El prejuicio me provoca una barrera que me impide aceptar a una persona (de todas formas puedo convivir con todos), lo cual implica que a primeras no lo hago pero luego teniendo la oportunidad de conocer a dicha persona sé si estaba en lo correcto o equivocado. En el error está el aprendizaje y la sabiduría, normalmente con el pasar de los años vas aprendiendo a clasificar a las personas y el porcentaje de equivocación va disminuyendo.
¿Me ha salvado de algo? creo que sí, gracias a eso he tenido buenas juntas aunque también he errado en el camino como todos y de paso me deposita una moraleja de tolerancia.