Hablo desde la experiencia personal, pero todo depende de cómo se enfoque la vida profesional.
Si alguien quiere salir de la universidad, jurar y estar a los 6 meses con un yate viajando por el mundo acompañado de supermodelos, es mejor que deje de soñar. Como toda carrera requiere esfuerzo y bastante sacrificio, y por supuesto empezar desde abajo. Lo primero es ir ganando experiencia, así que cuando llegue el amigo del primo del hermano del vecino con un problema con una deuda de 50.000 con el kiosco de la esquina, hay que tomarle el caso igual, porque es increíble como la gente empieza a pasarse el dato si uno tiene un cierto grado de vocación de servicio.
Experiencia y conocimiento son las mejores armas y si bien yo nunca lo hice, tuve varios colegas que pasaron un par de años trabajando como funcionarios en Tribunales de Familia, Garantía, etc., y realmente aprendieron bastante del teje maneje de los juzgados, al punto que ya pueden adivinar si tal o cual demanda o gestión tendrá o no éxito. Así que la experiencia les sirvió como pega estable y como fuente de conocimientos y de contactos. También es recomendable hacer cuanto diplomado aparezca, o mejor aún un magíster, sirven harto para abultar el currículum.
Lo que es realmente complicado es hacerse un nombre propio como independiente, en esa área diría yo que se centra la mayoría de los fracasos y no puede ser de otro modo si a pocos meses de jurar aparecen estudios sin que nadie sepa quién es o qué experiencia tiene, además no ayudan los nombres estrafalarios que uno encuentra por ahí: IUS LEX JURISCONSULTUM ESTUDIO JURÍDICO y Cia.
Lo que sirve bastante es trabajar así sea un par de años para otro abogado, especialmente si se trata de un profesional con amplio reconocimiento y trayectoria, porque uno aprende bastante y como estamos en Chile, si la gente te conoce como "el abogado que trabaja con el asesor legal de Tony Stark o Bruce Wayne" igual uno de rebote adquiere un pequeño barniz de renombre. Lo malo es que muchas veces son unos déspotas tacaños y negreros, pero con una visión a largo plazo eso se hace tolerable.
Así que con harto esfuerzo la cosa es como una bola de nieve, uno parte con una abuelita a la que el vecino le quito diez centímetros del jardín y a los meses uno ya tiene varios casos, y quizás alguno de ellos implique representar a una empresa ante los Juzgados del Trabajo, o a un pastel que condujo en estado de ebriedad ante los Juzgados de Garantía, y en esos casos uno realmente gana plata.
