Dejando de lado el webeo, acá la duda irresoluta obedece a cómo gestionar la movilidad en contexto latinoamericano. Aunque el antro no lo quiera aceptar; la globalización es un proceso universal que, si bien trae beneficios - de los que goza la mayoría desde su cómoda posición -, también trae aparejado una serie de dicotomías que, como fenómeno, se presentan con mucha antelación a lo que las sociedades son capaces de canalizar.
A modo de ejemplo, en nuestra sociedad recién estamos sintiendo el impacto masivo de las migraciones, lo paradojal de esta situación radica en que sólo el 2.7% de la población total es extranjera. ¿Qué nos dice lo anterior? que al chileno no le gusta la inmigración y - en la practica - no le gusta convivir con lo que le parece diferente, de hecho, toda sociedad que ha sido sometida a procesos de sincretismo cultural han enfrentado un climax en el que se someten o son sometidos.
Eso es fruto del Liberalismo que mantiene el status quo de la derecha y la izquierda burguesa. La universalidad de ese pensamiento particular ha condicionado el orden geopolítico en todo el orbe. Europa viene terminado una fase a la que en Chile recién estamos entrando, la gran diferencia es que nuestra sociedad actual se enfrenta por primera vez a la transculturación y multiculturalismo a mediana y gran escala.
Se debe corregir la obsoleta política migratoria actual y gestionar estás políticas con profesionales aptos al cargo, entiéndase la imperante exclusión de "técnicos" en electricidad para afrontar las dinámicas sociales.
Todos estamos globalizados y es un proceso que no podemos detener, es más, debemos convivir con ello y con todo lo que conlleva (incluir todas la nacionalidades que no le gustan a la elite antroniana). El gran desafío para el aparato gubernamental está en fortalecer las instituciones públicas para reducir - en la opinión pública- el impacto negativo que este proceso está generando.
Así como vamos, imaginen que Chile llegue a un 6% de población migrante residente en el país y además, sumen la que se encontraría de manera ilegal: debilitamiento del estado y florecimiento de un nacionalismo mal enfocado. Crucen los dedos para que no lleguemos a ese nivel de "real polo de migración".
