Lo lamento mucho, Botafogo; porque yo quería que tú fueras el campeón. Pero es imposible perder una liga, aún proponiéndoselo, tras tener 13 puntos de ventaja. Y que te remonten un 3-0 en tu cancha para perder 4-3 (ante el ya casi campeón Palmeiras); y luego que te remonten un 3-1, también en tu cancha, para también perder 4-3 (ante Gremio, hattrick de Luis Suárez). Luego vienen esos partidos ante Bragantino y Santos, donde les empataron en el descuento. Y por último ese partido ante un ya descendido Coritiba, cuando en el minuto 95 se supone que era el gol agónico del triunfo; pero Coritiba partió sacando del medio tras el gol en contra y les empató el partido. En esos partidos perdieron 12 puntos en la recta final de manera increíble.
Nada que hacer. Ni el Borussia Dortmund ni el Arsenal arrugaron de esa manera este año.