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Mentiras, Mitos, Misterios Sin Resolver, Creepy Pasta, etc

Broderitos:
Conchalí, 1985 Zapadores con General Gambino de noche.
En una noche x fuimos con mi mamá y una prima grande a comprar a un supermercado que quedaba cerca, cuando vemos unos 10 cabros 8 (de unos 8 a 10 años) mirando hacia el interior del patio de la entonces escuela DNº 116 (de la cual yo era alumno). Los cabros en cuestión lucian un tanto alterados, por lo que mi madre les pregunta que pasa y ellos le responden que habían visto unos duendes, al fondo del patio nosotros nos pusimos a mirar y no veíamos nada, poco a poco se empezó a juntar mas gente, la cual veía al fondo del patio los mentados duendes. Luego de un rato mi mamá se chorió y fnos dimos la vuelta por fuera del colegio para ver que pasaba al otro lado del patio, en ese momento vimos a cabros más grandes (de unos 15 años) que andaban mirando también lo que pasaba, ellos vivian al frente a esa muralla, por lo que mi mamá le pide unas velas para iluminar esa parte del patio del colegio por medio de un orificio que había en la muralla. Cuento corto no vimos nada, pero grande fue la sorpresa cuando volvimos al primer lugar donde estaban los cabros chicos ya estaba lleno de gente, que había visto " los ojos luminosos" de los duendes, mi mamá les pregunto donde los vieron y fue justo el lugar donde predimos las velas para ver que pasaba..asi que mi mamá volvió a la muralla trasera y siguió agarrando pal webeo a medio conchalí movía la vela de un lado a otro, incluso prendió hasta dos velas incluso, recuerdo que llego prensa escrita a cubrir la noticia. Lo cuatico que la gente no se atrevía a ir donde estabamos nosotros jugando la broma...luego nos aburrimos y nos fuimos a acostar. Así funciona la psicología social, solo bastó con que alguien viera algo y paf nació chocapic.

https://books.google.cl/books?id=MN...age&q=duendes escuela DN 116 conchali&f=false

Saludos
 
a todo esto, en jaloguin pasado fui con unos amigos a jugar airsoft a una salitrera al interior de antofagasta. Ibamos caminando despues del juego por medio del pueblo y a lo lejos se veian luces como linternas y fuimos pa alla pensando que era otro lote que supuestamente tambien iba a ir. La wea es que nunca encontramos a nadie y las luces seguian weando a lo lejos todo el rato. Lo grabe con el celular pero tal como dice el weon de star trek, capitan, no se ve niuna wea. Esas weas chinas no estan hechas para grabar de noche, al menos lo intentamos. Y la sensacion de que te estan mirando en mala es brigida...Eso.

A varios familiares le ha pasado eso, una prima, abuelo, un tio padre de mi prima, mi abuelo e incluso yo cuando era chico aunque solo cuando estuve en vacaciones en el pueblo de la tirana y en tarapaca. Es llamativo que siempre sea en el desierto, quizás sea sugestion. Ahh y ahora me acorde de un compañero de curso que tenia una foto con un fastasma detrás , cuando andaba en las salitreras. Lo vi en chilevision.
 
A varios familiares le ha pasado eso, una prima, abuelo, un tio padre de mi prima, mi abuelo e incluso yo cuando era chico aunque solo cuando estuve en vacaciones en el pueblo de la tirana y en tarapaca. Es llamativo que siempre sea en el desierto, quizás sea sugestion. Ahh y ahora me acorde de un compañero de curso que tenia una foto con un fastasma detrás , cuando andaba en las salitreras. Lo vi en chilevision.

lo que pasa es que todo es desierto y uno cree que no deberia haber ruidos ni luces, pero ante cualquier cosa uno se sugestiona, por algo les llaman "pueblos fantasmas" y el que tengan el cementerio ahi mismo como que no ayuda mucho.
 
Voy a contar mi historia de chico que siempre recuerdo como dije en el pueblo de tarapaca. Pasa que toda la familia fue al pueblo que tiene mucha tradición de historias de estas. Paso que estábamos en una casa rustica, varias partes de tierra y otras de cemento, murallas de barro en general. Teniamos piezas grandes donde caian 4 camas grandes y se podían poner 4 mas al frente de cada una.

De pronto como a las 6 o 7 AM suena fuertísimo un pedazo de metal grande que no recuerdo para que era, pero que nunca se debio golpear tan fuerte contra el piso. Todos despertamos y nunca encontramos razón para eso.

Un dia que no recuerdo, tanto tiempo tenia como 10 años, veo como que se ilumina un sector del dormitorio (nunca me lo habían mostrado, ya que era un cuarto de aprox. 1,5 metros cuadrados y lo raro es que la única forma de entrar era por una ventana que daba a nuestro dormitorio, no tenia puerta).

me llamo la atención y como estaba aburrido me meti. Entre y el piso era de tierra, tenia un olor como a cementerio pero como niño empiezo a buscar por si encuentro algo divertido. De pronto siento como un viento fuerte que me entra, como cuando se fuma yerba o cigarrillo y como que se ilumina todo. No fue nada como para alarmarse pero si raro, el tema es que sali por la ventana y no comente nada a nadie (no lo encontré importante quizás, no creo que haya sido temor o trauma).

Pasaron como 10 o 12 años y mi tio me conto en chiste que habían encontrado unos documentos diabólicos en otro sitio de la casa (donde siempre se decía que se sentían cosas raras. eso de niño lo sabia, por lo que hablaba la familia). En ese lugar encontraron un mapa de un supuesto tesoro y estaba en la habitación donde yo había entrado. En ese cuarto había un cadáver y abajo un tesoro supuestamente que según se nunca fue encotrado.
 
Yo lo mas que he tenido de paranormal han sido las historias que les contabamos a los primos para hacerlos cagar de miedo (yo era mayor que ellos y los engrupia con historias qlas :yaoming: ), luego ellos nos contaban otras de campo que nos dejaban :eek:
 
Ya compadritos, seguimos.

Capítulo 2

¡Váyanse todos a la mierda hijos de puta! ¡Todos en pie de una vez! ¿¡Qué carajo están haciendo durmiendo todavía!? ¡¿Por qué no están en sus habitaciones?

Los gritos de alguien enojado me despertaron. Sentí un dolor en el cuello por haberme quedado dormido en la silla, y todavía sentía el “Jet Lag” del viaje. Había tenido una pesadilla en donde me encontraba en una habitación oscura, y tenía la sensación de que alguien o algo estaba respirando detrás de mí. Por más que traté no pude ver que era lo que respiraba. Me alegré porque me despertaron, pero el bocón hijo de puta se iba a ganar una paliza por todo el alboroto.

Mientras todo eso fue procesado por mi mente agotada, ya estaba de pie y poniendo atención. Mi visión nublada reconoció a un hombre en uniforme de campaña, con la barra de oro de un teniente en la solapa. Estaba cabreado, pateando sillas y despertando a todos.

Me había quedado dormido en mi uniforme, todavía cubierto de polvo de carbón, y con mis botas polvorientas por el piso de tierra y el polvo del carbón. Mis ojos estaban arenosos y yo era un saco de huesos profundamente cansado.

- ¡Este es el maldito ejército de los Estados Unidos de América, no una guardería de niñas!
¡Levántense!" - Se las arregló para gritar e intimidarnos en una formación de cuatro de ancho y cuatro de profundidad. El teniente se paró frente a nosotros en posición de descanso. - ¡Ustedes son los hijos de puta más miserables que he visto en mi vida! ¿Dónde está el suboficial? Todos miramos alrededor.

- Soy yo, señor – dijo un chico con el pelo gris, dando un paso adelante. Oh Dios, todo lo que tenía en el cuello era una insignia de cabo. Todo el mundo a mi alrededor estaban por debajo de él en sus rangos.

- ¿Quién es el oficial a cargo de esta mierda de idiotas? – preguntó

- Usted señor – respondió el cabo, mientras reprimía una sonrisa en su expresión.

- ¡Usted, soldado Monkey! Vaya a despertar a todos los demás. Quiero una formación afuera en 20 minutos – Me percaté de que el uniforme del teniente estaba planchado y lavado con suavizante, sus botas también estaban cuidadas al extremo.

- Señor esto es todo el mundo – dijo el cabo, agarrándome el brazo antes de que pudiera partir – esta es toda la unidad. Dormimos aquí para entrar en calor.

El teniente parecía que iba a explotar, estaba cabreados y se notaba. Nos miramos entre todos. Todo el mundo se presentó ante mí. Fuera de todos los que estaban presentes, yo era el único que no había sido enviado desde otra unidad, el único que no había ido a la cárcel, el único que no llevaba ni dos años en el ejército. La única explicación que podría imaginar para haber sido enviado a esta mierda es el hecho de haber entrado a la formación básica del ejército con esposas en las muñecas.

Nos separamos y volvimos a nuestras habitaciones para cambiarnos y vestirnos con el equipo oficial. Me di una ducha; el agua estaba caliente, y el jabón lavó los sentimientos persistentes de la noche anterior.


Planché mi uniforme sobre la mesa, poniendo una toalla húmeda en el escritorio. Apliqué un poco de trabajo en mis botas extras y listo. Una afeitada rápida y de nuevo a la sala de estar. Todo el mundo estaba allí de pie en uniforme, y el teniente miró enojado.

- ¿Por qué estos relojes tienen diferentes horas? – se burló.

- El primero es la hora local, el segundo es la zona zulu, el tercero se sincroniza con el Pentágono, y el último se sincroniza con el NORAD, señor" - respondió una mujer. Ella era soldado de primera clase, y tenía una pierna ortopédica. topédica en. Me di cuenta de que sus tetas llenaban su blusa del uniforme de combate.

- ¿Quién ordenó esta mierda? – gruñó el teniente.

- Señor, estaba en el paquete de órdenes que abrimos al llegar aquí – dijo la soldado Stokes.

- ¿Cuál paquete de operaciones? – gritó. Que bien, este hijo de puta muestra un gran liderazgo.

- Carter, agarra las órdenes de operación – gritó otro tipo, Mann. El encargado de los cuartos entró en la habitación con un manual grande.

- ¿Por qué nadie me había entregado esto ya? – respondió el teniente encabronado. Todos nos habíamos dado cuenta de que este tipo iba a ser un problema.

- Usted no se registró teniente, y no habían órdenes para esto en la mañana – respondió Carter. El teniente le quitó el manual a Carter y salió tirando un llavero de su bolsillo.

- Mierda, este hijo de puta va a ser un problema – dijo Mann. Sacó un paquete de cigarrillos Camel del bolsillo y encendió uno. Fui a la máquina expendedora y me compré una Coca-Cola. A estas alturas tenía menos de 5 dólares en la billetera.

Hablé con todos para averiguar qué tipo de imbécil iba a ser el teniente. En eso la puerta se reventó contra la muralla y la habitación se llenó de frío. Un hombre estaba de pie en la puerta con botas “Mickey Mouse”, guantes de combate en nieve, una máscara para el frío y un capuchón de goma, pantalones de nieve y una parka con capucha para este tipo de clima por sobre la cabeza. Tenía una caja sellada con un par de bandas de metal en sus manos. Dejó la caja sobre la mesa y se quitó la máscara.

- La quinta división envió esto. ¿Esta es la Especial de Armas 2/19? – Preguntó el tipo.

- ¿Quién puta quiere saber? – respondió el soldado detrás del escritorio. El hombre se río y respondió.

- Buena respuesta. Buena seguridad de operaciones también. ¿Quieren firmar esto?

- ¡Mason! - Gritó el soldado detrás del escritorio – ve a buscar al teniente.

Un tipo con ningún rango en el cuello, pero aún con las marcas de coser que signficaban que alguna vez había tenido un rango alto, asintió y se fue a buscar al oficial.

- Maldita sea, ustedes sí que están en el medio de la misma – se quejaba el visitante - El mensaje principal ni siquiera sabe dónde puta están ustedes y en todos los mapas dice “zona restringida”. Estúpida Guerra Fría. (A lo largo de los años esa frase se me hizo muy recurrente).

- ¿Por qué no se me notificó que venía en camino, soldado? – gritó enojado el teniente mientras entraba a la sala. La cara del visitante se volvió de una amistosa y fácil a una dura como el puto hielo que cubrá las ventanas.


- ¿Bueno? ¿Por qué no tengo notificación? Será mejor que responda, soy un oficial. (no me olvidaré nunca de esa frase).

El visitante se dio la vuelta, y se quitó la capucha. En su gorra posaba una insignia con una sola hoja de roble de oro.

- Igual que yo. Pero por mi rango de Mayor, no tengo nada que responderle a usted, teniente – miró cabreado mientras el teniente se puso blanco – Firmen rápido esta mierda para salir de esta basura y ver algo de civilización de nuevo.

Nuestro teniente balbuceó unas disculpas y firmó el portapapeles. El Mayor pateó la caja por el suelo y se fue a través del juego de puertas dobles. Ahí fue cuando entendí que las dos puertas servían como un bloqueo al aire que venía desde afuera, protegiéndonos del peor de los fríos. Afuera nevaba.

- No se queden parados como imbéciles, lleven la maldita caja a mi oficina – gritó el teniente. Me encogí de hombros, agarré la caja y se la llevé. Era bastante pesado, pero podía apañármelas.

Seguí al teniente al piso de abajo, y por alguna razón temí que la habitación más allá de la puerta que había bajo la escalera fuese igual que la habitación en la que había estado el día anterior. Me sentí aliviado cuando vi baldosas y bloques de hormigón, iluminados por una bombilla. Había una puerta a mi izquierda, los buzones a mi derecha, un mostrador con una brecha en ella, y una ventana encadenada que estaba blanca. Eso significaba que la nieve estaba sobre la puerta. Mierda.

Pasamos por una puerta detrás de los buzones, y nos encontramos con 3 puertas más. Un letrero recién pintado decía "1SG", la otra puerta tenía un "XO" y a la que entró el teniente, la sigla “CO”.

- Pon esa caja sobre la mesa, soldado. Y ponte allí en posición de descanso en caso de que te necesite – dijo el oficial.

Dejé que mi mente volara un poco mientras estaba allí, mientras el revisaba los documentos, sobres y papeles que tenía en el escritorio. Pilas completas de mierda burocrática. Lo vi sacar unos mapas, órdenes escritas a máquina, y más paquetes. Estaba gruñendo en varias cosas, pero no le tomé importancia. Me empezaron a doler las piernas y mis rodillas estaban cansadas.

El teniente salió de la oficina y volvió con un sándwich. El hijo de puta no me ofreció ni mierda, me tuve que quedar ahí hasta que finalmente levantó la vista y me dijo:

- Ve a buscar a todos los demás, que se formen en frente del edificio hasta que me aparezca.

¿En el frente del edificio? ¿Con la puta nieve? ¿Me está jodiendo de verdad este hijo de puta? Me recompuse, hice una mueca de aprobación y saqué mi culo de ahí.

Todos estaban sentados en la sala de día fumando cigarrillos y bebiendo algo. Stokes se había quitado la pierna ortopédica y le estaba aplicando los cuidados a su rodilla

- El teniente nos quiere afuera formados ahora mismo – les dije a todos.

- Oh, ¡esto tiene que ser una broma! - se quejó otra soldado; Cobb.


Me di la vuelta y miré para afuera. Todo estaba blanco y ni siquiera podía ver los pasos fuera del porche del edificio.

- Eso es lo que dijo – contesté – quiere que todos estemos formados en el estacionamiento al otro lado de la calle.

Todos nos quejamos por supuesto y fuimos resignados a nuestras habitaciones a ponernos el equipo para el frío. Cuando volví a la sala de día estaban todos excepto Stoker. La soldado Cobb tenía un manojo de cuerda 550 en las manos.

- Muy bien, todos vamos a tomar un trozo – señalando una cuerda guía – amarren el cinturón de su parka y luego pasen la cuerda sobre esta. Que yo sepa, no se puede ver más allá de dos pies frente a ustedes. Stokes va a sostener el extremo hacia el cuartel y yo estaré en el otro extremo. Tan pronto el teniente aparezca, debemos movernos.

Me limité a asentir en silencio. Todo el mundo sabía que hacer mejor que yo. Seguí las instruccionse y quedé en la quinta posición a partir de la puerta.

Cobb no había mintiendo. Casi me mato por las escaleras mientras bajábamos, a penas podía ver mis manos si las extendía en frente mío. Eran solo las 1600 horas, y ya era casi de noche.

Debí haber muerto en el bus de ida y ahora estoy en el infierno. De seguro eso fue.

Sentí que la persona que estaba detrás de mí me agarró del hombro, y al volverme a él, tomé su mano. Hicimos cuatro personas por línea, y ojalá lográramos hacer las 4 líneas que quería el teniente. Me encontré con el chico delante de mí, y me acerqué a su lado, hombro con hombro. Más cerca que cualquier otra formación que jamás había estado.

- ¡DIEZ MINUTOS! – gritó el tipo que tenía al lado.

- ¡OK! – grité de vuelta y me volví al otro lado para gritar lo mismo al compañero que me seguía.

- ¡ENTENDIDO! – gritó el soldado que tenía a mi lado. Todavía sostenía mi mano con fuerza.

Hacía un frío de mierda, el viento estaba husmeando por los agujeros de la máscara de nieve, y mis orejas y la punta de mi nariz estaban empezando a doler.

- ¡CINCO MINUTOS! – me gritaron y seguí la misma lógica.

¿Dónde estaba el teniente de mierda? ¿Qué clase de maniaco era para enviarnos a sufrir en esta mierda? Si no estuviéramos atados juntos, estaríamos perdidos. Joder, si no estábamos tomados de la mano, que estaríamos solos en la blancura de la nieve.

- ¡A la mierda esto! ¡TODOS DE VUELTA! – me gritó el tipo a mi izquierda. Pasé la orden y sentí que el soldado a mi derecha estaba tirando. Me tropecé al llegar a las escaleras y logré entrar a duras penas al edificio. Todos estaban cubiertos de nieve, y tuvimos que romper el hielo que teníamos en las máscaras.

- ¿Dónde está el teniente? – preguntó Cobb


- ¡Aquí estoy maldita sea! ¡¿Por qué no están en formación hijos de puta!? ¿Le tienen miedo a la nieve maricas? – fueron los gritos que vinieron desde la escalera.


- Señor, por favor mire afuera. Por el amor de dios, la tormenta de nieve nos va a matar – dijo un soldado al que no le pude ver el nombre en el equipo.


- - ¿Su reclutador le prometió que sólo tenía que trabajar en el verano? ¡TRAIGAN SUS CULOS AQUÍ AFUERA! ¡MALDITA SEA! – gritó el teniente. - ¡¿ Y que mierda esta cuerda!?


- Son las medidas de seguridad para la ventisca, así nadie se pierde – respondió Cobb.


- Eso es un cuento de viejas. ¡Será mejor que ustedes malditos perdedores estén fuera formados en 5 minutos o van a tener que pagar por todo esto! – gritó el teniente, abriendo las puertas y entregándose a la naturaleza.

Cobb prendió un cigarrillo y me ofreció uno. Lo tomé, a pesar de que yo no fumo, y miré alrededor.

- Dime que no acaba de salir sin la cuerda – dijo Stokes, mientras sacudía la cabeza.

- ¿Nos vamos a formar? – pregunté mirando a todo el mundo. Todos se estaban quitando el equipo de nieve y enrollándolo para poder sentarse sobre el mismo.

- No te preocupes Monkey.

Después de media hora, la gente comenzó vagar por la sala, bromeando y charlando. Stokes se fue de la mano con Cobb por el pasillo. Me acerqué a Mann.

- ¿Qué pasa ahora, Mann? - Le pregunté, señalando la puerta - ¿Por qué no tratamos de rescatarlo?

- ¿En una tormenta de nieve en noviembre? ¿por la noche? Mira Monkey, se fue por ahí en una chaqueta de combate, y en invierno, sin equipo de protección – me respondió Mann.

- ¿Está muerto verdad? – pregunté sabiendo la respuesta.

- Si – dijo Mann, poniéndose detrás del escritorio – Te toca ser el encargado de los cuartos esta noche. Mañana por la mañana llamaremos a la quinta compañía y les avisaremos que perdieron un oficial.

Me quedé mirando la puerta. Más tarde me percaté que la nieve no se mantenía en el suelo, si no que se volaba con los vientos montaña abajo. Estábamos demasiado alto para que se quedara ahí. .

Ese mismo verano, encontramos al teniente.
 
Me metí a mi face con telarañas y por mas que busque no encontré nada...

Puede que lo haya tenido en archivados, ya que esa carpeta la vacíe hace un tiempo (Ataos románticos) o puede que por la época no haya sido facebook sino MSN...calculo que entre los años 2009, 2010...
e intentaste ir a configuración? ahí a la izquierda te sale bloqueos (a quienes has bloqueado) debería salir ahí el tipo si todavía tiene abierto su facebook.
 
Capítulo 3

Todo el mundo estaba durmiendo en la sala de día. Mann había estuvo tratando de conseguir la señal de televisión, pero al no lograrlo se rindió y se puso a ver una revista porno. Nos pasábamos una botella de whisky unos a otros para entretenernos con algo.

Tanto en el pasillo como al otro lado de las puertas de las escaleras se escuchaba un gemido tenebroso. Las puertas laterales del frente se sacudían de vez en cuando, y con ello imaginaba al teniente con la piel blanca y cerosa, pateando la abriendo la puerta con sus manos congeladas. Habían pasado más de seis horas desde que se había ido. El hecho de que no volviera parecía no molestar a nadie, y estaría jodido si iba a demostrar que me molestaba. Salté de repente a un fuerte aullido que vino desde el pasillo.

- Relájate Monkey, es solo el viento – dijo Mann, cerrando la revista porno, e incorporándose en el escritorio.

- ¿Por qué no llamamos para una búsqueda y rescate? – pregunté, señalando el banco con los teléfonos. Había más de 12 de ellos.

- Solo uno de esos teléfonos funciona, y es el de la oficina del regimiento. En este momento no hay nadie, porque no estamos activados. – dijo Mann. Otro sonido gutural sonó por el pasillo y me estremecí. Las luces parpadearon y algunas se apagaron. Mann miró para ver qué pasaba - No me gusta este maldito lugar… llamaremos al quinto regimiento mañana y le haremos saber que no perdimos al teniente. Mira, solo tienes que seguir los consejos de Cobb, soldado Monkey; él solía ser entrenador en ambientes árticos antes de que lo arrestaran por vender crack.

Asentí con la cabeza.

Mann siguió ojeando su revista porno, y empecé a buscar en los cajones en busca de algo para leer. Encontré el libro de registro CQ y comencé a leerla. Había sólo dos meses de entradas que valía la pena leer. Aparentemente Cobb había estado aquí él solo con los trabajadores de la construcción que entraban durante el día, durante casi un mes. El registro tenía registros de gritos y sollozos recurrentes en el baño del tercer piso. Después de una semana, Cobb dejó de hacer rondas en los pisos superiores.

De los 18 que estábamos, todos habían llegado en el último mes. Yo era el nuevo, junto con el teniente, ambos llegados la última semana. Estaba registrada mi llegada, la entrega de mi equipo y la habilitación de mi cuarto.

Mann había registrado que el teniente había salido sin equipo de protección, en una tormenta de nieve a pesar de haber sido advertido, y no había regresado después de una hora y fue dado por muerto. Él no era el único. Al parecer, un sargento se había emborrachado, salió y no lo volvieron a ver. A él también fue dado por muerto.

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

El ruido venía de arriba, justo encima de nosotros. Salté, y Mann saltó también. No me sentí tan mal gracias a eso.


- ¿Qué demonios fue eso? – Pregunté

- No lo sabemos – admitió Mann – Sucede de vez en cuando. Joder, espero que no seas cobarde Monkey.

Mann abrió el cajón del escritorio y sacó dos Colt M1911A1 .45 con sus fundas.

- Ponte esto, hijo – me dijo Mann. Parecía un hombre de unos 30 años más o menos. Le respondió asintiendo y me coloqué la funda como lo hizo él.

- ¿Por qué estamos… - Mann me hizo callar. Abrí la boca para preguntar por qué y se escuchó un fuerte grito que venía desde las escaleras y por fuera de los conductos de ventilación. De pronto, se sintió una mujer sollozar en voz alta. Se me pusieron los pelos de puta.

Mann me entregó una linterna y vi como la luz que venía de la sala de día se extinguía y se escuchaba el chasquido de la cerradura. Todo la piel de mi cuerpo se puso de gallina; mierda, hasta las bolas y el culo los tenía apretados cuando se cerró la puerta. El sonido sollozante se cubrió con chillidos.

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

Mann estaba sonriendo, pero era de aspecto enfermizo. Su rostro estaba pálido.

- Es una de esas noches – dijo. Fingí no notar el temblor en su voz. Escuché lo que sonaba como puertas que se abrían y golpeaban en el piso de arriba, y otro grito rasgado que venía por el pasillo.

Entonces, como si fuera una puta película o algo así, las luces se apagan una tras otra, marchando por el pasillo hacia nosotros, y luego las luces del área CQ se cortan

Podía oír pasos por encima de nosotros, y de repente las luces de emergencia se prendieron. La luz roja se derramó por arriba de nuestras cabezas. Yo y Mann parecíamos cadáveres despedazados pintados de rojo sangre.

- Gracias a Dios – suspiró Mann y lo miré - La última vez que pasó todo esto no se prendieron… ¿Quieres ver algo creepy?

Nuestra respiración era visible en la luz roja. Asentí con la cabeza, y encendí una linterna y me levanté.

- Chequea la linterna ¿está completamente cargada, verdad? – preguntó Mann.

Asentí con la cabeza con la cabeza. Le había visto abrir el paquete de baterías verdes y los puso hace menos de veinte minutos. Mann caminó alrededor del mostrador, y abrió las puertas al pasillo. El viento frío nos dio una bofetada en la cara; por alguna parte del edificio el viento entraba sin obstáculos. Mann deslizó la linterna por el pasillo, y el haz de luz parecía un espectáculo surrealista.

Soltó las puertas y corrió de nuevo hacia mí.

- Ve la luz - me dijo. Asentí en silencio, con la boca seca. Por encima de nosotros, sonaba como si alguien estuviera pisando fuerte con sus botas. Hubo otro grito, esta vez a través de los respiraderos del piso.


La luz se quedó bonita, brillante y blanca, y yo estaba a punto de preguntar por qué estábamos viendo una luz de la linterna cuando sucedió.

El haz de luz se fue atenuado, luego regresó, entonces parpadeó, luego volvió. De repente cayó a extremadamente tenue y permaneció así durante momentos antes de volver a la normalidad. Parpadeó de nuevo, luego, lentamente, se fue atenuado.

- Creepy ¿no es así? – me dijo Mann - Es por esto que Cobb dejó de hacer las rondas, y por qué no las hacemos nosotros tampoco. Nunca se sabe cuándo va a suceder. Su rostro fue pintado surrealista por las luces rojas de emergencia.

Nos sentamos en silencio, mirándonos el uno al otro de vez en cuando, cuando un grito fue particularmente fuerte. Cuando se escucharon golpes por detrás de las puertas, justo desde la pequeña oficina detrás del área CQ, los dos nos pusimos de pie.

- ¡A la mierda esto! – grité. Tenía todos mis nervios apretadísimos. No iba a quedarme sentado. No existe ninguna mierda como los fantasmas. Estaba seguro de que era alguien jodiendo con nosotros, o algún efecto producido por la tormenta.

Me acerqué a la puerta y la abrí de una patada, esperando que una ventana estuviese abierta. Un aire rancio nos echó para atrás, y con la luz roja de emergencia lo único que se veía era una cuna, un saco de dormir, un escritorio y una silla. Sin ventanas. Sin ventilación.

- Cobb pasó todas las noches de la última semana aquí solo con estas dos pistolas. Como verás, todavía se ve nervioso – me dijo Mann.

Cerré la puerta y me volví hacia él.

- Mira, esto es una mierda. Hay alguien aquí jodiendo con nosotros

- ¿Quién? ¿Quién va estar jodiendo con nosotros? No hay otra unidad a más de 5 millas de aquí. Están al otro lado de la puta montaña. ¡Estamos por encima de la estación de ski por la mierda!.

Mann miró enojado, pero no me importaba. Esto fue una mierda. Este es un maldito cuartel del Ejército de los Estados Unidos, por el amor de Dios, nadie creía en fantasmas.

- Dame las malditas llaves, voy a subir - le dije. Cogí otra linterna y puse las pilas nuevas en ella, entonces empujé el resto de las pilas del paquete en el bolsillo.

- Sabes que no vamos a ser capaces de oír tus gritos por encima del “viento” - me dijo, poniendo un énfasis extraño en el viento. Asentí y di dos pasos antes de Mann me agarró del brazo. – Mira chico, sé que te crees muy rudo por tu AIT y el entrenamiento básico, pero escúchame en esto.

Sonaba muy urgente y me detuve para escucharlo.

- Mira, hay algunos recintos en los EE.UU que están embrujados. No lo estoy inventando, chico. El Hospital Militar de Madigan en Fort Lewis está encantado, el patio de armas en el Fuerte Riley Kansas está embrujado, Darmstadt está embrujado, todo el puto recinto. No empieces a joder por aquí.

Pude sentir la sinceridad en su voz, y recordé que él había estado más de ocho años en el ejército por el rango que tenía. Había sido instructor de pelotón en Piedra Roja, entrenando tropas químicas, y lo pillaron tirándose a uno de sus estudiantes.

Me senté, para luego saltar de miedo con un cacareo que sonó a risa y que venía por debajo del vestíbulo.

- Solo es el viento, chico – dijo Mann. No parecía muy convencido, pero decidió que era mejor quedarse esperando.

Pasó la noche, pero los ruidos extraños solo duraron una hora o un poco más. Las luces volvieron a encenderse a las 3AM, y el viento se calmó. Me alegré de que había llenado la caldera con carbón antes de cenar.

Comimos comida instantánea para el desayuno. Stokes y Cobb se habían llevado el único vehículo que teníamos y trajeron algo de comida. Según Mann, en la nieve había un edificio que servía de comedor. Los cocineros aparecían de vez en cuando.

Llamamos para informar lo que le había pasado al teniente, y el soldado al otro lado de la línea no parecía sorprendido, ni siquiera preocupado. Sólo preguntó si teníamos otras víctimas en el informe.

Me fui a dormir.

La silla era incómoda, pero los sonidos del resto de la compañía eran reconfortantes.
 
Me gustó.

So I know it’s really common now for college grads to end up moving back in with their parents, but I still felt like shit. I was back in my hometown, unemployed, sleeping in a room that still had faded stuffed animals and old posters of Zac Efron in High School Musical. I had thought that getting a “practical” degree in a STEM major would ensure my future post-college, but my grades sucked, I didn’t get into med school, and I ended up in the same boat as all of my friends who majored in art history and journalism. I figured I’d cave in a couple weeks and get some shitty job in retail or food service, but all I could do right then was sit around and wallow.

It only took a few days to get bored, though. All of my old hometown friends had drifted apart, and besides, I didn’t really want to see anyone. My parents had never gotten cable and I’d cancelled my Netflix in an attempt to save my dwindling funds, and there’s only so many Criminal Minds reruns you can watch before you want to smash the TV. None of my old books held any interest for me. I tried playing the violin again, but four years of neglect had essentially erased all of my skills. Which did nothing to boost my negligible self-esteem, of course. So somehow, I ended up in the basement with our old photo albums.

I wasn’t really sure why – nostalgia, maybe? I was certainly feeling like a child again, so maybe I wanted to revisit that. But we also never really looked at them for some reason, so there was some plain old curiosity. Maybe even just boredom. It took a while to find them, so I guess there was something motivating me. Other families had them prominently displayed on bookshelves or coffee tables in their living rooms, but ours were stuffed in an unlabeled cardboard box under the stairs.

When I opened up the first one on the stack, I was surprised – my mom had clearly spent a lot of time on it. It was full of stickers and fancy writing and pictures cut out into different shapes – all of that shit that suburban moms used to do in the early 2000s. I couldn’t figure out why she had hidden them away after putting so much effort into decorating.

Looking at the pictures momentarily distracted me from thinking about that. I started at the beginning, with my older sister’s baby pictures. There was my mom, looking exhausted but happy in the hospital. There was my dad, with a hairline that hadn’t receded yet. There was Carly, in frilly dresses and bonnets. And then in the next album – there was me! Angela Susan McIntyre, born 7 pounds 5 ounces. The page was filled with stickers of balloons and teddy bears. How cute. Who’d have thought I’d turn out to be such a failure?

I kept flipping through the stack, catching glimpses of Carly and me as babies, then toddlers, then starting kindergarten. First days of school, birthday parties, class pictures, trips to the beach. The pages were filled with cute captions in multicolored gel pens and my mom’s curly handwriting. But then – wait a second. The fourth album was completely different – no stickers, no gel pen, no captions, no pictures with scalloped edges and borders. Just plain photos glued on. An entire year went by in two pages.

I went back to the third album, trying to find what changed. 5-year-old me and 7-year-old Carly grinned up at me for pages and pages, but there was barely any record of us at 6 and 8. I tried to remember if something had happened – a death in the family? One of my parents losing their job? But I was drawing a blank. I kept staring at the pages, looking into my eyes from 18 years ago.

My eyes. Wait.

Those weren’t my eyes.

I didn’t have brown eyes. Mine were blue. Not even hazel, nothing that could be mistaken for brown. Those weren’t my eyes! That wasn’t me!

I sat there for at least a full five minutes, frozen, mind racing. Then I shook myself and tried to pull it together. Come on, Angie. It’s just a weird picture. These are old, the colors have faded. Just look at another page, you’ll see!

Brown eyes. Brown eyes. Brown eyes. I went through every page. “My” eyes were the chocolate-brown, dirt-brown, whatever you want to call it – brown as fuck, basically.

But then I remembered the fourth album, the undecorated one. And yes, there it was! First-grade me stared out of my school portrait with big blue eyes. I tore through the remaining albums (all undecorated, with hastily glued-in photos) and I had blue eyes in every single picture.

The front door slammed suddenly, breaking me out of my reverie. I hadn’t even heard a car drive up.

“Angie? Where are you?” my mom called.

“Downstairs!” I yelled back, shoving the photo albums back into the box. “I’m just – um – looking for some old clothes. Sweaters. It’s freezing in here!” (Why was I lying?!) I ran up the stairs before she could come down and spent the rest of the night playing the model daughter and trying not to panic. But I couldn’t stop the dreams. Eyes floated around all night – brown eyes, blue eyes, and my five-year-old face staring at me, with her stupid fucking brown eyes, giggling.

Morning. I woke up at 6:47 AM and shot out of bed with this weird energy, like I was late for a meeting with the President. I was going to figure this shit out and put it behind me, once and for all, and then I was going to go out and get myself a job and pull myself together. First order of business was a simple Google search: “Can brown eyes turn blue?”

Well, it turns out that there are a lot of people willing to pay tons of money for laser procedures to turn their brown eyes blue, but that technology didn’t exist 18 years ago. I combed through all of the news articles and medical reports and ended up on parenting sites, where parents asked over and over why their babies’ eyes were changing color. And apparently, eye color really can change, mostly when kids are toddlers. Blue can turn green or gray. Hazel can turn brown. Light browns can darken. But brown eyes don’t turn blue. Goddammit, this was supposed to clear everything up.

I waited until my parents were at work before scrambling down the basement stairs and pulling out the albums again. This time I brought them upstairs, into the better light, and examined each photo. I hesitated for a second, then ripped two out to compare (it’s not like anyone really cared about them, clearly). I scanned them, back and forth, lining up facial features and staring at the eyes over and over and over. But I couldn’t ignore it anymore.

That girl wasn’t me. From the baby pictures up until age 5, there was some other brown-eyed girl in my family’s photo albums. It wasn’t just the eyes – the more I stared, the more I could see that compared to the 6-year-old girl, her nose was longer, her dimples were missing, her hair was a darker shade of brown –

Holy shit. I suddenly remembered something. My mom used to dye my hair, back when I was in elementary school. I had completely forgotten. I didn’t even know when she stopped doing it. Did she dye it just to make me look like the other girl?

So that was yesterday, and I think I’m losing my mind at this point. I moved the albums up to my room and I can’t stop staring at them. I’ve replayed my entire childhood a million times, looking for clues. Here’s what I know:

  1. I’m not the girl in those pictures. Until that first grade class portrait, that’s some other kid.
  2. Something changed in between those photo albums. My mom stopped caring about taking pictures or decorating them. And they were hidden away – I rarely saw them as a kid.
  3. My mom used to dye my hair darker. I never thought this was weird at the time, but who dyes their 6-year-old kid’s hair?
  4. I’m almost certain that my sister is the same. Between the albums, there’s no change in how she looks, just that she gets older.
  5. I have very few memories of my early childhood, and I don’t know where they begin, or if any of them were before age 6. I don’t think I remember living with anyone but my parents… but it’s all so blurry.
  6. I am definitely, 100% freaking the fuck out.
I don’t know what to think, but basically my idea is that the other girl died, and for some reason my parents (should I even call them my parents?) used me as a replacement. But then that leaves the question of… who the fuck am I? Where did I come from? Didn’t someone else want me? Why don’t I remember? And was nobody ever going to tell me anything about this?

I’m posting here because I really need advice on what to do. I don’t think I can just put this out of my mind, but I’m not sure if asking my parents is a good idea. I don’t know who to trust. I guess I should start with looking up any news stories about my family or hometown, to see if a 5-year-old girl died. I’m so scared.

I guess I’ll let you know what I find out.

Part 2:

I decided not to talk to my parents just yet (not that I’m afraid of them per se… we just don’t really talk much, besides surface-level stuff) and instead decided to try my sister. I wasn’t really sure how to say it over the phone or in person, so I started with an email:

“Hey Carly – so this might sound kind of weird / out of the blue, but I’m wondering if anything significant happened around 1997/98. When I was five and you were seven. Like did someone die, or… I don’t know, was Mom sick? Or depressed? I’m just asking because I’m looking through old photo albums and it seems like there’s a big difference between that year and the year after. And I don’t really remember anything. I don’t know if this really makes any sense. Email me back, okay?”

It didn’t really sound right but I couldn’t figure out how else to say it. Whatever, I hit “send” and waited around for a response. In the meantime, I started a new hobby: wracking my brain for any distinct memories from early childhood and confusing the fuck out of myself!

Some of you mentioned that the part about my not remembering stuff was “fishy” – I kind of get what you mean, it sounds like an overused plot device in a soap opera. But all of my early childhood memories are pretty generic, so I can’t place them on a timeline – I have no idea if I was 4 or 5 or 6 or whatever. And we didn’t move houses, that one I’m sure of (they’re the same house in all of the pictures), so I can’t try to remember the old house. Plus, now I think I’m psyching myself out and I might be creating false memories based on things I think might have happened. I’m freaked out about being kidnapped, so now I have a fuzzy picture of being on a long, long ride in a car with someone I didn’t know and being told to be quiet whenever I asked where we were going. But I could’ve made that up, or twisted a real memory into that, see? Maybe it was a family vacation and that guy was actually my dad.

Oh good, my sister responded:

“Ang – you don’t remember? That was the year you went missing. Call me.”

What in the fucking hell??????????????????

Well, I called her, obviously. “What the fuck do you mean, ‘the year I went missing’?” I blurted out the second she picked up.

“Well hello to you too, darling sister. Nice to hear from you for the first time in weeks.”

“Carly, I don’t have time for this shit. What are you talking about?” I snapped back.

Carly sighed into the phone. “I guess you really don’t remember, then. Yeah, you went missing for months. Everyone thought you were dead. They didn’t tell me much at the time, but obviously I was scared and kept asking where you were, and Dad finally told me you weren’t coming back. Mom basically gave up on life for a while. She slept all day. Dad was barely holding us all together. And then – one day you were back.”

My throat was dry. “Just – just like that? One day I was gone and the next I was back?”

“Well, I don’t know too much about the specifics, they wouldn’t tell me. I guess you could find it in the police reports. But yeah, one day you were back, except you were different. Which makes sense, I mean – you must’ve been traumatized. But Mom wouldn’t let anyone see you for a while, even me. She had some lady come over all the time – a therapist, I assume. And then suddenly on the first day of school she put you on the bus just like everything was normal, and things went back to how they used to be, almost.” Carly was quiet for a minute. “Ang – I know Mom and Dad don’t like to talk about this, but I can’t believe they never told you. And you don’t remember anything?”

I couldn’t speak. I couldn’t breathe. I had disappeared – been kidnapped? No, that other girl had been kidnapped! And somehow I had replaced her. Did my parents know? Did they delude themselves into thinking I was the same kid? How was that possible? Didn’t they do DNA tests or anything?

Wait a second. “Carly, you said police reports, right? I could look this up in the news, or ask the police?”

“Of course, it was all over the news. I’m sure you can find a lot of information. I doubt Mom or Dad talked to the press much when you got back, though, since they were so weird about keeping you hidden. You might have better luck with the police reports – I assume you’d have access to them, since you’re the person in question and you’re over 18,” she said.

“Yeah, I’ll… I’ll give it a shot,” I said distractedly. “I have to go. Thanks for – ”

“Angie,” Carly interrupted. “Are you going to be okay? This has to be weird, I don’t want you to freak out or anything – don’t think too much about it, okay? It was a long time ago. And, well, there might be stuff you don’t want to remember.”

“No, yes, I’m totally fine,” I gabbled, hardly aware of what I was saying. “Everything’s cool. I mean, not cool, I mean, I just want to know what happened. Gotta go, bye,” and hung up the phone.

Okay, news articles. I’d start there. I paused at the keyboard, wondering whether the newspapers would even have archives going back that far online, or if I should go to the library? No, definitely start here. I didn’t want to have to ask the librarians for articles about myself.

I typed in “Starksboro Vermont kidnapping 1997,” but paused before I hit enter. There might be stuff you don’t want to remember, Carly had said. Did I want to do this? I couldn’t go back once I’d read the reports. Any number of horrible could’ve happened to me. I could just pretend that none of this had happened, put away the photo albums, go back to normal – no, fuck that, there was no way I could forgot. I squeezed my eyes shut and hit enter.

Local girl disappears! Local girl kidnapped! Parents plea for return of Starksboro child, age 5. “My” angelic smile was plastered everywhere, next to grainy shots of my parents’ haggard faces at press conferences. Holy shit, this was real.

I clicked a link at random. And the long and short of it was… it was just another child abduction case that went cold. Angela Susan McIntyre went missing from her own house in February 1997, while her parents were still asleep and her sister was at a friend’s house. Did she wander off (in which case she’d be dead soon, in the Vermont winter), or was she kidnapped? The neighborhood parents searched around, but no luck. A formal search party went out, and still no luck. The police picked up the case. My parents appealed to the kidnappers on TV and in the newspaper. Three days later, a ransom note appeared in their mailbox. They called the police, scraped the money together, and sent it where they were told, but nothing happened, and Angela was never returned. I was presumed dead. I could picture my parents sinking into depression. But then – a miracle! The newspapers reported my father saying that they woke up at night to the doorbell ringing, and found me on the steps, terrified, but alive.

Funny how my family was the only one who saw that. Was it true? The articles said nothing about whether I was DNA tested, or how it was confirmed that I was really Angela. I mean, if the parents say it’s their kid, I guess you believe them unless there’s a reason not to. Maybe no one thought there was a need to test me. But did no one notice the eyes? Call me crazy, but if you’re searching for a girl with brown hair and brown eyes, you should make sure that the one you get back has brown hair and brown eyes. We did look uncannily similar, though… maybe somehow, it was brushes off. Anomalies happen, you know. Why question it?

A thought struck me. I knew my mom had dyed my hair darker. What if she had given me colored contacts, too? Just long enough to fool the police? Starksboro didn’t exactly have a world-class forensics unit. Maybe no one noticed.

Oh god, I was going to have to go talk to them. Fuck.

Okay folks, here’s an interesting factoid: if you go to the local police department, where half of the officers are parents of your old friends, and you ask for records of your own kidnapping, they’re going to be incredibly professional and give you access right away.

Oh wait, just kidding! They’re all going to call you “sweetie” and ask if you really want to relive that. And you’ll have to convince them that yes, you really do want to know the truth about your own fucking childhood.

Well, the truth is that I turned up emaciated, dirty, bruised, and mute. No, there were no DNA tests done, because my parents both swore I was Angela, and no one really had time for that anyway. And yes, in the pictures of the returned me, I had distinctly brown eyes. But it was me. That girl looked like the pictures of 6-year-old Angela in the sloppy photo albums. Close to identical to the 5-year-old, but different enough that I could tell. Her nose was my nose. Her forehead was my forehead. She was me. She looked half-dead. And I puked on the floor of the police station.

Twenty minutes later, after apologizing and telling the officers over and over that I really, truly did not want them to call my parents, I made it to my car and drove off. Then I finally let myself cry. What else could I do? I didn’t want to talk to my parents. Not now, not yet. I knew I would have to, but honestly… I was afraid. They had cared for me and loved me, but it didn’t make any sense. They knew I wasn’t the right kid. They had to. But where did I come from? Did they kidnap me? Why did they lie all of these years? Everything was such a mess! This couldn’t be my life.

I had one thing to go on: Carly had told me that a woman came to visit me regularly. I knew that I was mute when I first returned. What if, when I was finally able to speak, my parents were worried that I would tell someone who I really was? What if the woman was a hypnotist? If my mom was willing to dye my hair and give me contacts to fool other people into thinking I was Angela, would she try to modify my memories?

Only one way to find out. I was getting good at making snap decisions by now. A quick search for hypnotists in my area gave me a list, and I dialed one number at random.

“Uh, hi. I’m looking for someone to help me with some old memories. I think that they’re blocked… like I was hypnotized as a kid and I can’t remember them anymore. Sorry, this sounds weird, I don’t know if I’m making any sense…” I trailed off.

The woman on the other end of the line laughed. “Honey, we’ve heard it all by now, don’t stress. Do you want to come in today? I have an opening at 4:30.”

Don’t stress! Okay then! I’ll stop stressing! Poof, everything’s back to normal.

“Um, sure. Yeah, 4:30’s good. I’ll see you then.”

It’s 4:15 now and I’m sitting in the parking lot typing this on my phone. I’m scared shitless about what I might find in that room. There might be stuff you don’t want to remember. Something terrible had happened to me before I became part of the McIntyre family. And some people say that hypnotists can plant false memories. How do I know that what I find out is real?

But I have to know. I have to do something. I can’t stop now.

Okay, I have to go in. Thanks for the support, everyone, I didn’t expect so many responses. I promise I’ll update you all after my appointment is over. Maybe everything will make sense then, or maybe it won’t, I have no idea.

Right now I just want to know my own name.

Well, here goes. I’m heading in. Wish me luck.

I’m hiding under the bathroom sink. I’m still small enough to fit, but just barely. Daddy is yelling at Mommy. His words are slurring. Something smashes. I clap my hands over my ears but I can’t block out the sound. The pipes drip on me. I hold my breath and hope he doesn’t find me.

Daddy’s gone and Mommy is crying at the kitchen table. Her eye is black again. She hugs me and rocks back and forth.

I’m hungry. There’s no food in the cupboards. Mommy lies in bed all day. I find some instant oatmeal but I can’t reach the microwave. I eat the oats dry. They stick in my throat.

Daddy is back. He says he’s sorry and everything will be okay now. He brought me a doll.

He’s yelling again. I didn’t hide fast enough. He slaps me and my ears ring with the pain. Mommy is yelling, “NOT LINDY! DON’T YOU DARE TOUCH HER!” but he turns around and slaps her too, and throws a bottle. He’s hitting me. I can’t scream. Why is this happening?

Mommy is rocking me on her lap. “I’m going to get you out of here, I promise,” she croons, like a lullaby.

A strange man is in the house. He calls me Angela. He gives Mommy some money and holds out his hand. I press myself against the wall. “Go with him, Lindy,” Mommy says. She sounds like she’s crying but she’s not. “You’ll be safe. I’m so sorry. I love you.” The man picks me up and I howl. “I love you!” Mommy sobs. “I’m so sorry, I’m so sorry Lindy, I love you so much.”

I’m in the strange man’s house. A woman is with him now. “That’s not Angela,” she tells him over and over, but he doesn’t listen. He keeps calling me Angela and tells the woman she’s just confused, Angela’s here, go back to sleep.

The man brings me to a police station. “Don’t talk to them. Don’t say a word,” he tells me, and I obey. They scare me. They take pictures of me. The doctors touch me. I want them to go away. I want my mommy.

Another lady is here. The man is arguing with her. “I can’t put memories in her head,” she says. “I can push away the bad ones but I will not create false memories for a child. And you won’t find anyone else who will!” She tells me to count backwards, slowly. I fall asleep. The lady comes to visit me and Mommy every day.

I’m waiting for the bus on the first day of school. “Remember, what’s your name?” Daddy asks me. He asks me every day. Angela Susan McIntyre. Angela Susan McIntyre. Lindy doesn’t exist anymore.

I woke up completely disoriented and lay there for what felt like forever. The hypnotist didn’t say anything, just got me a glass of water. Slowly, my thoughts come together. Lindy. My name is Lindy. I don’t remember my parents’ names. My dad abused my mom and me. And she wanted to keep me safe, so… why didn’t she run away? Why didn’t she take me to a shelter?

Pieces started falling together. I could see my adopted mom sinking into depression, and my dad tirelessly posting pictures of Angela, looking for her everywhere, afraid to give up. My real mom saw a picture of Angela, saw how much we looked alike, and took her chance. How could she do that? She had no idea who my adopted dad was! He could’ve been a child molester! Was she that desperate? Did she really feel like there was no other way out? And then… my adopted mom didn’t believe that I was Angela, but my dad brought a hypnotist for both of us. So that I would forget being Lindy, and my mom would believe that I was Angela. And my dad hid that, for all of these years.

I don’t remember walking out of the office, but suddenly I was in my car.

So I’m not the kid in my family photographs. My name is Lindy, not Angela. My mom and my sister have no idea. But my dad… he lied to me, he lied to my mom and my sister, he lied to the police. It’s completely sick. Sure, he didn’t actually kidnap me, but… how could he do that? Just take someone else’s kid to replace his own? What does he see when he looks at me?

What do I do from here? The McIntyres are my family, but I can’t look at them the same way, especially not my dad. I can’t go back and have dinner with my adopted parents and chatter away like nothing happened. But where else can I go?
 
una historia de mierda.
onda "destino final", ahora les cuento la mia en resumen.
corría el año 1996 (octubre), vivía en Iqq en ese tiempo y tuve un accidente de tránsito muy brígido. lo únicó que me pasó fue que quedé un poco machucado y adolorido, la nada misma. y mientras estaba en reposo, veía las noticias y salió el paco que le dispararon y se salvó por un lápiz de acero que tenía. hasta ahí toda fue una anecdota más y pasó al olvido rápidamente.
pocos meses después volvió a salir el paco en las noticias porque le había caído una rama encima (muerte culiá hueona) y me perseguí mas que la chucha. bueno, solo por un tiempo hasta que vi la peli "destino final"... csmare que anduve urgido en esos días. bueno una historia de mierda como había dicho antes.

tengo otras mas... pero son mas de mierda que la que acabo de contar.
 
una historia de mierda.
onda "destino final", ahora les cuento la mia en resumen.
corría el año 1996 (octubre), vivía en Iqq en ese tiempo y tuve un accidente de tránsito muy brígido. lo únicó que me pasó fue que quedé un poco machucado y adolorido, la nada misma. y mientras estaba en reposo, veía las noticias y salió el paco que le dispararon y se salvó por un lápiz de acero que tenía. hasta ahí toda fue una anecdota más y pasó al olvido rápidamente.
pocos meses después volvió a salir el paco en las noticias porque le había caído una rama encima (muerte culiá hueona) y me perseguí mas que la chucha. bueno, solo por un tiempo hasta que vi la peli "destino final"... csmare que anduve urgido en esos días. bueno una historia de mierda como había dicho antes.

tengo otras mas... pero son mas de mierda que la que acabo de contar.

Mi amor, creo que posteo en el tema equivocado.
 
El creador de Daisy's Destruction descubierto y arrestado

TRADUCTOR GOOGLE :zippy:

Acusado de secuestro, violación, la tortura, el asesinato y la venta de vídeos espeluznantes que detallan el terror y el dolor de sus víctimas infantiles, Peter Gerard Scully pueden nunca ser liberado de la cárcel.

Él es el australiano acusado de llevar a cabo algunos de los crímenes más horribles imaginables, supuestamente documentados en los videos que desataron una cacería hombre global.

60 Minutos periodista Tara Brown habló con Scully como parte de un especial de 60 Minutes que exploran lo que algunas autoridades llaman el caso más impactante de la explotación de los niños que han visto nunca.

Scully dijo Tara de Brown que quería saber "lo que me impulsó a hacerlo".

"Lo que estoy buscando es la verdadera razón por la que tomé ese camino, y lo que me dirigí a ella, ya que en Australia no estaba de esa manera, en los primeros seis, 12 meses aquí yo no era así" dijo Scully.

"Así que lo que me llevó de esa manera, eso es lo que quiero saber, eso es lo que quiero decir a todos."

Scully dijo Brown a que está todo documentado desde abril de 2011 hasta ahora, en un esfuerzo para trabajar por sí mismo lo que "influyó en él" a los niños de asalto supuestamente sexual.

"¿Consideraría usted que una confesión," Brown le preguntó.



Segunda parte: Después de una persecución mundial de cuatro años, más malvado depredador de Australia - Peter Scully - fue finalmente capturado. 60 Minutos cámaras capturaron el arresto.

"Sí", respondió.

Agente de la policía federal australiana Paul Hopkins describe Scully a Brown como "la persona más depravado que me he encontrado en 26 años de la policía".

"He trabajado en nueve países diferentes, he trabajado en un montón de diferentes puestos de trabajo, nunca he visto nada como esto", dijo.


En 2011, Scully huyó Melbourne después de que presuntamente desplumar a decenas de inversionistas de millones de dólares a través de la propiedad y de TI estafas.

Sr. Hopkins se ha integrado con el equipo de investigadores filipinos cazando Scully.

Le dijo a 60 minutos hay dos casos en contra de Scully, formadas por la supuesta esclavitud y el abuso sexual de las niñas, y el presunto secuestro y la violencia hacia las niñas que presuntamente condujeron a la muerte de uno de ellos.

"Un video había surgido en Europa y que el vídeo involucrado un hombre de raza blanca y las mujeres asiáticas abusar sexualmente de los niños, los niños muy pequeños, los niños tan jóvenes como de dos e incluso más jóvenes", dijo Hopkins.

"Alrededor del mundo, la policía y las organizaciones gubernamentales estaban haciendo lo que hacen y en busca de donde ocurrió esto y tratando de encontrar a las víctimas."

La policía holandesa aislaron el abuso a las Filipinas y al menos ocho niños de la localidad.

La policía alega que Scully abusado más de una docena de niños durante sus tres años en Filipinas, distribuir videos de sus crímenes enfermos a una red de pago por visión internacional clientes que supuestamente le alimentaban instrucciones y fantasías personales.

Los pedófilos presuntamente pagados Scully entre $ 130 y $ 13 000 videos depravados.

En uno de los videos gráfico titulado "Destrucción de Daisy", la joven víctima fue presuntamente sometido a azotes, tortura y una serie de actos sexuales. La policía de Filipinas han descrito el vídeo como la pieza más impactante de la pornografía infantil que he encontrado.

Los pedófilos habría pagado Scully entre US $ 100 ($ AUS130) y US $ 10,000 ($ AUS13,000) para los videos.

A pesar de los supuestos esfuerzos de Scully a Pixelate su propio rostro, el Sr. Hopkins recogió en el acento australiano.

"Simplemente se reunieron por todo el mundo haciendo su propio poco y finalmente entonces la caza de él estaba en", dijo Hopkins.

Las autoridades filipinas entonces andaban doorknocking casa por casa, haciendo coincidir los interiores de las casas con las que se ven en los videos de Scully.

El 20 de febrero, cuatro años después de su llegada, la policía filmó el momento en que el seguimiento con éxito por Scully y lo arrestaron.

El video muestra a Scully, vestido con una camisa amarilla, clavado en el suelo y la policía anunciar que tienen seis órdenes de arresto contra él.

La policía cree que tiene un caso hermético contra el padre de dos hijos, pero también el miedo que hay más víctimas que se encuentran.

El mes pasado, la policía de Filipinas descubrieron el cuerpo de un niño de 11 años de edad, víctima de nombre Cindy debajo de una casa en Malaybalay, Bukidnon que una vez fue alquilado por el hombre en Melbourne.

La policía dijo que el ex socio de Scully les dijo que había matado accidentalmente a una de sus víctimas en 2013 y la enterró bajo el edificio en un esfuerzo desesperado por ocultar su creciente y lucrativo negocio sexual infantil pay-per-view.

El arresto de Scully fue filmado por la policía.

Ocho niños, incluyendo una niña de 18 meses de edad, se encuentran ahora en la protección de testigos antes del juicio.

El descubrimiento del cuerpo en la casa del 51-años de edad, provocó un esfuerzo internacional para comenzar a investigar el alcance total de presuntos delitos de Scully.

Pero mientras que los oficiales investigadores se vieron obligados a concentrarse en la tarea en cuestión, lo más profundo de lo que habían visto todo el mundo atormentado que entró en contacto con el caso.

Generalmente las víctimas fueron inicialmente supuestamente convencieron a la casa de Scully por su novia locales Carme Ann 'Angel' Álvarez, quien era presunto cómplice del australiano después de que inicialmente comenzando como una de sus víctimas.

Alvarez misma era una prostituta infantil recogió de las calles por Scully, quien arreglado ella para convertirse en su cómplice y uno de los abusadores en sus videos.

Doce años de edad, Rosie - que apareció en un impactante video incautado por la policía - y su prima de nueve años de edad, fueron presuntamente hablaron en Alvarez acompaña de regreso a la casa que compartía con Scully.

Alvarez, dijo Brown regresó a la casa dos días más tarde para encontrar a las dos chicas jóvenes con collares de perro alrededor de sus cuellos.

Scully supuestamente le dijo a las chicas a desnudarse y se besan antes de abusar de ellos en varias ocasiones en la cámara, Rosie dijo Brown.

"Pedro nos pidió estar desnuda y fueron fotografiados y él tomó un video", dijo.

Rosie dijo que mientras era asaltado sexualmente, Alvarez celebraría una almohada sobre su rostro para que no gritar.

Entre las sesiones de filmación de la pareja fue presuntamente dio instrucciones para cavar un agujero en el jardín trasero de la casa.

Cinco días después de secuestrarlos, Alvarez desencadenó los primos. Cuando las chicas se dieron cuenta que estaban cavando sus propias tumbas que fueron capaces de escapar.

"Espero poder olvidar cuando sea grande", dijo Rosie Brown.

Scully se enfrenta a cadena perpetua si es declarado culpable por las autoridades filipinas. Policía ya han declarado su intención de impugnar cualquier aplicación a extraditarlo a Australia.


Fuente

http://www.9news.com.au/national/20...y-responsible-for-horrific-child-sexual-abuse


Más, todo en ingles:
https://www.google.cl/search?q=Pete...F-8#q=Peter+Gerard+Scully&safe=off&lr=lang_es
 
Última edición:
El Agujero de Mel, entre la leyenda y la realidad

En 1997, el famoso programa de radio estadounidense “Coast to Coast AM” entrevistó a un hombre llamado Mel Waters, que afirmaba que en una zona de su propiedad ubicada en la colina de Manastash Ridge, Washington, había una especie de extraño agujero donde las personas habían ido durante años para arrojar residuos como frigoríficos, madera, tierra, ganado, o incluso personas muertas. Uno de los misterios del agujero según Mel era que no tenía fondo. Con el paso de los años la basura acumulada no se veía, iluminaba el agujero y no se reflejaba el fondo o los lados. Mel fue realizando su propia investigación, tiro un cubo de metal por el agujero sin oír ningún tipo de un sonido metálico, también lo probo con televisiones de tubo sin escuchar ninguna explosión, sólo silencio. Por lo que se podría decir, el agujero no tenía fin. El agujero mide unos 3 metros de diámetro, con una especie de muro de contención a su alrededor y sin fondo aparente.
La investigación de Mel

Uno de los misterios que preocupaba a Mel era que el agujero no tenia fondo. Probó bajando un hilo de pescar con un caramelo atado al principio de la línea, pensando que cuando llegara al final el agua lo disolviera. Después de llegar a los 500 metros hacia abajo, lo volvió a subir con el caramelo intacto. Así que realizo la misma operación con un plomo de unos 500 gramos y unido a más carretes. Uno pensaría que después de cerca de tres mil metros de línea de pesca colgante, que llamaría a un día. A los 80 metros según su medidor digital aun no alcanzo el final del hoyo. Pero lo que mas estremeció a Mel fue cuando uno de los lugareños, tiró a su perro muerto por el agujero. Unos días más tarde, el hombre vio a su perro corriendo de nuevo.



El gobierno se hace con la zona

Según Mel después de la emisión del programa de radio, el Gobierno le obligó a salir de sus terrenos. El ejército se hizo con la zona. El personal uniformado le amenazó si continuaba hablando del tema le plantarían drogas en su tierra. La excusa que le obligaron a dar fue que un avión se había estrellado en sus terrenos. Mel volvió a realizar otra entrevista tres días después de lo que le sucedió, explicando cuales eran los verdaderos intereses del gobierno. El resultado no se hizo esperar, el gobierno se quedo todos sus terrenos. Según algunas informaciones, Mel recibía del gobierno de EE.UU. 250.000 dólares en su cuenta cada mes y se trasladó a Australia, donde se dedicaba a la investigación y conservación ambiental. Pero antes del 2000, todo cambió.



Otros agujeros

Algunas personas explicaron que Mel regresó a los EE.UU. para arreglar algunas cosas personales, cuando la policía (con la excusa de que necesitaban una declaración) al parecer lo secuestraron. Se despertó en un callejón de San Francisco con varios hematomas y con los dientes posteriores rotos, además de que le faltaba todo su dinero.

Mientras estaba en los Estados Unidos fue invitado a una reserva india para examinar otro agujero similar al que tenia en su propiedad, que una tribu local encontró. Este nuevo agujero era diferente, su pared interior era metálica hasta donde alcanzaba la vista, parecía fabricada. Los indios decían que había una fuente de calor en el interior del agujero. Decían que era una sustancia que se veía y se sentía como el hielo, pero que estaba caliente y absorbía toda la humedad a su alrededor. Un amigo de Mel puso un trozo de este hielo caliente en la estufa de leña de su cabaña. La cabaña se derrumbó, porque el extraño hielo caliente había extraído toda la humedad de la madera. Probaron introduciendo una oveja en el interior del agujero, después de un tiempo la sacaron. La oveja estaba muerta y por el exterior parecía estar normal, pero al abrirla descubrieron que se encontraba cocida por dentro y con una especie de tumor grande palpitante en donde tendrían que haber estado los órganos internos. Procedieron a abrir el interior del tumor, y en su interior había lo que parecía ser un feto de un bebé con grandes ojos azules humanos. Todos los presentes fueron testigos, Mel dijo que se sentía tranquilo y compasivo, no sentía que fuera ningún ser malévolo. Seguidamente, el extraño salto hacia el agujero.
¿Leyenda o realidad?



Mel nunca volvió al lugar donde comenzó la leyenda. Antes de que se hiciera publico, el agujero era conocido y utilizado por los lugareños. Pero desde que el gobierno se hizo con la zona, cualquier persona que intente encontrar el agujero sólo encontrará unas vallas y señales de “prohibido el paso”. Sin embargo, un equipo de televisión viajó hasta el supuesto lugar y lo que encontraron fue una gran presencia militar. Muchas personas que conducen a través del área juran haber visto un rayo de luz negro, o una sombra que emana brevemente desde el sitio. También hay que apuntar que hay grupos y comunidades muy activas que han pasado mucho tiempo y esfuerzo buscando el agujero sin tener éxito. Algunas personas hicieron imágenes de la región de Manastash Ridge y, curiosamente, la sección de la imagen que decía Mel que se encontraba el agujero se mostraba como un gran cuadrado blanco vacío que cubre todo el terreno circundante. Mel dejó claro que cuando muera, quiere que le tiren al interior del agujero.
 
Hablando de la Isla Friendship, acá una foto tomada por mi. Pasaré por ahí la próxima semana pero de noche, dudo mucho que logre encontrarla si no hay luces en la isla, lo que es probable porque eso de la isla es puro humo de falsate.

Nulo Impacto.

Foto desde el avión

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Hace mucho no visitaba este subforo pero tras revisar unas mil veces los programas de Bañados en youtube en una se ve que cuando van llegando a una isla donde supuestamente no había nada ni nadie efectivamente se ve una persona , después hay una especie de corte y viene la parte donde los marinos se supone que llevan al equipo hacia otro lado-
 
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