Acá existen muchos matices y distintas miradas que se pueden aplicar, pero ninguna de ellas puede negar los hechos que ya han enfriádose, mismos que delatan una cadena de incompetencia, arrogancia, aseguración de la imagen política por sobre las vidas humanas.
Hubo un cadena de desafortunados eventos, que se cumplieron a rajatabla, para lograr el chasco inmundo que se gestó. Primero tuvimos a una ONEMI de cartón en un país sísmico y proclive a desventuras climáticas, además de mostrarse poco adecuada en comunicación para manejar eventos de esas características, con material de emergencias no operativo por batería (¿Aló teléfonos satelitales?), con un aparato burocrático que no estaba a la altura, pero si colgados del erario cobrando mes a mes su respiración por hacer nada. Segundo hasta el servicio de sismología de USA les dio la alerta, pero hicieron caso omiso a la alerta.
Cuando tomo a medias el mando con la Jupi, en esa caricaturesca oficina, ¿Le costaba tanto el decir arranquen al cerro, como medida precautoria? (Si se le avisó a la ONEMI que la isla Juan Fernandez había sido arrasada), sin embargo dicen que no comprendieron los datos y más mierda, quizás fríamente calculándolo no querían quedar mal con la audiencia.
Ella llegó a esa oficina como máxima autoridad del estado de Chile, por lo tanto si es el máximo escalafón del aparato, ¿iba a estar bajo el mando del jefe encargado de la ONEMI en ese entonces?¿la iban a mandar a limpiar el wáter a la bolsa de mierda esta?, es obvio que tenía que tomar el mando, en una oficina en donde todos corrían en círculos, ¿o querían que llegara el Chapulín a poner orden, la bola de imbéciles?.
Después de toda esta cadena de mierdosos eventos, llegó la hora de instaurar el orden en ciudades y caletas arrasadas, donde no existía la ley, donde todo valía. Empezaron a acaecer los saqueos en todas partes, en toda la propiedad pública y privada, parece que necesitan pasas para la memoria hijos de la marrana puta: ¡¿Saben cuanto demoró en convocar a los militares a la calle?!, si lo hizo, pero cuando el asunto ya no daba para más, haciendo todo esto a regañadientes, por tratar de proteger su imagen internacional, en desmedro de la masa de culiados estúpidos que votaron por ella en ese paraje.
¿Cómo se te ocurre que va a terminar un glorioso gobierno de la grandísima doña Michelle con los militares en la calle?.
No estuvo a la altura ni la oficina esa, ni la presidenta de ese entonces que es la misma que hoy rezuma arrogancia. No hemos escuchado de su boca ningún mísero mea culpa, ni siquiera ilusamente un perdón, nada de nada. Ni de ella, ni de los que están abajo de ella, con una arrogancia feroz. Han monetizado la vida de los Chilenos, con multas para eximirte de un culposo homicidio, pasando de las familias, donde las multas son tan irrisorias, porque no las pagarán ellos.
¿Usted es huevón o cree que la Jupi pagará los millones desde su bolsillito?
Ni perdón ni olvido pero solo cuando murió un comunista.
Coman mierda raposos.