Con los años me he vuelto más selectivo con las cosas que compro y veo. De los sellos que editan películas en formato físico, sigo con especial atención lo que están haciendo Radiance Films y Mondo Macabro, ya que en cuanto a rescatar joyas oscuras y ofrecer un catálogo de cine de género y “world cinema” curado, nunca me han fallado.
Es por esto que cuando Radiance Films anunció “The Bounty Hunter Trilogy” y la promocionaron como una mezcla de películas de samuráis, spaghetti western y Bond estelarizadas por Tomisaburo Wakayama, captó inmediatamente mi atención.
Adquirí el box set y en 2 días vi las 3 películas y déjenme decirles que no estaban hueviando, eran precisamente lo que dijeron que serían.
THE BOUNTY HUNTER TRILOGY
Killer's Mission (1969) / The Fort of Death (1969) / Eight Men to Kill (1972)
Dirección: Shigehiro Ozawa y Eiichi Kudô
La presencia de Tomisaburo Wakayama con una espada nunca deja de entretener. En esta trilogía de películas, protagonizadas por el también héroe de la saga ‘Lone Wolf and Cub’, interpreta a Shikoro Ichibei, un espadachín/doctor/espía mercenario enviado en misiones secretas contra los enemigos del shogunato. Las películas están llenas de acción, violencia y algo de desnudez (que realmente no aparece hasta la tercera película).
El tono de estas películas varía bastante en estilo, lo que dificulta un poco darle a la serie una identidad distintiva en su totalidad. La primera película tiene un tono más cómico que las otras dos. Además, se podría argumentar que es la única que ofrece un atisbo de esperanza en la humanidad, ya que, aunque la segunda y tercera películas también contienen elementos cómicos, concluyen con finales notablemente más sombríos.
La primera, ‘Killer's Mission’, parece ser la más influenciada por James Bond de las tres. Es una película entretenida que combina acción samurái de la época, espionaje al estilo James Bond y el aspecto visual del spaghetti western. Aunque su trama no es la más original, la diversión que brinda compensa completamente este detalle. La segunda, ‘The Fort of Death’, tiene un director diferente a las otras dos y abandona completamente el ángulo de espionaje para centrarse por completo en la influencia del spaghetti western. La trama es algo similar a la de ‘Los Siete Samuráis’, lo cual no considero un defecto de ninguna manera. Esta fue, con diferencia, mi favorita de las tres; es absolutamente una locura.
En esta, el antihéroe cazarrecompensas reúne a una pandilla de 5 tipos, que incluye de manera totalmente gratuita a un ninja, presente simplemente para dejar la cagada en las escenas de acción con la típica parafernalia ninja. También, aparentemente, el director era fan de ‘Django’ de Corbucci, ya que decidió que en esta película necesitaba matar a tantos extras como fuera posible, con claros guiños a esa película.
La tercera película, en comparación con la segunda, tiene un enfoque más moderado debido a que el director original retomó las riendas. Aunque podría parecer menos intensa que las otras dos, en realidad se adentra en un territorio más oscuro en términos de tono y estructura. Además, "Eight Men to Kill" es fácilmente la más sangrienta y violenta de la trilogía.
Las tres películas están muy bien hechas y pasan volando. Si eres de los que disfruta de películas como ‘Lone Wolf and Cub’, ‘Lady Snowblood’, ‘Hanzo the Razor’, etc., te encantarán.