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¿Se han acostado con alguien por caridad?

Aaaaahhhhhh!!!!!!!!
A ver... Primero aprender y reconocer los errores.

Compadre @Mystery. Como le indiqué en capítulos anteriores, usté es un caballero... Y si bien serlo no implica dejarse pasar a llevar por un gastrópodo cro-magnon del calibre del suegro, si debió usted haber puesto por sobre su orgullo y bienestar la estabilidad física y me tal de su media naranja, evitando a toda costa el uso de sarcasmos e ironías en contra de su nefasto contendiente. Pienso que se podría haber resuelto mejor utilizando otros medios de escape más efectivos y a su vez educados.


Lo que sigue...

Hablar con este espécimen no va a resultar. Eso ya se pudrió en todas sus formas, ya que debido a su comportamiento medieval, el amo de casa ganó la batalla y nadie le va a sacar esa idea.

Pienso que es factible obtener la dirección del paradero de la musa a través de la suegra, ya que siempre se le observó en un papel de intermediario y puede que esté aún dispuesta a luchar por los ideales de su hija.

Teniendo ese dato, no debe apresurarse y con un buen razonamiento debe analizar lo siguiente :

Si va a ir en busca del amor, debe estar absolutamente convencido de que se trata de ese motivo y no de otros.

Recuerde que la hermana está tan trastornada como su padre y puede que no se le reciba de buena manera.

Llegando allá, no va a tener otra solución que llevar a su correspondida con usted. Tiene los medios para hacerlo?

Si lo logra, recuerde que no hay más que terceros puedan hacer para evitarlo, ya que legalmente ella es un adulto completamente capacitado para tomar sus propias decisiones.


Planteado y meditado lo anterior, yo diría que con calma inicie su empresa en búsqueda de su arrebatado amor.


Pd: Cuando todo termine (de una u otra manera), me avisa por MP y las cervezas las pongo yo.
 
Chuuuuuuuuuuuuuuuu......
La media cagaita don @Mystery
Salió todo maaaaaal !
Qué podría decir ?
Desde mi experiencia, creo que cuando un suegro te agarra mala cagaste no más, los viejos no cambian y lo más penca es que esa mala onda paranoica que tienen, les viene desde lo podridos que son ellos mismos. Como dice el dicho " el ladrón cree que todos son de su condición ".
Así que filo con el viejo culiao no más, y a ella la tendrás que ver fuera de su casa. Supongo que se debe sentir hollible, asi que cuidala harto porque los bajones anímicos son muy malos para la gente con salud delicada.

Weno...son las cosas de la vida, son las cosas de amor ... y ánimo, los días malos siempre terminan.

PD: fotos del derrière de la suegri ?
 
una vez tuve la mano para culearme a una mina q no me gustaba... tenía las medias tetas pero de cara era más fea q la chucha. Despues de un carrete se me fue a acostar a mi misma cama pero me las di de interesante y me corrí aunque se me estuviera regalando. Pensé en culearmela x caridad pero como antes 2 amigos ya se la habían tripeado me corrí

ahora q soy un guatón poca cosa y q nadie pesca pagaría por volver el tiempo atrás... cómo me hubiese devorado esa vulva, papá!!!
 
Toma a tu niña y llévatela de ahí, creo que la madre de cierta manera te lo agradecería. Es la única manera que tienen de ser felices.
 
Todologos del Antro, que recomiendan:

1.- Que vaya y más calmado, hable con el papá de la calva mozuela.
2.- Llego a Talca y me rapto a la Clo mierda, ahí esta La Madre del cordero :zippy:

En pocos minutos me preparo para salir, estaré atento a su ayura..

Saludos y gracias por su enorme apoyo, los amo mucho :corazones:
raptala dude, según lo que describiste no le debe quedar mas de una década de vida y ya va empezar a atrofiarce:sm:. el tiempo apremia en esta situacion y si todo es verdadero por la costura de los cocos no mas al suegro.
 
Toma a tu niña y llévatela de ahí, creo que la madre de cierta manera te lo agradecería. Es la única manera que tienen de ser felices.


No hueón, no pesques lo que dije, te puedes meter en un forro grande.
Lo escribí pensando en la linda historia, pero dándole una vuelta, si te "la llevas" puede quedar la cagá si tienes en cuenta cómo actúa el papá de la lolita.
 
Weon la mina se supone q ya es adulta, si no puede ella misma controlar a la bestia culia del padre, o en su defecto, ignorarlo y sacar adelante la relacion como sea, mejor dejalo hasta ahi nomas :hands:, si no es capaz de hacer eso, simplemente no le importas lo suficiente :buenaonda:
Probablemente sea todo puro tollo pero igual me lei los papiros :lol2:, puta q escribe bien cipadrito
:idolo: Mystery
 
E
Bien… Agradezco un montón a todos por sus sabias palabras y al resto, alabo como siempre su buen humor.


El culebrón sigue y se esta poniendo más caliente que nunca….

Pues bien, ayer como la mayoría sabe, quede con esta chica para que me ayudara en mi casa a limpiar y renovar el acuario, objeto que de seguro recordarán, con el que fui estafado tiempo atrás, cuando le fui a hacer un pololito a una Bertita y finalmente me pago con el. Me costó implementarlo, pero finalmente ahí esta, como pieza principal del living, adornando este espacio con flamantes Ciclidos Africanos, una familia de Hachas plateadas y un número sin determinar de Neones Tetras.

Ayer, al salir de la oficina, me sentía de un ánimo increíble, a pesar que fue una tarde agitada y llena de problemas, pero como siempre, deje las complicaciones en el trabajo y al cerrar la puerta, abrace mi realidad, la del hombre del plan, el que sabe dominar y cuando no sabe la respuesta, entra de todos modos :hands:. La actitud vence al conocimiento y ya deje de preocuparme por lo que digan los demás, el mundo quiere personas que sepan dominar el terreno :sisi: y al recitar esta creencia como un mantra, me subí al auto, ajuste el cinturón y le di Start a la que sin dudas sería una mágica aventura.


20:00 Hrs, esa era la hora fijada por mí para pasarla a buscar a la casa de sus papás. La verdad me sentía un poco nervioso ya que ella me confesó que sus papás eran bien pesados y estrictos, además era muy raro que saliera sola, a no ser que la supervisaran sus amigas, eso me dio risa, porque justamente ante ayer brillaban por su ausencia :lol2:. Como todo Antroniano sabe, es importante crear expectación, así te pueden apreciar un poco más, de este modo, a las 20:00 pase lentamente de largo por fuera de su casa, sapiando :ninja: y me impresiono el estilo, una magnifica edificación de 2 pisos que hacían que mi casa pareciera una enclenque media agua, me dio gusto ver ese palacete y más gusto aun, imaginar que tal vez, en poco tiempo más lo podría recorrer desnudo, mientras jugaba con mi chica a las escondidas.

Un par de cuadras más lejos me estacione frente de un minimarket y me aventure en el buscando primero que nada si había alguna maquinita arcade, pero al notar solo a un grupo de mujeres jugando a las maquinas de apuestas me decepcione y solo compre chicles de sandia y una bonita botella de aceite de alpiste que me ha recomendado un Maestro un subforo más atrás. Pague con sencillo y ya de vuelta al auto busque algo en la radio para matar el tiempo, pero solo había futbol, así que busque en el parasol y encontré un viejo CD de Yo Yo Ma y Itzhak Pearlman, así es :sisi:, debo admitir que me gusta la música de ascensor.

Ya habían pasado 20 minutos, tiempo suficiente para torturar a mi víctima, estaciono el auto bien pegado a la vereda, me miro al espejo y luego de guiñarle un ojo a mi coqueto reflejo, suelto un largo suspiro y me dirijo como un autómata a la casa. La primera impresión que tuve al estar frente a esta fue la numeración, me encanta recordar números, y que terminara en 69 me saco una risilla y me hizo recordar las ironías de la vida :zippy:. Presiono el botón del citofono y en respuesta, una dulce voz me pregunta: - “Hola, ¿qué quiere?” – (si en verdad lo quiere saber, -pensaba yo- me va a querer capar). Luego de un pequeño carraspeo respondo: -- Hola, soy Mystery, el amigo de su hija que la viene a buscar para salir-.

Los segundos que pasaron antes de la respuesta fueron eternos, hasta que por fin escuche el famoso “ya van”, sonó un click y la puerta de la reja de abrió, mi lado rural quedo maravillado, ya que en mi casa no tengo una de esas y al caminar hacia la puerta siento como el corazón comienza a protestar, no le hice caso, aun me sigue penando mi viejo yo que se asusta por todo, así que con prisa me pare frente a la puerta y tirando los hombros hacia atrás y sacando pecho busque una postura que denotara confianza, (pero ahora me parece algo ridícula(. Abre la puerta una agraciada señora, de un largo pelo rubio y unas manos coronadas por muchos anillos, al instante y sin perder la oportunidad le digo:

- Hola estoy buscando a su hermana-,

esa frase funciona muy bien con las mamás…. Ella me miro extrañada, como si fuera un error de la naturaleza y al percatarme que no entendió la broma, me reí largamente y le pedí perdón por confundirla. Eso la alivio un poco y aun algo confundida me invita a pasar.

Debo decir nunca me fijo en las posesiones, me parece de mal gusto, pero en esta ocasión mi lado indio apareció :flaite: y debo confesar que me dieron unas ganas enormes de robarles. Había una variedad enorme de cosas lindas y de buen gusto, que de solo recordarlas me da pena mi situación :sm:, pero me hice el wueon, alabe su estilo y buen gusto al tiempo que aceptaba su invitación para sentarme a esperarla mientras me ofrecía un vaso de bebida. El sofá, amplio de un raso tan fino que de seguro les costó una fortuna, mientras lo acariciaba pensaba, de que manera sería posible quitarle las manchas de futuras batallas. Aparece la mamá con el vaso y se siente al frente mío, mientras de arriba abajo me interrogaba con la mirada. Para este tipo de interrogatorios, la mejor opción es nunca dar una respuesta directa a no ser que la respuesta sea no :hands:, esta señora en pocos minutos me bombardeo con preguntas cuyas respuestas giraban al posicionamiento social, hábilmente esquive todas ellas y al mismo tiempo la estudiaba de pies a cabeza, ya saben, las hijas casi siempre terminan pareciéndose a sus madres y el futuro de esta, pues se veía bastante tentador :whynot:.

A los minutos descendió de las escaleras para salvarme esta calva criatura, al mirarla me dieron ganas de quitarle ahí mismo la ropa a mordiscos y hacerla mía hasta dejarla muda de placer, pero me contuve. Llevaba un lindo vestido celeste, que flotaba felizmente alrededor de sus débiles piernas y un poco más arriba, lucía unos aritos de perla que hacían juego también con sus zapatos y cartera. Apenas me vio, sus ojos caían de sus orbitas :emocion: y controlando sus impulsos me saluda cortésmente mientras de soslayo le reprocha a la mamá por aquel interrogatorio de mal gusto. Ese detalle me gusto, no me gusta sentirme cuestionado y ella pareció captarlo al vuelo. Rápidamente me pide que nos vayamos, porque pronto llegara su papá y el sí que es pesado. Me despido de mi futura suegra y le confirmo que traeré a su lo antes posibles, sana y salva, en ese punto claramente le mentí.

Salimos a la calle y gentilmente, antes de abrir la puerta del auto la tomo de las manos y le doy unos tironcitos, ella hizo lo mismo conmigo, lo volví a repetir y paso lo mismo, luego la tomo por la cintura y frente a ella, la miro a los ojos y cerrándolos lentamente, espero que me de un beso, ella cayo en la trampa y antes de que sus labios alcancen a los míos, me hago para atrás y le digo en un tono burlón.. “Oye más lento, apenas nos estamos conociendo y ya me estas abusando”… Eso la desconcertó y de seguro elevo sus niveles de Endorfinas por las nubes, porque al instante note como se puso roja como un tomate y sus pezones se asomaban por debajo del sostén.
El viaje a casa siempre es una tortura, ya que vivo alejado de la ciudad a unos 45 minutos de viaje, lo que complica la tarea de llevar mujeres a la casa, además mi auto no es precisamente cómodo, hace 17 años manejo un Suzuki Jimny, vehículo con un equipamiento digno de un Espartano. A falta de lujos, lo compenso con una excelente conversación, mientras me deslizaba a 80 Km/H y rebotando como loco, hablamos de nuestras vidas, la mía como típico chico rural que a punta de esfuerzo se mantiene a el y a su familia y la de ella, rodeada de lujos, comodidades, apariencias y desde pocos años, su enfermedad.


La conversación fue el opio, porque el viaje se hizo cortísimo, luego de un tortuoso camino de tierra, al fin llegamos a mi rancho. Al llegar me esperaba el típico show protagonizado por mis 8 perros, todos ellos salen a la tarde a esperarme en el callejón y cuando aparezco, saltan al lado del auto, agitando sus colitas en señal de felicidad. Como vivo en una parcela, la vista del entorno es muy bella, gallinas, arboles, plantas y un sin fín de aromas atacan tus sentidos, sobre todo en esta fecha que la fruta esta madura. Ella no perdió tiempo y al bajar, extrañamente fue bien recibida por mis celosos perros :sisi:, quienes como buenos machos lo primero que hicieron fue olerle el trasero, no paso un minuto y ya la tenían en el suelo, pero ella lo disfrutaba, de manera que los deje rodar por el pasto, mientras sacaba las cosas del vehículo y le tiraba un poco de maíz a mis pollos. Lo primero que note al rescatarla de mis quiltros fue su vestido, le dije que su mamá me iba a matar, pero ella ni siquiera me escucho y como un pericote, se lanzo a mi cuello y emulando a mis canes me lanzo al suelo y en horcajas me confesó que se sentía en el paraíso.
Eso me hizo pensar y disparo mi buen humor y en la misma posición le hable del increíble día que había tenido y ahora, -le dije- estoy contigo…. Remate –El día ya no puede ser mejor-. Ella por supuesto estaba encantada con mi estado emocional, Antronianos, siempre es un buen recurso implicar a tu mujer en tus experiencias del día y luego hacerla parecer la guinda de la torta. Al incorporarnos, se mostro maravillada por mi casa, la que no es precisamente un palacio, pero me siento orgullosa de ella, ya que la fabricamos desde los cimientos junto a mi papá y el mayor lujo que tiene, es un viejo aire acondicionado, disimulado hábilmente por hermosas flores.

La tomo la de la mano y antes de abrir la puerta le digo tiernamente:

- Te quiero mostrar mi pecera, pero lamentablemente mis papás están aquí, así que quizás, solo los peces se van a mojar-

La nena me miro incrédula y al ver cómo me observaba, solo me pude reír de su ingenuidad y sin perder tiempo le di ese beso que tanto buscaba, sin dudas así debe ser siempre el primer beso. Apenas pasamos por el portal caímos bruscamente sobre el sofá y antes de llegar a mas, encendí la música, Cesárea Évora cantaba cabo verde y la invite a bailar.

Una mujer se enciende cuando la aprecias y la tomas firmemente por la cintura. Ella siente escozor cuando tú le dices a ella que a ti te gusta su forma de pensar sobre la unidad universal. Ella empieza a enamorarse locamente cuando te ríes de su manera chistosa de bailar. Ella se excita cuando encuentras las pecas sobre sus hombros increíblemente sexys. Ella sabe que tú serías un gran amante, cuando ella ve que no tienes miedo de hablar acerca de tu aprecio, sentimientos y tus deseos. Ella te escuchara y anhelara ser una de esas cosas que tú pretendes poseer. Ella tratara de seducirte. Esto empieza de forma pequeña, cuando tú notas su sonrisa o aun más su inteligencia. Ella quiere impresionarte, ella quiere tu aprobación. Mostrando tú aprecio, es como tú mueves tu relación con una mujer, de extraños, a amantes. A cada paso muestras un nuevo nivel de aprecio.


Esta nueva manera de comunicación basto para que nos olvidáramos por completo de los peces, de comer, de beber y del tiempo y solo nos dedicáramos exclusivamente a explorarnos. Anoche recorrí cada milímetro de su piel, mientras dejaba mi mente correr, relatándole la manera en que me gustaría secuestrarla y sodomizarla, mientras ella reía cómplice de mis fantasías. Recurrí a todo mi repertorio, masajes con aceite (de alpiste), estimulación es sus zonas erógenas con una plumita y una vez que estaba sumamente húmeda, con convulsiones y espuma saliendo por su boca, le hice el amor, al principio lentamente, sentía su espalda curvarse ante cada arremetida y al notar que el efecto disminuía, seguí en modo cavernícola, le garantice un orgasmo tras otro y debo decir que estaba tan excitado que hasta perdí la cuenta de las veces que eyacule. Nos detuvimos brevemente para tomar agua y seguimos amándonos hasta bien entrada la madrugada y después del desayuno.


Hoy vuelve a ser un día fenomenal, le prepare un rico y contundente desayuno que lleve felizmente hasta la cama, incluso le puse una florcita, reímos por todo lo que paso anoche y nos prometimos que hoy en la tarde y sin falta nos encargaríamos de la pecera. Nos regalamos mutuos halagos y alabamos el estilo del otro a la hora de amar, la acuse de ser una experta y ella hizo lo mismo, pensando que le iba a cobrar.
Nos fuimos a la ducha y mientras me enjabonaba la espalda me volví a sentir un niño y recordé como mi mamá hacia lo mismo en el lavaplatos, cuando aún era demasiado chico como para caer en el. Luego de eso, nos vestimos y durante el viaje a su casa planeamos la excusa perfecta para que su mamá no la regañara, afortunadamente una amiga de ella le prestó ropa para evitar cualquier problema.

Como saben amigos, estos 2 días están cargados de sorpresas que jamás me imagine, ni siquiera en mis sueños de la infancia…. Como quedo escrito ayer, me acosté con una chica, al principio pensé que se trataba de caridad, luego lo analice y fue más bien por lástima, sin embargo, por una serie de eventos que le han sucedido al encuentro sexual, creo que estoy sintiendo cosas especiales por esta chica… Luego de darle vueltas, siento que por primera vez me siento completamente feliz al lado de una mujer, me siento algo estúpido porque pienso continuamente en ella. ¿Será por su enfermedad? que ha despertado en mi un instinto de protección muy desarrollado. Siendo honesto la única necesidad que experimento es querer cuidar de esa chica y asegurarme de que nunca le pase nada. cosas que jamás sentí por nadie, ni siquiera por aquella nena con la que me quería casar hace unos años atrás.


¿Que opinan cilantritos?

¿Quién enamoro a quien?

¿Terminará esto en casorio?

¿Llegarán las bendiciones?


Las respuestas las revelaremos en nuestro próximo capitulo titulado: Mystery conoce al papá de la peladita...

No cambien de canal :flaite: los shushuesumares...


Gracias por su apoyo, les saluda:

Mystery:santa:
Estan buenas las 50 Sombras de Grey!!! :readmainh7:
 
Algo semejante a esta ilustración habrá sido la velada que vivió nuestro colega @Mystery??

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Última edición:
Hola queridos amigos…. Muchísimas gracias por sus muestras de cariño, estuve leyendo sus comentarios y mientras hacia scroll con la mano derecha, me sacaba una lagrima con la izquierda.

Debo reconocer que me da un poco de vergüenza confesarles esto, ya que siempre he querido demostrar una fortaleza sin igual, pero me encuentro ante situaciones nuevas, que a pesar de haberlas visto en otros casos, cuando eres tu el protagonista, simplemente, te afecta.


Como dice el amigo @MetalHammer, y meditándolo fríamente, le encuentro toda la razón, ante los antecedentes de la disfuncionalidad del taita de la chimbiroca, debí haber actuado como el vejete quizás quería, de esta manera me hubiera ahorrado todo aquel espectáculo, sin embargo, me deje guiar por el “se tu mismo”, lo que no es absolutamente malo, pero como el relato anterior lo anunció, simplemente no funcionó y salvar la situación se ve supremamente imposible.



Ayer a las 18:32, al terminar la sesión y leer sus comentarios, me vi envuelto en una seria de dudas; Ir nuevamente a esa casa y pedirle los datos necesarios a la suegra para ir a buscar a mi calvita, sería bastante sensato, o ir y tratar de arreglar las cosas con el suegro y volver a iniciar desde cero. Ante estos dos escenarios considere la primera opción como válida, no tenía nada que perder, sin dudas una situación ganar / ganar, pero la otra opción también se veía bastante atractiva, si encaraba nuevamente al vejete, tenía un 50/50 de probabilidades de tener éxito, esto sumado a la primera opción, me dejaba en una ventaja considerable.

Sin darle muchas vueltas, me apreté el cinturón y decidí ir nuevamente a la casa de mi niña y enfrentarme a mi enemigo. Desde pequeño mi papá me enseño a encarar cualquier situación y si no se puede a la primera, pues ir por una segunda, hasta conseguir una respuesta definitiva. Esa respuesta ya había sido confirmada por el ogro, claramente no me quería ver más, pero el día anterior y por no hacer un escándalo mayor al frente de la peque, reconozco que me bloqueé, no tuve los huevos suficientes y deje que el tipo me pasara por encima, pero tenía mis dudas, el instinto me tiraba como perro a su trineo y casi de manera automática ya estaba estacionado al frente de la casa.

Rápidamente me baje y camine derechito hacia la puerta, antes de tocar el citofono, por el rabillo del ojo veo una figuro conocida, armada de unas grandes tijeras podadoras recortando el crateus. ¡ Era el suegro ¡ y tenía unas enormes tijeras en las manos, mis testículos me comenzaron a doler, quizás temiendo caer presa del acero de esas afiladas hojas y un frio sudor bajo desde mi frente hasta el cuello. Sin pensar demasiado volví a presionar ese verde botón y la voz de mi suegra se anunció por el:

- ¿Holaaa, diga? – respondió el aparato. Trague saliva y casi como un susurro respondí:

- Hola tía Vivi, le habla Mystery y quisiera hablar urgente con usted –.

La luz del intercomunicador no se volvió a encender, me quede parado ahí inmóvil, con mis oídos atentos a cualquier ruido que pudiera acusar una respuesta. Atento estaba cuando escuche el tintineo de una escalera metálica, asome tímidamente mi cabeza por entre las tablitas de la reja y vi al hombre guardar diligentemente sus cosas, al tiempo que se acomodaba la escala al hombro y deliberadamente grazno hacia la puerta de la casa:

- Vivi, buscan, sale a ver quién es-.

Y de inmediato se fue en dirección a la parte trasera de la casa. Mi corazón latía casi fuera de mi tórax y el click del citofono me rescato de mi arritmia. Sonó el citofono, una luz verde se enciende y un tanto molesta me comunica:

- Quédese ahí, yo voy para allá -.

Solté lentamente el aire de mis pulmones, expectante, la puerta de la casa se abrió, pero no la de la reja, mala señal pensé yo. Por la puerta sale esta dulce señora y no se veía muy bien, traía su pelo despeinado y un chaleco puesto, demasiado grande, la hacía ver como una verdadera metáfora de su vida, como una sofisticada flor que solo busca aprobación. Ella camina rápido y en pocos segundos queda paralela a mí, no puedo dejar de observar sus verdes ojos, que esta vez estaban poblados de pequeñas venas rojas, reseña inequívoca de un ataque de llanto reciente. Al notar esto, deslice mis dedos por entre los palitos del enrejado y al rozar los suyos solo fui capaz de decir “lo siento”. En su cara se dibujo una débil sonrisa, al mismo tiempo, masajeo mis dedos, me miró a los ojos y con un nuevo brillo, quizás recordando amoríos de otros tiempos, me confesó:

- Sabía que venias y creo que ya sé porque, ¿Por qué te demoraste tanto?-.

Me encanto su respuesta, esto me subió el ánimo y bromeando solo atiné a decirle que en el Mcdonald no me habían dado permiso para salir antes. Ella rio mientras movía la cabeza, aceptando que soy un caso perdido.

– Tía Vivi – le dije:

- Necesito saber cómo esta ella, la llamo, pero su teléfono esta muerto, además no sé donde esta y muero de ganas por verla, ayúdeme dándome la dirección de su hija-.

Esta petición la alegro y lentamente me rebelo las coordenadas, aso sí , me advirtió:

-Ayer hable con mi hija mayor y ella, al igual que su papá te odia, no creo que te reciba muy bien, así que trátala con cuidado, ella es súper inestable y saco el mismo carácter que el papá-.

De eso ya me había dado cuenta, pero no me importo, aunque tuviera que entrar a esa casa a la mala lo haría y me llevaría a mi chica como diera lugar. Fue una pregunta de la suegra la que me trajo a tierra rápidamente:

-¿Qué vas a hacer con ella cuando la veas?, su papá todavía esta enojado con ella y si te la llevas contigo, creo que la cosa se va a salir de control. Conozco al Mario y sé que la va a encontrar y quizás, que le va a hacer. ¿Por favor dime que vas a hacer?-.

Yo tenía el panorama bastante claro:

- Tía Vivi, yo no voy a hacer nada que atente contra ella, al contrario, estoy decidido a vivir el resto de mi vida con su hija, la vida siempre me da el precio que le pida y si tengo que pagar el precio, pues lo haré con gusto-.

Yaaaaa?, -ella me interrumpió-, eso suena lindo, pero ¿Qué harás?

-Ahora mismo, iré hasta Talca, recogeré a su hija y la llevaré a mi casa, ahí jamás le faltará nada-.

La suegra quedo maravillada por mi determinación, solo bajo la cabeza y me dio la bendición. Un suspiro escapo de su boca y mirando al cielo me confesó que también quería lo mismo para ella.

-Esta niñita a sido tan sufrida y esto, presiento la esta matando. Tengo rabia contigo, porque si no te hubiera conocido las cosas seguirían normales, pero ya no lo son, llegaste a su vida y la diste vuelta por completo, lo único que me consuela es que jamás la había visto tan feliz, creo que como mamá no me queda otra más que aceptarlo y desearle a los dos éxito en sus nuevas vidas, aunque, lamentablemente hayan tenido que sufrir tan prematuramente-.

Ya contaba con el apoyo de la suegra, sin dudas un gran logro, ella se sincero y parece estar de mi lado, sin embargo, sentía que no me podía ir y nada más, el círculo aún no estaba completo y como hombre, me faltaba enfrentar mis temores y por honor tenía que dar el siguiente paso.
Mi pequeña tiene familia, algo disfuncional, pero familia al fin y al cabo, ellos la criaron y me sentiría culpable, ya que por una batalla de egos, simplemente se lo arrancara de su vida. Me arme de valor y en un tono serio, le pregunte a mi bienhechora:

-Tía, tengo la necesidad urgente de hablar con Don Mario-.

Ella abrió los ojos como un conejo encandilado, dio dos pasos atrás y casi gritando me dijo:

-Oye cabrito, ¿tú estás loco?, Mario te odia y es capaz de matarte si te ve aquí. Entiendo que te quieres mostrar todo un machito, pero mi marido esta mal, el toma medicamentos para controlarse y a veces, cuando alguien se le cruza, es capaz de irse a los extremos y de seguro te podría pasar algo. Te estoy empezando a querer, en serio, pero ¿Por qué mejor no vas a buscar a mi hija y dejamos esto entre nosotros mejor?-.

Eso claramente tenía sentido, pero a la vez, seguí firme mi intuición. A la larga si dejas atrás los problemas, estos tarde o tempranos te alcanzan y cuando lo hacen, ya no cuentas con el arrojo de antes.

-Estoy seguro y me hago responsable por todo lo que pase ahora con el, usted tía quédese tranquila, en el campo a diario me enfrento a personas 100 veces peores (le mentí, los tipos del campo son un amor) y ya es hora de que alguien le pare la maquina a este caballero. Ayer, por respeto a ustedes, no quise hacer nada y eso me ha hecho sentir súper mal. Voy a hablar con su marido y le voy a comentar todo lo que voy a hacer con su hija, hablaré esto con el, solo por respeto a su estampa de papá, ella es parte de su sangre y no quiero quedar declarado como ladrón, simplemente le diré que voy a hacer y el resto, lo resolveré sobre la marcha-.


La tía me miraba embelesada, con los dedos de sus manos cruzados, como quien espera que todo salga bien, ella quizás también fantaseaba con esta idea del príncipe, que rescata a la princesa de las garras de aquel monstruo, esta idea suena bastante bien, pero por ironías de la vida, en la mía se estaba volviendo real y tal vez, como en ese cuento podría acabar con ese lindo final.

-Mejor espéralo aquí afuera- me recomendó sabiamente la tía.

Mientras se encamino al interior de la casa, mis piernas querían arrancar, la verdad me estaba aburriendo de todas esas sensaciones saboteadoras, el viejo yo, que habita en mi estaba volviendo a tomar el control de mis emociones, y esta vez la pelea sería injusta, mi suegro y mi peor enemigo, yo mismo en una pelea desigual, nada justo verdad?. Trate de hacer lo imposible para frenar esos impulsos y unas ganas enormes de fumar se volvieron a apoderar de mi, hace años que no lo hago, sin embargo, hubiera hasta prestado el poto por un cigarro en ese momento. Buscaba en mi cabeza todas aquellas enseñanzas que por año recolecte, en mi búsqueda de ser la mejor versión posible de mi mismo, pero no estaban, mi cabeza estaba situada fuera de esta tierra y el pánico se apoderaba de mi lentamente. Finalmente, mis instintos más primitivos tomaron el control y un solo reflejo atacaba mis sentidos: “lucha o huida” , así nuestros antepasados vivían sus vidas, luchando con el azar de las expectativas, ahora sin embargo son otros tiempos, pero nuestro cerebro no lo cree así.

Escuchaba como unos pasos rápidos se acercaban hacia la puerta de la casa, reconocí el eco de esos feos zapatos al tocar las baldosas, era el, ¿Qué voy a hacer?. Mi vida a estado marcada por milagrosas coincidencias y esta vez, no fue la excepción. Sentí avanzar un vehículo, que se deslizaba despacio y desde su interior se escuchaba la radio, estaban hablando algo de los incendios y la única palabra que pude entender fue “dolor”. Esa clave me basto para recordar lo que mil veces le había dicho a los amigos que entrenan conmigo y es, que para destacar en cualquier cosa debemos estar dispuestos a superar cualquier obstáculo, lo que se conoce como el “periodo de dolor”, tenemos que estar dispuestos a sufrir el rechazo, la humillación, el agotamiento, la desesperación y cosas aun peores, solo los que están dispuesto a llegar a ese límite se convertirán en campeones, el resto solo se queda relegado al margen y verá el partido desde el banquillo.

Siempre pensé que esa metáfora se escuchaba bastante bien y se aplicaba a levantar más peso que nadie en el gimnasio, eso siempre motiva a todo el mundo para dar el extra, pero nunca pensé que calzara tan perfectamente en esta situación. Esta revelación me cayó del cielo, hizo eco en mi cabeza y agradeciendo al universo, pensé en lo maravilloso que el es. Sin dudas, el universo es como aquella linda chica que le encanta bailar contigo.

Mientras me regocijaba en mi revelación, el suegro abrió la puerta violentamente, ahí estaba su rechoncha figura, bajo unos pantalones cortos se dejaban ver una piernas delgadas y arqueadas, como si hubiera montado a caballo toda una vida, acompañando su armónica figura, solo me centre en su cara roja y sus brazos peludos, una imagen no muy halagadora. Al acercarse a la reja, pude notar lo roja de su mirada, a la vez que las aletas de su nariz se movían producto de agitadas respiraciones. El tipo no dijo nada, pero su determinación de machacarme la cara era evidente, con fuerza y de un golpe abrió la puerta y sin mirarme a los ojos y bien molesto me ordeno pasar. Una vez dentro, hizo el gesto de mirar su reloj y cruzando los brazos me dijo con total desprecio, mientras cerraba tras de mí la reja, dejándome atrapado:

-Te doy 3 minutos para hablar, si no te vas en ese tiempo llamo a Carabineros-.


El tipo me tenia encerrado y con la tecla 9 de su teléfono lista para marcar.


- Don Mario (se lo dije solo por educación), como usted ve, tuve la urgencia de venir hasta acá y pedir hablar con usted por dos simples motivos:


1.- Quiero que me pida perdón. Después de lo que me hizo ayer, es lo mínimo que una persona con educación puede hacer.

2.- Le comunico ahora mismo, que me llevo a su hija a vivir conmigo, en este papel esta mi dirección-.


Las venas del cuello de mi suegro se hincharon y rogué por que explotaran, su cara se puso roja como la de un mico, al tiempo que los pelos de sus brazos se crisparon dándole el aspecto de un puercoespín. Yo lo observaba atentamente, quizás pensó que le daría un discurso de moral, o simplemente me arrojaría a sus pies pidiendo clemencia, pero estaba decidido a llevarme mi disculpas y por lo menos un OK a mi segunda declaración. Creo que esto dejo fuera de sí al pobre viejo, porque se demoro en responder:

-¿Tú que te crees?, wueón patudo, ¿venir a mi casa y querer que te pida perdón?, ¿Qué te vas a llevar a mi hija?. No sé si eres la persona más tonta del mundo o realmente eres un wueón masoquista que busca que le mate-.

Su primera respuesta me dejo bien en claro que el tipo es un hijo de putas, pero yo insistí:

-Mire estimado-, le dije, - No tiene porque ponerse roto conmigo, aunque usted no lo crea, yo lo entiendo muy bien y es por eso que ahora estoy aquí-,

Eso lo desconcertó, porque pareció prestarme atención, así que seguí:

-Yo cuando conocí a su hija, sentí una pena enorme por su vida y también su enfermedad, pero con el tiempo eso dejo de importar y pude conocer a la otra persona que esta ahí, detrás, esa niña tierna que solo busca cariño y eso, su ternura, más, su luminosa personalidad, hicieron que sin remedio me enamorara de ella. Estoy seguro que si usted busca en su interior ese periodo por el cual se sintió profundamente enamorado, será capaz de darse cuenta todo lo que ahora siento. A veces el amor nubla el juicio y estoy seguro que cualquier persona en sus cabales no vendría hasta aquí, con usted, después del escándalo que armo a noche solo para informarle que ha encontrado el amor de su vida y que nada, ni nadie será capaz de evitarlo. Le apuesto que alguna vez en su vida sintió lo mismo que estoy sintiendo yo?-.

El tipo solo agito las manos y con un gesto despectivo, respondió:

-Esas son hueás de minas y maricones, no te compro todo eso, conozco a los cabros como tú, te apuesto que de aquí a unos días se te pasa el empacho y vas a estar ensartado con otra-.

Esa respuesta me la esperaba, el tipo es un cerdo sin sensibilidad, además justificar ese hecho agrava la falta, de modo que tuve que recurrir a otra estrategia.

-Usted ya es un viejo y sería la tarea de un santo hacerlo cambiar y de eso tengo bien poco, lo único que tengo es una sola idea, que es hacer feliz a su hija y usted ni nadie me lo va a impedir. Sé que la idea no le gusta, pero va a tener aceptarla, solo tiene dos opciones, tendrá que aceptar que ella es una mujer que quiere echar raíces conmigo y con el tiempo, tal vez nos podamos llevar bien o amargarse hasta la médula y seguir viviendo una vida miserable, masticando y rumiando día y noche el hecho que su hija y su esposa lo odian. Usted solo esta cosechando lo que siembra y me parece poco inteligente que esa cosecha la pierda para siempre por solo ser un idiota-.
Esas palabras me salieron del alma conchesumare, hasta unos gallitos se me salieron de la emoción, fueron palabras reales, cargadas de compromiso y esperaba que hayan calado en el negro corazón del viejo, pero no fue así. El tipo se rió burlonamente y dando una vuelta me dijo:

-He visto mapuche curaos porfiados y tu. ¿Andas drogado?, ¿muchos esteroides te cagaron la cabeza?, ¿eres tontito o te haces?, ¿te tuvieron verde?, es que no entiendes que me importas una raja, no te quiero y menos, para mi hija, ella es una profesional y tiene que estar con alguien que la pueda mantener y ¿voh wueón?, ¡mira el cacharro que manejas¡, tienes las manos llenas de cayos igual que los viejos del campo, que bien le vas a hacer a mi hija, patán¡¡. Te prometo que si sigues insistiendo, contrato a Colombiano y por 50 lucas le hago un encargo-.


Sus palabras no me afectaron, ya había descubierto su personalidad y me había cansado de dejarme amedrentar. Sin dejarlo de mirar a los ojos le respondí con toda mi rabia acumulada:

-Mire, usted haga lo que tenga que hacer, yo no le tengo miedo, si ayer no hice nada fue por respeto a las mujeres, pero ahora mismo, me daría el gusto de machacarle el cráneo y no me costaría nada hacerlo, pero afortunadamente, no soy igual a usted, no necesito aparentar lo que soy para que la gente me respete, además, como persona usted me da pena, porque esta S O L O, en su vida no hay nadie que lo aprecie y las pocas personas que si lo hacían, hoy lo consideran una bestia. Tal vez tenga riquezas, una linda casa, pero ¿Qué más?, ¿Quién sería usted si le quitaran todo lo que tiene?.... eso que queda, es NADA, solo un pequeño viejo ridículo, al que todo el mundo odia, ese es usted ¿y ese pequeño viejo cree que me va a detener?, ni por asomo-.

El vejete se pico, miro para todos lados buscando algo para agredirme, pero afortunadamente no había nada, la manguera esta enrollada lejos de nosotros, cosa que agradecí al destino, ¡¡ jamás nadie me había tirado agua así¡¡, ni siquiera mi mamá cuando me pegaba, ella simplemente me lanzaba las chalas y menos mal el viejo no usaba Zico.

-Oiga “S U E G R O”-, se lo dije con sorna, muy- moduladamente- , no saca nada con volverse loco y al igual que los cabros chicos, quitar la pelota porque esta perdiendo, venga aquí y hágase hombre, usted que se cree tan macho, ¿por qué se queda callado, si no es tan gallito?, ya pues, conversemos no se haga la guagua-.


Y así seguí por un rato, no me daba pena, lo estaba disfrutando, el viejito se daba vueltas por el patio y se tiraba los pelos de la rabia. Yo en su lugar habría pedido que me fuera o simplemente, entro a la casa por un arma, pero el ridículamente, daba vueltas gritando chuchadas y arengas en mi contra, que de tan solo recordar lo chistosa que sonaban, me matan, pero de la risa. Luego me aburrí y al ver que le había ganado en su juego hice algo impensado. Me acerque hacia el y con un cuidado casi infantil lo senté en el suelo, el cayó pesadamente y yo hice lo mismo, me senté a su lado.

-Escuche suegro-, le dije tiernamente, -Se que partimos con el pie izquierdo y aunque nos caemos pésimo y nos odiemos a muerte, vamos a tener que acostumbrarnos a vernos. Yo le comunico, desde ahora, que no voy a salir de su vida y usted de la mía, aunque a ambos nos duela, la cosa así va a ser. Yo no quiero hacerme su amigo y no espero lo mismo de usted, pero quiero que sepa, yo siempre voy a estar ahí con su hija y con su familia, aunque no le guste, me va a tener que aguantar, le apuesto, que voy a ser el único que le irá a dejar flores al cementerio, mientras el resto, irá de noche y le echará la meá en la lápida. Estoy seguro, que yo no soy lo que quiere para su hija, pero usted a hecho el ejercicio de preguntarle a ella:

¿QUÉ ES LO QUE QUIERE?.

¿Cuénteme lo ha hecho?-.


En ese punto, el vejete comenzó a tiritar, pues estaba corriendo viento frio creo. Supongo que algo dentro de el se quebró y su detestable personalidad se evaporo y como un niño pequeño, mientras arrancaba hebras de pasto, me hablo sobre su hija. Fascinado por este efecto, aproveche la oportunidad para estimularlo con varias preguntas a la que el obedientemente respondía:


-¿Puede usted recordar cómo fue la primera vez que vio y tuvo a su hija en los brazos?, ¿Cómo fue?, ¿Qué sintió?.

-¿Recuerda suegro la vez que ella aprendió a caminar?

-¿Qué sintió para su primer cumpleaños?

-¿Recuerda como se sentía cuando ella obtuvo su título?

-¿Puede recordar, cuándo fue la última vez que ella lo abraso?

Las bayas de la memoria hicieron su efecto y lentamente, le fui soltando una parrilla de variadas preguntas, evitando hábilmente las más dolorosas y obvias por supuesto. Lo que me sorprendió fue la docilidad con la que el suegro contestaba cada pregunta y por primera vez, vi brillar la luz de sus ojos, estos parecían juveniles, cargados de emoción, al mismo tiempo, su rostro dibujaba expresiones de felicidad que sin duda, habían quedado relegadas al pasado. Mientras el me contestaba, podía ver por la ventana de la cocina sapiando a la suegra, se veía atenta, me llamo la atención que con un paño de cocina en su mano derecha se secaba algo de la cara, supongo que fueron lagrimas o algún resto de comida.

-Ella, desde pequeña, siempre quiso ser una princesa y vivir una vida feliz, pero ahora no se si lo esta logrando-.

Esa fue la última respuesta que el suegro, melancólicamente me confesó. Esta afirmación fue lo que me basto para darle el golpe de gracia:

-¿Ahora cuando usted la ve suegro, ¿nota como ha cambiado?, ¿la ve más feliz?, como cuando quería ser princesa o la¿ nota triste como antes?, como esa nube gris que ¿ella tanto describe?-.

Por unos segundos, el vejete me sostuvo la mirada y apoyando la cara sobre sus manos, como a un niño que han regañado, muy despacito me hablo:

-Cuando la Clo era chiquitita, siempre pasaba riendo por cualquier cosa, ahora ya grande y luego del diagnostico la vida de mi chiquitita se oscureció, dejamos de hablarnos tan seguido y se fue encerrando cada vez más en sí misma. Yo la veía casi como una extraña y en mi obligación de papá solo la quería cuidar. No salíamos con ella y creo, me volví sobreprotector y maniaco por querer controlarla, pero tú sabes, porque la quiero y es mi conchito, tal vez cuando tengas hijos recién me vas a entender. Luego un día, llego hablando con su mamá de un hombre que conoció y desde ahí ella, volvió a ser la niña chica de antes y te confieso, me dio ENVIDIA que ella volviera a ser feliz, pero no conmigo, si no con un desconocido, que apenas conoce y ya la tiene trastornada. Solo mírate, eres divertido, joven, apuesto, musculoso, interesante y enamoraste a mi hija. Yo cuando te vi supe que de inmediato que solo la querías para el sexo, pero después de ver todo lo que has hecho y tener el coraje de llegar otra vez aquí, tal vez yo este equivocado, cualquiera no hace eso, menos una persona como tú que podría tener a cualquier mujer, incluso, aunque suene cruel una mujer sana. Tu sabes que la Clo en unos años no va a poder valerse por sí misma y dependerá de otras personas y una persona como tú, es ¿probable que la lastime?, pero creo, que de verdad la quieres y estas dispuesto a estar con ella hasta el final. Dime chiquillo, ¿de verdad amas a la Claudia?-.
A esa pregunta solo había una respuesta, y era:

-Sí, con toda el alma-.

Esa confirmación pareció bastarle a este señor para que a duras penas se pusiera de pie, pensé que me iba a tender la mano para ayudarme a parar, pero no lo hizo, el tipo es bastante orgulloso, solo se quedo mirando hacia el cielo, esperando que yo hiciera lo mismo. Ya de pies, no pude evitar que mi sonrisa se extendiera por toda la cara y sin ocultar mi buen humor le pregunte:


-Oiga suegro, ya pasaron más de tres minutos, ¿Qué no iba a llamar a los carabineros?-.

-No te pases-.


Esa fue la única respuesta que obtuve, pero me basto para quedarme tranquilo, una enorme sensación de libertad me invadió por completo y no pude contenerme por darle un abraso a ese viejo. Lo hice con ganas, pude escuchar los huesos de su columna tronar, al tiempo que lo levantaba del suelo y con un fuerte zamarreo le dije al oído:

-Ve suegro que no es pichicata-.

El solo se rió y unas espesas lagrimas comenzaron a rodas como perlas de sus ojos. -¿No le hice daño verdad?, le pregunte y el con el dedo índice de la mano lo movió negativamente, mientras su mano izquierda secaba torpemente sus ojos. Ya no me quedaba nada más que hacer ahí, así que como Pedro por su casa, entre por la puerta y tras de ella me esperaba la suegra, quien toda emocionada me traía envueltos unos sándwich para el largo viaje a Talca.


Luego de dar vueltas algo perdido, pude encontrar la dirección de la casa, quien no se quedaba chica a las descripciones. Se trataba de un fabuloso palacete en los suburbios, me encanto la sobriedad del lugar. Estaciones al frente y sin contenerme, corrí hacia la puerta de la reja, toque el timbre y sin siquiera esperarlo sale corriendo, como un perro hacia el cartero mi bella nena, tenía su rostro congestionado por el llanto, pero a pesar de eso se veía muy bien, con prisa abrió la reja y esta entreabierta basto para que su delgado cuerpo pasara por un costado y de manera salvaje se lanzara a mi cuello, tapizando mi cara con millones de besos.

.
.
.

Ahora ando con poco tiempo para seguir con lo que paso después, les prometo que mañana sin falta seguiré con el desenlace. Desde ya agradezco mucho sus consejos y les quiero decir que sin su ayuda, esta historia nunca se hubiera podido escribir.

Los ama más que la chucha...

Mystery :santa:
 
Última edición:
una vez tuve la mano para culearme a una mina q no me gustaba... tenía las medias tetas pero de cara era más fea q la chucha. Despues de un carrete se me fue a acostar a mi misma cama pero me las di de interesante y me corrí aunque se me estuviera regalando. Pensé en culearmela x caridad pero como antes 2 amigos ya se la habían tripeado me corrí

ahora q soy un guatón poca cosa y q nadie pesca pagaría por volver el tiempo atrás... cómo me hubiese devorado esa vulva, papá!!!
:lol2:

Me paso algo parecido una vez en un carrete, con la famosa "Mary Pilsen". Creo que ahora se publica en Locanto :ninja:
 
Que hermoso final, me llegué a emocionar con ciertos pasajes del relato

Enviado desde una galaxia muy, muy lejana
 
Hola queridos amigos…. Muchísimas gracias por sus muestras de cariño, estuve leyendo sus comentarios y mientras hacia scroll con la mano derecha, me sacaba una lagrima con la izquierda.

Debo reconocer que me da un poco de vergüenza confesarles esto, ya que siempre he querido demostrar una fortaleza sin igual, pero me encuentro ante situaciones nuevas, que a pesar de haberlas visto en otros casos, cuando eres tu el protagonista, simplemente, te afecta.


Como dice el amigo @MetalHammer, y meditándolo fríamente, le encuentro toda la razón, ante los antecedentes de la disfuncionalidad del taita de la chimbiroca, debí haber actuado como el vejete quizás quería, de esta manera me hubiera ahorrado todo aquel espectáculo, sin embargo, me deje guiar por el “se tu mismo”, lo que no es absolutamente malo, pero como el relato anterior lo anunció, simplemente no funcionó y salvar la situación se ve supremamente imposible.



Ayer a las 18:32, al terminar la sesión y leer sus comentarios, me vi envuelto en una seria de dudas; Ir nuevamente a esa casa y pedirle los datos necesarios a la suegra para ir a buscar a mi calvita, sería bastante sensato, o ir y tratar de arreglar las cosas con el suegro y volver a iniciar desde cero. Ante estos dos escenarios considere la primera opción como válida, no tenía nada que perder, sin dudas una situación ganar / ganar, pero la otra opción también se veía bastante atractiva, si encaraba nuevamente al vejete, tenía un 50/50 de probabilidades de tener éxito, esto sumado a la primera opción, me dejaba en una ventaja considerable.

Sin darle muchas vueltas, me apreté el cinturón y decidí ir nuevamente a la casa de mi niña y enfrentarme a mi enemigo. Desde pequeño mi papá me enseño a encarar cualquier situación y si no se puede a la primera, pues ir por una segunda, hasta conseguir una respuesta definitiva. Esa respuesta ya había sido confirmada por el ogro, claramente no me quería ver más, pero el día anterior y por no hacer un escándalo mayor al frente de la peque, reconozco que me bloqueé, no tuve los huevos suficientes y deje que el tipo me pasara por encima, pero tenía mis dudas, el instinto me tiraba como perro a su trineo y casi de manera automática ya estaba estacionado al frente de la casa.

Rápidamente me baje y camine derechito hacia la puerta, antes de tocar el citofono, por el rabillo del ojo veo una figuro conocida, armada de unas grandes tijeras podadoras recortando el crateus. ¡ Era el suegro ¡ y tenía unas enormes tijeras en las manos, mis testículos me comenzaron a doler, quizás temiendo caer presa del acero de esas afiladas hojas y un frio sudor bajo desde mi frente hasta el cuello. Sin pensar demasiado volví a presionar ese verde botón y la voz de mi suegra se anunció por el:

- ¿Holaaa, diga? – respondió el aparato. Trague saliva y casi como un susurro respondí:

- Hola tía Vivi, le habla Mystery y quisiera hablar urgente con usted –.

La luz del intercomunicador no se volvió a encender, me quede parado ahí inmóvil, con mis oídos atentos a cualquier ruido que pudiera acusar una respuesta. Atento estaba cuando escuche el tintineo de una escalera metálica, asome tímidamente mi cabeza por entre las tablitas de la reja y vi al hombre guardar diligentemente sus cosas, al tiempo que se acomodaba la escala al hombro y deliberadamente grazno hacia la puerta de la casa:

- Vivi, buscan, sale a ver quién es-.

Y de inmediato se fue en dirección a la parte trasera de la casa. Mi corazón latía casi fuera de mi tórax y el click del citofono me rescato de mi arritmia. Sonó el citofono, una luz verde se enciende y un tanto molesta me comunica:

- Quédese ahí, yo voy para allá -.

Solté lentamente el aire de mis pulmones, expectante, la puerta de la casa se abrió, pero no la de la reja, mala señal pensé yo. Por la puerta sale esta dulce señora y no se veía muy bien, traía su pelo despeinado y un chaleco puesto, demasiado grande, la hacía ver como una verdadera metáfora de su vida, como una sofisticada flor que solo busca aprobación. Ella camina rápido y en pocos segundos queda paralela a mí, no puedo dejar de observar sus verdes ojos, que esta vez estaban poblados de pequeñas venas rojas, reseña inequívoca de un ataque de llanto reciente. Al notar esto, deslice mis dedos por entre los palitos del enrejado y al rozar los suyos solo fui capaz de decir “lo siento”. En su cara se dibujo una débil sonrisa, al mismo tiempo, masajeo mis dedos, me miró a los ojos y con un nuevo brillo, quizás recordando amoríos de otros tiempos, me confesó:

- Sabía que venias y creo que ya sé porque, ¿Por qué te demoraste tanto?-.

Me encanto su respuesta, esto me subió el ánimo y bromeando solo atiné a decirle que en el Mcdonald no me habían dado permiso para salir antes. Ella rio mientras movía la cabeza, aceptando que soy un caso perdido.

– Tía Vivi – le dije:

- Necesito saber cómo esta ella, la llamo, pero su teléfono esta muerto, además no sé donde esta y muero de ganas por verla, ayúdeme dándome la dirección de su hija-.

Esta petición la alegro y lentamente me rebelo las coordenadas, aso sí , me advirtió:

-Ayer hable con mi hija mayor y ella, al igual que su papá te odia, no creo que te reciba muy bien, así que trátala con cuidado, ella es súper inestable y saco el mismo carácter que el papá-.

De eso ya me había dado cuenta, pero no me importo, aunque tuviera que entrar a esa casa a la mala lo haría y me llevaría a mi chica como diera lugar. Fue una pregunta de la suegra la que me trajo a tierra rápidamente:

-¿Qué vas a hacer con ella cuando la veas?, su papá todavía esta enojado con ella y si te la llevas contigo, creo que la cosa se va a salir de control. Conozco al Mario y sé que la va a encontrar y quizás, que le va a hacer. ¿Por favor dime que vas a hacer?-.

Yo tenía el panorama bastante claro:

- Tía Vivi, yo no voy a hacer nada que atente contra ella, al contrario, estoy decidido a vivir el resto de mi vida con su hija, la vida siempre me da el precio que le pida y si tengo que pagar el precio, pues lo haré con gusto-.

Yaaaaa?, -ella me interrumpió-, eso suena lindo, pero ¿Qué harás?

-Ahora mismo, iré hasta Talca, recogeré a su hija y la llevaré a mi casa, ahí jamás le faltará nada-.

La suegra quedo maravillada por mi determinación, solo bajo la cabeza y me dio la bendición. Un suspiro escapo de su boca y mirando al cielo me confesó que también quería lo mismo para ella.

-Esta niñita a sido tan sufrida y esto, presiento la esta matando. Tengo rabia contigo, porque si no te hubiera conocido las cosas seguirían normales, pero ya no lo son, llegaste a su vida y la diste vuelta por completo, lo único que me consuela es que jamás la había visto tan feliz, creo que como mamá no me queda otra más que aceptarlo y desearle a los dos éxito en sus nuevas vidas, aunque, lamentablemente hayan tenido que sufrir tan prematuramente-.

Ya contaba con el apoyo de la suegra, sin dudas un gran logro, ella se sincero y parece estar de mi lado, sin embargo, sentía que no me podía ir y nada más, el círculo aún no estaba completo y como hombre, me faltaba enfrentar mis temores y por honor tenía que dar el siguiente paso.
Mi pequeña tiene familia, algo disfuncional, pero familia al fin y al cabo, ellos la criaron y me sentiría culpable, ya que por una batalla de egos, simplemente se lo arrancara de su vida. Me arme de valor y en un tono serio, le pregunte a mi bienhechora:

-Tía, tengo la necesidad urgente de hablar con Don Mario-.

Ella abrió los ojos como un conejo encandilado, dio dos pasos atrás y casi gritando me dijo:

-Oye cabrito, ¿tú estás loco?, Mario te odia y es capaz de matarte si te ve aquí. Entiendo que te quieres mostrar todo un machito, pero mi marido esta mal, el toma medicamentos para controlarse y a veces, cuando alguien se le cruza, es capaz de irse a los extremos y de seguro te podría pasar algo. Te estoy empezando a querer, en serio, pero ¿Por qué mejor no vas a buscar a mi hija y dejamos esto entre nosotros mejor?-.

Eso claramente tenía sentido, pero a la vez, seguí firme mi intuición. A la larga si dejas atrás los problemas, estos tarde o tempranos te alcanzan y cuando lo hacen, ya no cuentas con el arrojo de antes.

-Estoy seguro y me hago responsable por todo lo que pase ahora con el, usted tía quédese tranquila, en el campo a diario me enfrento a personas 100 veces peores (le mentí, los tipos del campo son un amor) y ya es hora de que alguien le pare la maquina a este caballero. Ayer, por respeto a ustedes, no quise hacer nada y eso me ha hecho sentir súper mal. Voy a hablar con su marido y le voy a comentar todo lo que voy a hacer con su hija, hablaré esto con el, solo por respeto a su estampa de papá, ella es parte de su sangre y no quiero quedar declarado como ladrón, simplemente le diré que voy a hacer y el resto, lo resolveré sobre la marcha-.


La tía me miraba embelesada, con los dedos de sus manos cruzados, como quien espera que todo salga bien, ella quizás también fantaseaba con esta idea del príncipe, que rescata a la princesa de las garras de aquel monstruo, esta idea suena bastante bien, pero por ironías de la vida, en la mía se estaba volviendo real y tal vez, como en ese cuento podría acabar con ese lindo final.

-Mejor espéralo aquí afuera- me recomendó sabiamente la tía.

Mientras se encamino al interior de la casa, mis piernas querían arrancar, la verdad me estaba aburriendo de todas esas sensaciones saboteadoras, el viejo yo, que habita en mi estaba volviendo a tomar el control de mis emociones, y esta vez la pelea sería injusta, mi suegro y mi peor enemigo, yo mismo en una pelea desigual, nada justo verdad?. Trate de hacer lo imposible para frenar esos impulsos y unas ganas enormes de fumar se volvieron a apoderar de mi, hace años que no lo hago, sin embargo, hubiera hasta prestado el poto por un cigarro en ese momento. Buscaba en mi cabeza todas aquellas enseñanzas que por año recolecte, en mi búsqueda de ser la mejor versión posible de mi mismo, pero no estaban, mi cabeza estaba situada fuera de esta tierra y el pánico se apoderaba de mi lentamente. Finalmente, mis instintos más primitivos tomaron el control y un solo reflejo atacaba mis sentidos: “lucha o huida” , así nuestros antepasados vivían sus vidas, luchando con el azar de las expectativas, ahora sin embargo son otros tiempos, pero nuestro cerebro no lo cree así.

Escuchaba como unos pasos rápidos se acercaban hacia la puerta de la casa, reconocí el eco de esos feos zapatos al tocar las baldosas, era el, ¿Qué voy a hacer?. Mi vida a estado marcada por milagrosas coincidencias y esta vez, no fue la excepción. Sentí avanzar un vehículo, que se deslizaba despacio y desde su interior se escuchaba la radio, estaban hablando algo de los incendios y la única palabra que pude entender fue “dolor”. Esa clave me basto para recordar lo que mil veces le había dicho a los amigos que entrenan conmigo y es, que para destacar en cualquier cosa debemos estar dispuestos a superar cualquier obstáculo, lo que se conoce como el “periodo de dolor”, tenemos que estar dispuestos a sufrir el rechazo, la humillación, el agotamiento, la desesperación y cosas aun peores, solo los que están dispuesto a llegar a ese límite se convertirán en campeones, el resto solo se queda relegado al margen y verá el partido desde el banquillo.

Siempre pensé que esa metáfora se escuchaba bastante bien y se aplicaba a levantar más peso que nadie en el gimnasio, eso siempre motiva a todo el mundo para dar el extra, pero nunca pensé que calzara tan perfectamente en esta situación. Esta revelación me cayó del cielo, hizo eco en mi cabeza y agradeciendo al universo, pensé en lo maravilloso que el es. Sin dudas, el universo es como aquella linda chica que le encanta bailar contigo.

Mientras me regocijaba en mi revelación, el suegro abrió la puerta violentamente, ahí estaba su rechoncha figura, bajo unos pantalones cortos se dejaban ver una piernas delgadas y arqueadas, como si hubiera montado a caballo toda una vida, acompañando su armónica figura, solo me centre en su cara roja y sus brazos peludos, una imagen no muy halagadora. Al acercarse a la reja, pude notar lo roja de su mirada, a la vez que las aletas de su nariz se movían producto de agitadas respiraciones. El tipo no dijo nada, pero su determinación de machacarme la cara era evidente, con fuerza y de un golpe abrió la puerta y sin mirarme a los ojos y bien molesto me ordeno pasar. Una vez dentro, hizo el gesto de mirar su reloj y cruzando los brazos me dijo con total desprecio, mientras cerraba tras de mí la reja, dejándome atrapado:

-Te doy 3 minutos para hablar, si no te vas en ese tiempo llamo a Carabineros-.


El tipo me tenia encerrado y con la tecla 9 de su teléfono lista para marcar.


- Don Mario (se lo dije solo por educación), como usted ve, tuve la urgencia de venir hasta acá y pedir hablar con usted por dos simples motivos:


1.- Quiero que me pida perdón. Después de lo que me hizo ayer, es lo mínimo que una persona con educación puede hacer.

2.- Le comunico ahora mismo, que me llevo a su hija a vivir conmigo, en este papel esta mi dirección-.


Las venas del cuello de mi suegro se hincharon y rogué por que explotaran, su cara se puso roja como la de un mico, al tiempo que los pelos de sus brazos se crisparon dándole el aspecto de un puercoespín. Yo lo observaba atentamente, quizás pensó que le daría un discurso de moral, o simplemente me arrojaría a sus pies pidiendo clemencia, pero estaba decidido a llevarme mi disculpas y por lo menos un OK a mi segunda declaración. Creo que esto dejo fuera de sí al pobre viejo, porque se demoro en responder:

-¿Tú que te crees?, wueón patudo, ¿venir a mi casa y querer que te pida perdón?, ¿Qué te vas a llevar a mi hija?. No sé si eres la persona más tonta del mundo o realmente eres un wueón masoquista que busca que le mate-.

Su primera respuesta me dejo bien en claro que el tipo es un hijo de putas, pero yo insistí:

-Mire estimado-, le dije, - No tiene porque ponerse roto conmigo, aunque usted no lo crea, yo lo entiendo muy bien y es por eso que ahora estoy aquí-,

Eso lo desconcertó, porque pareció prestarme atención, así que seguí:

-Yo cuando conocí a su hija, sentí una pena enorme por su vida y también su enfermedad, pero con el tiempo eso dejo de importar y pude conocer a la otra persona que esta ahí, detrás, esa niña tierna que solo busca cariño y eso, su ternura, más, su luminosa personalidad, hicieron que sin remedio me enamorara de ella. Estoy seguro que si usted busca en su interior ese periodo por el cual se sintió profundamente enamorado, será capaz de darse cuenta todo lo que ahora siento. A veces el amor nubla el juicio y estoy seguro que cualquier persona en sus cabales no vendría hasta aquí, con usted, después del escándalo que armo a noche solo para informarle que ha encontrado el amor de su vida y que nada, ni nadie será capaz de evitarlo. Le apuesto que alguna vez en su vida sintió lo mismo que estoy sintiendo yo?-.

El tipo solo agito las manos y con un gesto despectivo, respondió:

-Esas son hueás de minas y maricones, no te compro todo eso, conozco a los cabros como tú, te apuesto que de aquí a unos días se te pasa el empacho y vas a estar ensartado con otra-.

Esa respuesta me la esperaba, el tipo es un cerdo sin sensibilidad, además justificar ese hecho agrava la falta, de modo que tuve que recurrir a otra estrategia.

-Usted ya es un viejo y sería la tarea de un santo hacerlo cambiar y de eso tengo bien poco, lo único que tengo es una sola idea, que es hacer feliz a su hija y usted ni nadie me lo va a impedir. Sé que la idea no le gusta, pero va a tener aceptarla, solo tiene dos opciones, tendrá que aceptar que ella es una mujer que quiere echar raíces conmigo y con el tiempo, tal vez nos podamos llevar bien o amargarse hasta la médula y seguir viviendo una vida miserable, masticando y rumiando día y noche el hecho que su hija y su esposa lo odian. Usted solo esta cosechando lo que siembra y me parece poco inteligente que esa cosecha la pierda para siempre por solo ser un idiota-.
Esas palabras me salieron del alma conchesumare, hasta unos gallitos se me salieron de la emoción, fueron palabras reales, cargadas de compromiso y esperaba que hayan calado en el negro corazón del viejo, pero no fue así. El tipo se rió burlonamente y dando una vuelta me dijo:

-He visto mapuche curaos porfiados y tu. ¿Andas drogado?, ¿muchos esteroides te cagaron la cabeza?, ¿eres tontito o te haces?, ¿te tuvieron verde?, es que no entiendes que me importas una raja, no te quiero y menos, para mi hija, ella es una profesional y tiene que estar con alguien que la pueda mantener y ¿voh wueón?, ¡mira el cacharro que manejas¡, tienes las manos llenas de cayos igual que los viejos del campo, que bien le vas a hacer a mi hija, patán¡¡. Te prometo que si sigues insistiendo, contrato a Colombiano y por 50 lucas le hago un encargo-.


Sus palabras no me afectaron, ya había descubierto su personalidad y me había cansado de dejarme amedrentar. Sin dejarlo de mirar a los ojos le respondí con toda mi rabia acumulada:

-Mire, usted haga lo que tenga que hacer, yo no le tengo miedo, si ayer no hice nada fue por respeto a las mujeres, pero ahora mismo, me daría el gusto de machacarle el cráneo y no me costaría nada hacerlo, pero afortunadamente, no soy igual a usted, no necesito aparentar lo que soy para que la gente me respete, además, como persona usted me da pena, porque esta S O L O, en su vida no hay nadie que lo aprecie y las pocas personas que si lo hacían, hoy lo consideran una bestia. Tal vez tenga riquezas, una linda casa, pero ¿Qué más?, ¿Quién sería usted si le quitaran todo lo que tiene?.... eso que queda, es NADA, solo un pequeño viejo ridículo, al que todo el mundo odia, ese es usted ¿y ese pequeño viejo cree que me va a detener?, ni por asomo-.

El vejete se pico, miro para todos lados buscando algo para agredirme, pero afortunadamente no había nada, la manguera esta enrollada lejos de nosotros, cosa que agradecí al destino, ¡¡ jamás nadie me había tirado agua así¡¡, ni siquiera mi mamá cuando me pegaba, ella simplemente me lanzaba las chalas y menos mal el viejo no usaba Zico.

-Oiga “S U E G R O”-, se lo dije con sorna, muy- moduladamente- , no saca nada con volverse loco y al igual que los cabros chicos, quitar la pelota porque esta perdiendo, venga aquí y hágase hombre, usted que se cree tan macho, ¿por qué se queda callado, si no es tan gallito?, ya pues, conversemos no se haga la guagua-.


Y así seguí por un rato, no me daba pena, lo estaba disfrutando, el viejito se daba vueltas por el patio y se tiraba los pelos de la rabia. Yo en su lugar habría pedido que me fuera o simplemente, entro a la casa por un arma, pero el ridículamente, daba vueltas gritando chuchadas y arengas en mi contra, que de tan solo recordar lo chistosa que sonaban, me matan, pero de la risa. Luego me aburrí y al ver que le había ganado en su juego hice algo impensado. Me acerque hacia el y con un cuidado casi infantil lo senté en el suelo, el cayó pesadamente y yo hice lo mismo, me senté a su lado.

-Escuche suegro-, le dije tiernamente, -Se que partimos con el pie izquierdo y aunque nos caemos pésimo y nos odiemos a muerte, vamos a tener que acostumbrarnos a vernos. Yo le comunico, desde ahora, que no voy a salir de su vida y usted de la mía, aunque a ambos nos duela, la cosa así va a ser. Yo no quiero hacerme su amigo y no espero lo mismo de usted, pero quiero que sepa, yo siempre voy a estar ahí con su hija y con su familia, aunque no le guste, me va a tener que aguantar, le apuesto, que voy a ser el único que le irá a dejar flores al cementerio, mientras el resto, irá de noche y le echará la meá en la lápida. Estoy seguro, que yo no soy lo que quiere para su hija, pero usted a hecho el ejercicio de preguntarle a ella:

¿QUÉ ES LO QUE QUIERE?.

¿Cuénteme lo ha hecho?-.


En ese punto, el vejete comenzó a tiritar, pues estaba corriendo viento frio creo. Supongo que algo dentro de el se quebró y su detestable personalidad se evaporo y como un niño pequeño, mientras arrancaba hebras de pasto, me hablo sobre su hija. Fascinado por este efecto, aproveche la oportunidad para estimularlo con varias preguntas a la que el obedientemente respondía:


-¿Puede usted recordar cómo fue la primera vez que vio y tuvo a su hija en los brazos?, ¿Cómo fue?, ¿Qué sintió?.

-¿Recuerda suegro la vez que ella aprendió a caminar?

-¿Qué sintió para su primer cumpleaños?

-¿Recuerda como se sentía cuando ella obtuvo su título?

-¿Puede recordar, cuándo fue la última vez que ella lo abraso?

Las bayas de la memoria hicieron su efecto y lentamente, le fui soltando una parrilla de variadas preguntas, evitando hábilmente las más dolorosas y obvias por supuesto. Lo que me sorprendió fue la docilidad con la que el suegro contestaba cada pregunta y por primera vez, vi brillar la luz de sus ojos, estos parecían juveniles, cargados de emoción, al mismo tiempo, su rostro dibujaba expresiones de felicidad que sin duda, habían quedado relegadas al pasado. Mientras el me contestaba, podía ver por la ventana de la cocina sapiando a la suegra, se veía atenta, me llamo la atención que con un paño de cocina en su mano derecha se secaba algo de la cara, supongo que fueron lagrimas o algún resto de comida.

-Ella, desde pequeña, siempre quiso ser una princesa y vivir una vida feliz, pero ahora no se si lo esta logrando-.

Esa fue la última respuesta que el suegro, melancólicamente me confesó. Esta afirmación fue lo que me basto para darle el golpe de gracia:

-¿Ahora cuando usted la ve suegro, ¿nota como ha cambiado?, ¿la ve más feliz?, como cuando quería ser princesa o la¿ nota triste como antes?, como esa nube gris que ¿ella tanto describe?-.

Por unos segundos, el vejete me sostuvo la mirada y apoyando la cara sobre sus manos, como a un niño que han regañado, muy despacito me hablo:

-Cuando la Clo era chiquitita, siempre pasaba riendo por cualquier cosa, ahora ya grande y luego del diagnostico la vida de mi chiquitita se oscureció, dejamos de hablarnos tan seguido y se fue encerrando cada vez más en sí misma. Yo la veía casi como una extraña y en mi obligación de papá solo la quería cuidar. No salíamos con ella y creo, me volví sobreprotector y maniaco por querer controlarla, pero tú sabes, porque la quiero y es mi conchito, tal vez cuando tengas hijos recién me vas a entender. Luego un día, llego hablando con su mamá de un hombre que conoció y desde ahí ella, volvió a ser la niña chica de antes y te confieso, me dio ENVIDIA que ella volviera a ser feliz, pero no conmigo, si no con un desconocido, que apenas conoce y ya la tiene trastornada. Solo mírate, eres divertido, joven, apuesto, musculoso, interesante y enamoraste a mi hija. Yo cuando te vi supe que de inmediato que solo la querías para el sexo, pero después de ver todo lo que has hecho y tener el coraje de llegar otra vez aquí, tal vez yo este equivocado, cualquiera no hace eso, menos una persona como tú que podría tener a cualquier mujer, incluso, aunque suene cruel una mujer sana. Tu sabes que la Clo en unos años no va a poder valerse por sí misma y dependerá de otras personas y una persona como tú, es ¿probable que la lastime?, pero creo, que de verdad la quieres y estas dispuesto a estar con ella hasta el final. Dime chiquillo, ¿de verdad amas a la Claudia?-.
A esa pregunta solo había una respuesta, y era:

-Sí, con toda el alma-.

Esa confirmación pareció bastarle a este señor para que a duras penas se pusiera de pie, pensé que me iba a tender la mano para ayudarme a parar, pero no lo hizo, el tipo es bastante orgulloso, solo se quedo mirando hacia el cielo, esperando que yo hiciera lo mismo. Ya de pies, no pude evitar que mi sonrisa se extendiera por toda la cara y sin ocultar mi buen humor le pregunte:


-Oiga suegro, ya pasaron más de tres minutos, ¿Qué no iba a llamar a los carabineros?-.

-No te pases-.


Esa fue la única respuesta que obtuve, pero me basto para quedarme tranquilo, una enorme sensación de libertad me invadió por completo y no pude contenerme por darle un abraso a ese viejo. Lo hice con ganas, pude escuchar los huesos de su columna tronar, al tiempo que lo levantaba del suelo y con un fuerte zamarreo le dije al oído:

-Ve suegro que no es pichicata-.

El solo se rió y unas espesas lagrimas comenzaron a rodas como perlas de sus ojos. -¿No le hice daño verdad?, le pregunte y el con el dedo índice de la mano lo movió negativamente, mientras su mano izquierda secaba torpemente sus ojos. Ya no me quedaba nada más que hacer ahí, así que como Pedro por su casa, entre por la puerta y tras de ella me esperaba la suegra, quien toda emocionada me traía envueltos unos sándwich para el largo viaje a Talca.


Luego de dar vueltas algo perdido, pude encontrar la dirección de la casa, quien no se quedaba chica a las descripciones. Se trataba de un fabuloso palacete en los suburbios, me encanto la sobriedad del lugar. Estaciones al frente y sin contenerme, corrí hacia la puerta de la reja, toque el timbre y sin siquiera esperarlo sale corriendo, como un perro hacia el cartero mi bella nena, tenía su rostro congestionado por el llanto, pero a pesar de eso se veía muy bien, con prisa abrió la reja y esta entreabierta basto para que su delgado cuerpo pasara por un costado y de manera salvaje se lanzara a mi cuello, tapizando mi cara con millones de besos.

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Ahora ando con poco tiempo para seguir con lo que paso después, les prometo que mañana sin falta seguiré con el desenlace. Desde ya agradezco mucho sus consejos y les quiero decir que sin su ayuda, esta historia nunca se hubiera podido escribir.

Los ama más que la chucha...

Mystery :santa:

Qué más puedo decirle pueh maestro, si usté ya lo escribió todo...
Nada más que desearle la mayor de las felicidades y que tenga por último la bondad de contarnos cómo se siente la pequeña ahora que cuenta con usted como su protector...

Además de que me cobre la invitación a las cervezas.
 
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