Comienzos (1): Génesis 1
El comienzo
El libro de Génesis es nombrado en hebreo según su primera palabra Bereshit, la cual simplemente significa «En el comienzo». Es un libro de «comienzos» o de «orígenes» —del mundo, de la humanidad, del pueblo de Israel—. Y el primer versículo, de hecho, nos dice que fue en el comienzo: «En el comienzo Dios creó el cielo y la tierra».
Muchas personas conocen estas palabras. Algunos incluso las conocen en hebreo: «BERESHÍT bará Elohím et hashamáyim ve’ét ha’áretz». ¿Por qué? ¿Por qué este versículo es tan significativo que algunas veces, incluso las personas que manifiestan no creer en Dios, aún conocen estas palabras?
Siempre he tenido la sensación de que esta única línea —la primera línea de toda la Biblia— es como un conducto secreto conectándonos con los planes de Dios y sus misterios durante todos los tiempos y la eternidad. Si miramos detenidamente a través de este conducto, podemos captar un destello de la impresionante profundidad de sus misterios, desde el comienzo del mundo. Es difícil exagerar la importancia de esta palabra que introduce toda la revelación de Dios a la humanidad, «En el comienzo» —בראשית—.
Hay muchas cosas que podemos decir sobre esta palabra; hay muchos comentarios escritos sobre ella, muchas preguntas que podemos hacer aquí. Y la primera pregunta es: ¿Por qué empieza por Bet, la segunda letra del alfabeto hebreo, y no por Alef, la primera letra? ¿Por qué la primera letra de la Biblia, la que presenta la revelación de Dios a la humanidad, empieza por la letra Bet: בְּרֵאשִׁית? Incluso aunque no entiendas nada de hebreo, probablemente asumirás que esta letra «B» es la segunda letra del alfabeto hebreo. ¿No sería más apropiado empezar el libro de los comienzos por la primera letra? ¿Entonces por qué no Alef?
Los escritos rabínicos ofrecen distintas explicaciones. Según uno de ellos, el Midrash, ya que el valor numérico de Bet es dos, la Torá abre con un mensaje de dos mundos —este mundo y el mundo venidero—. Otro Midrash sugiere que debemos acercarnos a la Torá con la actitud de Bet —reconociendo así un proceso que empezó hace mucho tiempo—. Tenemos que empezar, no como Alef, ignorando todo lo pasado, sino más bien como Bet, preservando y construyendo sobre la antigua tradición de la Torá.
Personalmente prefiero ofrecer otra respuesta a este acertijo: No estamos destinados a saberlo todo. Sí, «no hubo comienzo a su comienzo»[1] —pero «las cosas secretas pertenecen al SEÑOR»—: Dios nunca pretendió revelar todo a la humanidad; Él solo reveló lo suficiente para que nosotros conozcamos y cumplamos su voluntad: «estas cosas que son reveladas, nos pertenecen…, para que podamos cumplir todas las palabras de esta ley».[2]
Por eso Bet en el comienzo, es como una pared separando las cosas que pertenecen al Señor, desde el comienzo de su revelación a nosotros. Sorprendentemente, en el texto original hebreo, esta Bet de la palabra Bereshit es más grande en tamaño que las demás letras: aún cuando en hebreo no hay letras mayúsculas, es como si fuese una letra mayúscula —y desde luego significa el comienzo de las cosas reveladas—.
No puedo omitir otro comentario referente a las primeras dos letras de esta palabra —porque no solo cada letra de la Escrituras, tiene su significado, sino también cada sílaba—. Para nuestra gran sorpresa, podemos ver que el mensaje de Dios a la humanidad —בראשית— empieza por la sílaba בר, que entre y ante todos los otros significados es «hijo». Probablemente has escuchado esta expresión: Bar Mitzvá —aquí tenemos esta misma palabra, bar, que significa «Hijo de los Mandamientos»—. Realmente es una preciosa revelación para quienes creen en el «hijo»: La Palabra de Dios se abre por la palabra «hijo».
¿El espíritu o el viento?
Cuando leemos la Biblia cristiana, encontramos que el Espíritu de Dios estuvo al principio de la creación: «El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas», dice Génesis 1:2. Sin embargo, en muchas traducciones de la Torá, el mismo versículo habla sobre «el viento de Dios barría sobre las aguas». ¿Cuál traducción es la correcta? Probablemente sabes que rúaj en hebreo significa tanto «viento» como «espíritu», pero ¿cómo distinguimos entre los dos significados? ¿Cómo sabemos lo que quiere decir el texto? ¿Es el Espíritu de Dios que se mueve sobre las aguas primordiales, o simplemente un viento que barre las aguas?
Comienzos (1): Génesis 1
El Año Nuevo es siempre un tiempo de nuevas resoluciones, nuevas decisiones —y por supuesto, de nuevos comienzos—. Por eso nos parece natural abrir este año con una serie llamada «Comienzos». Aquí …blog.israelbiblicalstudies.com
en grandecito para que lo leas, tontito
CAPÍTULO Y VERSÍCULO EN LA BIBLIA KING JAMES, en donde diga que el espíritu no es espíritu sino es viento, o que no tenemos espíritu, o que no somos alma... capítulo y versículo en la biblia King James en donde diga que nosotros somos HUMANOS, o que Dios creó al HUMANO.
Satanista sinverguenza, si tú haces lo que hacen todos los satanistas, es intentar negar a la biblia King James, y para ello vas a todas las falsificaciones hechas por el vaticano.
-Siempre dicen: Nooo, si eso no es así, hay un librito por ahí en mi bolsillo que dice que no es así.
-O te dicen: nnoooo si eso está MAL traducido
-o te dicen: nooo, tienes que ir a griego o a la torá, Y ELLOS NI SIQUIERA HABLAN EL IDIOMA.
La palabra perfecta es la biblia King James, En ella Dios creó al HOMBRE, y nosotros somos alma, cuerpo y espíritu, tal como Dios es Alma (Padre), Cuerpo (Jesucristo) y Espíritu (Espíritu Santo).
Y copipasteando a las FALSIFICACIONES no vas a probar tu punto, porque tu eres un diablo satanista, que lo único que te interesa es hacer lo que hace tu papi, negar la palabra de Dios.
No tienes nada, sólo tu basura afiebrada que no tienes como repaldar con el texto correcto y perfecto.