El modelo nos vuelve caníbales. Un carabinero aplicando la ley al pie de la letra, aun cuando eso conlleva el posible deceso de otro ser humano. Frente a él, la precarización laboral sitúa a un chófer "pirata", oficio que enfrenta bastantes inconvenientes debido a la persecución que los taxistas ejercen sobre los miembros de UBER y CABIFY.
Y sale el disparo. De un ser humano a otro. La escena no gráfica un desafío al poder pese a que en ella participa una figura de poder, más bien evidencia la alienación y la deshumanización que se vive en el cotidiano y de manera transversal en toda esfera social.
Es muy certero el tag de "gatillo loco". Eso es, gatillo fácil o lo atropellaban. Tu vida o la de otro. Depredadores del hombre. Y no porque ambos anhelen asesinar, sino porque la estructura sitúa a los dos individuos en ese contexto, ambos vulnerables, ambos víctimas y victimarios.
Y así hay gente que defiende un modelo dehumanizante, arriesgar la vida por tu propiedad privada mientras amenazas la vida de un "paco".
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