??---
osea.. si todo esta en orden.... esta bien un auto para la autoridad... pero no sera un poco caro??