posiblemente nunca pase por un gran problema cultural que tienen los políticos y la misma gente sobre concepto de vivienda y barrio, y es mas no existe valor arquitectónico en nada ni en los barrios ABC1 que también se caen en eso. Un economista hablo que para llegar a concretar megaproyectos de erradicación de poblaciones deterioradas y poblaciones marginales y construir barrios digno con viviendas funcionales y modernas, se tendría que invertir entre el Estado como primer promotor de esta faraónico proyectos de reestructuración urbana nacional una cifra estimada en 300.000.000.000.- dólares. Y la inversión social solo para reconvertir y reestructurar a toda la ciudad de Valparaíso y erradicar total mente su marginalidad habitacional histórica y nueva, seria de decenas de miles de millones de dólares, es decir tendría que demolerse entera la ciudad y hacerse de nuevo todo. Por Valparaíso es una ciudad de las mas complicada para reconstruirla, erradicar, ordenar, proyectar, y darla otra cara física de urbe. Mientras tanto ni siquiera tiene plan regulador comunal al igual que en el norte todo se contruye sin ningún orden de una forma totalmente rustica y desordenada. Y todo eso es un piedra en el zapato que entrampa el desarrollo del país es el gran talon de Aquiles de Chile que no ha sabido ni con todos estos gobiernos crear una política de plan de viviendas sociales, o de clase media correspondiente a la mirada de los países desarrollado, porque todos se han preocupado en estas décadas al populismo y la politiquería rasca sin propuestas serias, en cuanto a políticas de desarrollo urbano, arquitectura de barrios etc. no hay nada de eso hasta que Valparaíso se queme entero quizás.
Aersss. Mira, en simple: a nadie que compre la vivienda hecha le interesa el valor arquitectónico, sino las potencialidades.
Solo les importa cuando la persona busca algo que se supone que ese valor otorga otros.
Solo les interesa el estatus que la fachada les otorgue, y que el barrio los identifique con el grupo social al que creen pertenecer.
Todos los demás compran cosas hechas, de lo que exista disponible a cuotas eternas, y varios de esos autoconstruyen sus favelas.
Los que se mandan a hacer la casa obtienen lo que quieren, sin importar que sean cosas amorfas.
Lo de arquitectura es para dotar de características al inmueble que lo haga idóneo para lo que va a servir.
Si es un inmueble para vender, debe ser genérico, para gente genérica, con características genéricas.
Quien decide las características es el gestor del proyecto (no los arquitectos, a menos que sean ellos los gestores).
Los gestores inmobiliarios invierten para obtener una ganancia. Hay privados (típicas torres de hacinados) e institucionales (proyectos sociales). Muchas veces son los mismos que reciclan partes de proyecto privado a social, porque la gente quiere lo que mejor le sirva al precio que pueda.
Y así es que se forman los barrios, porque la normativa es letra muerta a menos que alguien alegue.
Para qué van a hacer un plan regulador que nadie va a obedecer, mucho menos entrar a invertir en remodelar barrios demoliendo basuras anteriores.
Pero solo sería posible demoler en caso extremo, como que se caiga todo o que cubra todo por aluviones o volcanes.
Pero aunque existan esas condiciones, igual volverá la naturaleza mierda de toma:
- Valparaíso es una toma que se generó alrededor de las actividades del puerto exportador de salitre. Para el terremoto de 1906 se cayó todo, luego se incendió y creo que tuvieron tsunami. Se postularon hartos cambios radicales al plan de Valpo y barrios de cerro, tales como abrir la avenida Argentina y hacer varios molos por ejemplo, todo lo que quedó en nada porque se reconstruyó igual, en venganza.
- Ese pueblo del sur que quedó tapado en cenizas y por aluviones, una universidad les diseñó un plan maestro para reubicar la ciudad. Quedó en nada y la gente levantó donde mismo.
- Dichato, lo mismo. Reconstruyeron en zona de sacrificio y les da lo mismo.
- Hay gente que reconstruye en cauces de río, y quebradas.
Son así.
No hay plan maestro, ni regulador, que aguante. Da igual que quieran invertir plata.
La gran mayoría de los chilenos, y nuevos habitantes de Chile, construyen tomándose terrenos y levantando autoconstrucciones como se les antoja, y es un despelote total. El único control es ejercido por los gestores inmobiliarios que reparten colmenas de hacinados endeudantes, y la poca fiscalización en solo determinadas municipalidades. El resto es la tierra del desorden.
Sin una serie de reglas claras, sobornos a los habitantes (beneficios condicionados) y fiscalización no se soluciona el problema que planteas.