Si una mujer, feminista y todo, consciente de las injusticias del patriarcado, de la explotación y cosificación de las mujeres y niñas, decide hacer una concesión en su vida y escuchar la música que sea, aunque tenga contenido machista, no es porque sea ciega o tonta, como sugiere el mansplaining creyendo que hay algo de lo que las feministas no se han enterado y tiene que venir un hombre a explicarles. Cada una tendrá sus motivos. Pero si un hombre que se hace llamar a sí mismo feminista no es capaz de ver en él la persistencia de las costumbres propias de una vida de privilegios otorgados por el patriarcado, probablemente sea una mujer quien tendrá que demostrarle por qué está equivocado (si es que está dispuesto a escuchar).
Jajaja se humillan solas estas weonas.