Estaba comenzando el mes de octubre de 1965. Los niños DiazSepúlveda, hijos de Roman y Juana, jugaban alegremente, muy abrigados, entre los restos de la nieve que había caído en el frío invierno. Jugaban con la felicidad que da la libertad de tener su propio terreno y su casa de madera nativa, en esa hermosa zona, reconocida hoy a nivel mundial, ubicada al sur de lago Ohiggins. Rodeado de bosques de ñirres, lengas, cipreses y mañios.
Una brisa helada recorría la arboleda, con el perfume propio de esa región, libre de ruido, sin ninguna traza de contaminación. Los primeros visionarios y colonos de esta región, habían llegado en 1921 junto adon Vicente Ovando Vargas.
El paisaje que los rodea, seria la envidia de Pacheco Altamirano. Al oeste, los cristales eternos de Campo de hielo; al sur, sobresalen las alturas del Monte Fitz Roy; al norte, el Lago Ohiggins y al este de Laguna del Desierto, a menos de 5 kilómetros, la frontera con Argentina.
A la familia Diaz Sepúlveda, les encanta el silencio y mirar la luna reflejada en la laguna, las noches en que no llueve. Se asemeja, a un inmenso y natural espejo, en que se peinan los milenarios bosques desolados que los rodean, solo interrumpido por el mugido de las reses, el balido de las ovejas y el rugido lejano de algún puma vigilante y hambriento.
Su abuelo, don Ismael había llegado en 1937, viajando desde Santa Cruz, Argentina, donde quiso legalizar sus terrenos y desde allí lo mandaron a Punta Arenas, porque según le dijeron, esa región era chilena.
El lugar chileno más cercano es Villa Ohiggins. Se necesita recorrer 20 kilómetros a caballo y luego navegar otros 52 kilómetros por el lago, para llegar ahí. Absolutamente aislado del resto del país, para enraizarse en un lugar que seria de ellos.
Sin embargo, su felicidad y libertad, se habían alterado recientemente, por constantes vuelos de cuadrimotores y por visitas, de gendarmesargentinos que los conminaban a presentarse a Río Gallegos en Argentina, para legalizar su propiedad allá. Estas incursiones según antiguos colonos, eran frecuentes desde 1949 con el gobierno de Juan Domingo Perón.
Los Sepúlveda Cardenas, también familiares directos, después de su visita a Santa Cruz tenían la certeza, que sus tierras estaban en Chile, confirmado por los carabineros del reten Lago Ohiggins, quienes les habían hablado, que esos terrenos habían sido demarcados por el laudo arbitral de su majestad británica de 1902, dejando en Chile todo el territorio al oeste, desde el hito 62 al monte Fitz Roy.
Domingo, uno de los hermanos, viajó al mencionado reten, inaugurado en 1961, para notificar estos apremios.
En el reten, lo recibió el mayor Miguel Torres, junto al teniente Hernán Merino Correa
Y el sargento Manriquez, quienes le confirmaron nuevamente, que sus tierras estaban en Chile y el hecho fue comunicado al gobierno de Eduardo Frei Montalva. Estos envían a mediados de octubre, una patrulla de 12 carabineros a la zona y acampan en el terreno de los Sepúlveda.
El día del 6 de noviembre de 1965, los niños notaron, que en los alrededores, había movimientos de personas no conocidas y avisaron a los 5 carabineros que aún permanecían en el lugar, después del acuerdo del día 4, del canciller Gabriel Valdés con los argentinos de retirar el personal armado, de la zona en conflicto, antes de terminar el día 6 de noviembre, el mismo día en cuestión.
Los carabineros salieron de su campamento, en laguna del Desierto, internándose en la espesura del bosque. El mayor Miguel Torres, a viva voz solicito a los gendarmes argentinos, que en número de 90 a 100, estaban escondidos, se acercaran para conversar y no producir un enfrentamiento. Desgraciadamente, un gendarme disparó arteramente
Contra el teniente Hernán Merino, que protegía con su arma al mayor, dejándolo herido de muerte como ocurrió posteriormente, y comenzando un tiroteo, del cual resultó también herido el mayor Torres. Otro carabinero, se encontraba en la casa de los Sepúlveda horneando pan, demostrándose con esto, que en ningún momento el ánimo de los chilenos era el enfrentamiento.
Después de este cobarde tiroteo, que si lo hubo por parte de los gendarmes argentinos, programado muy detalladamente por los expansionistas argentinos, que contemplaba periodistas entre su comitiva, fotografiaron en forma exclusiva, el desgraciado hecho; y se publicaron en Argentina,
Noticias que narraban, que los carabineros chilenos, habían sido sorprendidos corriendo los hitos. Que falta de vergüenza, típica de los argentinos.
Desde esta fecha del 6 de noviembre de 1965, aunque digan que fue desde 1967, los argentinos se tomaron este lugar, incluso construyeron infraestructura turística y asentaron puestos de gendarmería. Por supuesto que todos lo colonos chilenos, incluidos los3 hermanos Domingo, Hector y Juana Sepúlveda Cardenas, tuvieron que dejar con gran dolor y pena sus 7800 hectareas de tierras por la cual, se sacrificaron desde 1937.Estaba comenzando el mes de octubre de 1965. Los niños DiazSepúlveda, hijos de Roman y Juana, jugaban alegremente, muy abrigados, entre los restos de la nieve que había caído en el frío invierno. Jugaban con la felicidad que da la libertad de tener su propio terreno y su casa de madera nativa, en esa hermosa zona, reconocida hoy a nivel mundial, ubicada al sur de lago Ohiggins. Rodeado de bosques de ñirres, lengas, cipreses y mañios.
Una brisa helada recorría la arboleda, con el perfume propio de esa región, libre de ruido, sin ninguna traza de contaminación. Los primeros visionarios y colonos de esta región, habían llegado en 1921 junto adon Vicente Ovando Vargas.
El paisaje que los rodea, seria la envidia de Pacheco Altamirano. Al oeste, los cristales eternos de Campo de hielo; al sur, sobresalen las alturas del Monte Fitz Roy; al norte, el Lago Ohiggins y al este de Laguna del Desierto, a menos de 5 kilómetros, la frontera con Argentina.
A la familia Diaz Sepúlveda, les encanta el silencio y mirar la luna reflejada en la laguna, las noches en que no llueve. Se asemeja, a un inmenso y natural espejo, en que se peinan los milenarios bosques desolados que los rodean, solo interrumpido por el mugido de las reses, el balido de las ovejas y el rugido lejano de algún puma vigilante y hambriento.
Su abuelo, don Ismael había llegado en 1937, viajando desde Santa Cruz, Argentina, donde quiso legalizar sus terrenos y desde allí lo mandaron a Punta Arenas, porque según le dijeron, esa región era chilena.
El lugar chileno más cercano es Villa Ohiggins. Se necesita recorrer 20 kilómetros a caballo y luego navegar otros 52 kilómetros por el lago, para llegar ahí. Absolutamente aislado del resto del país, para enraizarse en un lugar que seria de ellos.
Sin embargo, su felicidad y libertad, se habían alterado recientemente, por constantes vuelos de cuadrimotores y por visitas, de gendarmesargentinos que los conminaban a presentarse a Río Gallegos en Argentina, para legalizar su propiedad allá. Estas incursiones según antiguos colonos, eran frecuentes desde 1949 con el gobierno de Juan Domingo Perón.
Los Sepúlveda Cardenas, también familiares directos, después de su visita a Santa Cruz tenían la certeza, que sus tierras estaban en Chile, confirmado por los carabineros del reten Lago Ohiggins, quienes les habían hablado, que esos terrenos habían sido demarcados por el laudo arbitral de su majestad británica de 1902, dejando en Chile todo el territorio al oeste, desde el hito 62 al monte Fitz Roy.
Domingo, uno de los hermanos, viajó al mencionado reten, inaugurado en 1961, para notificar estos apremios.
En el reten, lo recibió el mayor Miguel Torres, junto al teniente Hernán Merino Correa
Y el sargento Manriquez, quienes le confirmaron nuevamente, que sus tierras estaban en Chile y el hecho fue comunicado al gobierno de Eduardo Frei Montalva. Estos envían a mediados de octubre, una patrulla de 12 carabineros a la zona y acampan en el terreno de los Sepúlveda.
El día del 6 de noviembre de 1965, los niños notaron, que en los alrededores, había movimientos de personas no conocidas y avisaron a los 5 carabineros que aún permanecían en el lugar, después del acuerdo del día 4, del canciller Gabriel Valdés con los argentinos de retirar el personal armado, de la zona en conflicto, antes de terminar el día 6 de noviembre, el mismo día en cuestión.
Los carabineros salieron de su campamento, en laguna del Desierto, internándose en la espesura del bosque. El mayor Miguel Torres, a viva voz solicito a los gendarmes argentinos, que en número de 90 a 100, estaban escondidos, se acercaran para conversar y no producir un enfrentamiento. Desgraciadamente, un gendarme disparó arteramente
Contra el teniente Hernán Merino, que protegía con su arma al mayor, dejándolo herido de muerte como ocurrió posteriormente, y comenzando un tiroteo, del cual resultó también herido el mayor Torres. Otro carabinero, se encontraba en la casa de los Sepúlveda horneando pan, demostrándose con esto, que en ningún momento el ánimo de los chilenos era el enfrentamiento.
Después de este cobarde tiroteo, que si lo hubo por parte de los gendarmes argentinos, programado muy detalladamente por los expansionistas argentinos, que contemplaba periodistas entre su comitiva, fotografiaron en forma exclusiva, el desgraciado hecho; y se publicaron en Argentina,
Noticias que narraban, que los carabineros chilenos, habían sido sorprendidos corriendo los hitos. Que falta de vergüenza, típica de los argentinos.
Desde esta fecha del 6 de noviembre de 1965, aunque digan que fue desde 1967, los argentinos se tomaron este lugar, incluso construyeron infraestructura turística y asentaron puestos de gendarmería. Por supuesto que todos lo colonos chilenos, incluidos los3 hermanos Domingo, Hector y Juana Sepúlveda Cardenas, tuvieron que dejar con gran dolor y pena sus 7800 hectareas de tierras por la cual, se sacrificaron desde 1937.
Y así la cagas de gobierno que tenemos regalan territorio como nada...y así es como cualquier chileno debería defender su tierra ..y por esto y mucho mas el paco murió defendiendo lo que el creí justo ...que descanse en paz un mártir mas