Ayer en la mañana fui hasta la dirección que aparece en el certificado de anotaciones vigentes. Al principio me sentía un poco nervioso, no estoy acostumbrado a este tipo de cosas y nunca sabes que podría salir mal.
Imaginando una serie de posibilidades decidí no avisar a Carabineros, ellos tienen cosas más importantes que hacer, e imagino que coinciden en la idea que esto de debe arreglar a la antigua, a lo ca´allero.
Llegue a la villa y tras consultar me estacione a unos metros de la casa. Mi corazón latía con fuerza y una oleada de adrenalina tomo el control y sin darme cuenta, ya estaba fuera de la casa, tocando el timbre, mientras con la mirada buscaba señales de vida y rastros del mentado vehiculo.
Pasaron varios minutos y nadie respondió mis llamados salvo la vecina de al lado. Amablemente le consulte si el Sr. Luis vivía en esta casa y ella dijo que sí, además aporto con sabrosos datos sobre sus hábitos, horarios y personas que frecuentan la casa, por lo que ella sospecha y en tono de conspiración afirmo que posiblemente el vecino vende droga. No me impresione, la mala clase es vinculante y aprovechando ese vinculo de confianza acepte pasar al interior de su casa y por varios minutos, fui hilvanando, tejiendo lentamente la personalidad de mi víctima.
3 tazas de café después me despedí de la vecina y un tanto resignado decidí alejarme y esperar hasta la tarde, a las 19:00 llega a casa y ansioso esperaba el momento para encararlo, como Tío Emilio nos enseño a hacer. Pasadas las 19:00 observo u pequeño auto rojo estacionarse frente a la casa y de el desciende una figura masculina, supuse se trataba del dueño del vehículo, cómplice de mi victimario. La sangre me hirvió de rabia, sin meditarlo baje de mi auto y a pasos largos le di alcance, me pare de frente y esto fue lo que paso:
Hola –dije en un tono un tanto seco -, quiero hablar con usted. El tipo me miro sorprendido, podía notar sus pupilas dilatarse tras el grueso cristal de sus lentes, su respiración sufrió una leve agitación y cerrando la puerta del vehiculo tras de sí, y en un tono sumamente sumiso, casi suspirando me pregunta ¿Qué quiere?. En ese segundo evaluaba en que parte de su cara sería más dañino un golpe de mi puño. Evalué sádicamente que castigo emplear cuando escucho la voz de una niña reclamar la atención de mi víctima. Esa voz provenía del interior del vehículo, supuse era su hija y maldije su tierna intromisión.
Luche contra mi moral, y simulando una sonrisa relaje los músculos de mi cara al tiempo que invitaba con la mirada al cerdo acosador para que se hiciera cargo de la niña. Esta pequeña tal vez intuyendo lo que se avecinaba, le pidió a su papá ingresarla a casa. Lo deje hacer y al regresar, sin ningún obstáculo, fingiendo un tono amigable decidí reconfigurar mi plan, me mostraría amigable, extraería de el toda la información necesaria para encontrar al perpetrador, pero primero lo debía castigar.
El tipo me pregunto si venía a ver el auto que estaba en venta, seriamente le conteste que no y con mi espalda bloqueando la puerta de la reja le conté detalladamente lo que había ocurrido esa fatídica tarde y que lo había identificado a el manejado el auto junto con Don Waka. Como era de suponer, el sujeto negó fieramente estar involucrado en este asalto, pero su lenguaje corporal lo delataba, tanto su mirada perdida en el suelo, como sus manos nerviosas recorriendo su cabeza y cuello. Esos detalles bastaron para darme cuenta que estaba frente al piloto del vehículo y que gran parte de mi cruzada esta lista, pero necesitaba conocer la identidad de Don Waka para encararlo y castigarlo. Mientras el tipo seguía negando exhibí frente a el todas las pruebas que traía conmigo. De a poco note como su máscara de indiferente tranquilidad colapsaba y dejaba al descubierto un rostro trágico, que al juzgar por la mirada vaticinaba su pronto destino.
Varios minutos más tarde, el tipo confesó haber manejado el auto y que hizo esta broma alentado por su amigo. Fue durante esa ventana de confianza que tranquilamente le pedi los datos del amigo y dócilmente, mi nuevo amigo fue respondiendo todas mis preguntas. Un tanto aliviado, este señor me pidió disculpas, nunca pensó en las consecuencias de sus actos y prometió ayudarme en lo que fuera, pero inconscientemente ya lo había hecho y era hora de cobrar venganza.
Afortunadamente alrededor nuestro se formo una pequeña muchedumbre y había de todo, bertitas que miraban preocupadas mientras escribían por el wasap, niños chicos rondando en bicicletas y unos cuantos Lalos que me miraban con odio, como esperando que pasara algo malo. La verdad tenía unas ganas enormes de moler su cara a golpes, pero recordé que contaba con nuevos datos, además ya contaba con una denuncia, por lo que trenzarme a golpes opacaría mis opciones de ganar ante un juez, por lo que decidí darle una probada de su propia medicina, decidí humillarlo y aprovechando el perfecto escenario que tenían montados los vecinos, deje mi orgullo de lado y a viva voz les conté con lujo de detalles lo que su vecino me había hecho, recalcando el hecho que tiene una hija pequeña y que lo vigilaran, ya que conviven con un violador en potencia.
Este tipo no sabía dónde meterse, el peso de las miradas acusadoras engrosaban el ambiente y cuando vives en comunidad los prejuicios duelen. Mientras me regocijaba en mi crapulencia pensaba en todo lo ocurrido y me alegre del resultado. Ya tenía respuestas y esta persona había sido expuesta, es cosa de tiempo para que la justicia haga lo suyo y en base su confesión le pueda dar el castigo que merece.
De acuerdo a los datos entregados hoy en la tarde llega casa mi agresor, ayer fui a chequear que la información fuera correcta y al parecer lo es. Estoy planeando mi cruel venganza y esta vez habrá violencia.
El drama no era que le gustara, pues a mi me gustan mayores. Nos invitaba a tomar wiskacho en la oficina y me coqueteaba... Pero en una noche se les pasaron las copas y se me tiro como una gata salvaje, me dejo una herida en el labio inferior y rajuñado en los brazos. Obviamente me retire y agradeci a la vida el no haber intimado con la loca.. 
primera vez que leo un papiro tuyo,wn. 
maracos culiaos.
no comadrita, la colonoscopia se hizo en esta:
