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Los pasajeros del avión
Boeing 737 que aterrizó de emergencia este miércoles en el
Aeropuerto Internacional de Punta Cana, manifestaron el pánico que sintieron cuando desde la cabina de radio les anunciaron que había que retornar debido a rupturas en el tren de aterrizaje.
En la aeronave que partió de la citada terminal con 158 pasajeros a bordo, y que se dirigía al aeropuerto de
Santiago de Chile, los pasajeros escucharon “que algo explotó”, enterándose luego que debían durar dos horas en el aire, hasta agotar el combustible, para que el aterrizaje fuera menos peligroso.
“Fue la mano de Jehová que hizo aterrizar ese avión tan fácil”, indicó una pareja de esposos, quienes se iban de vacaciones para
Chile y optaron por salir desde Punta Cana porque encontraron un vuelo económico, según publica Diario Libre.
El doctor
Modesto Frías, coordinador del Centro Regional de Ambulancia, informó que acudieron con personal y movilizaron varias ambulancias desde distintos puntos del municipio
Higüey, porque se prepararon para lo peor, que gracias a Dios no ocurrió.
“Se activaron los hospitales, de Higüey y de
La Romana, porque había 158 personas en el avión y nos preparamos para lo peor. Otras ambulancias en la región estaban con la cara para Punta Cana, pero no fue necesario que llegaran”, explicó.
Mientras el avión de la aerolínea
Latin American Wings (LAW) estuvo en el aire gastando el combustible para retornar, en tierra se montó un amplio dispositivo de emergencia, con la presencia de miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y Aviación, la Fuerza Aérea, el
Cuerpo de Bombero Local, la
Defensa Civil y el
Ministerio de Salud Pública.
La mayoría de los pasajeros del frustrado viaje eran haitianos. La línea aérea que contrataron para viajar a Santiago de Chile transportó a los viajeros hacia un hotel en la zona de
Bávaro, en este distrito municipal de Punta Cana, y tiene planificado volar con ellos otra vez el próximo viernes.