Hola,
Muchos ya me conocen, y para quienes no, soy Fernando Arturo Subercaseaux
y estoy en candidatura para ser delegado de generación durante este,
nuestro primer año universitario.
Primero que nada (y realmente importante), ¿Qué función cumple un
delegado? Tal cargo, tan repititivamente mencionado día a día, es aquel
que será decisivo en cuanto a la toma de decisiones vinculantes para toda
nuestra generación. De carácter democrático, independiente y
representativo, éste debe buscar el consenso entre la divergencia de
opiniones entre nosotros y poder formularlas de manera uniforme de manera
que resulte positivo para todos, en la medida de lo posible. En vista de
ello, el delegado cumple un rol mediador entre la generación y la mesa
directiva del CAAD, a la cual también éste debe fiscalizar en cuanto a
gastos, actos u omisiones del mismo.
Un delegado debe, a mi juicio, cumplir cuatro aspectos fundamentales:
sociabilidad, confiabilidad, dedicación y eficiencia. Siendo un cargo
directamente representativo, el delegado debe ser una persona sociable,
para como compañero y como representante interactuar fluidamente con
cualquiera de nosotros velando por un bienestar común, independiente de
sus posturas políticas, opiniones personales, estrato socioeconómico, etc.
De igual modo, debe ser una persona que resulte confiable en cuanto a dar
certeza de que su actuar será conforme al alumnado, inspirando la
confianza que sólo se obtiene de la cercanía. También debe ser dedicado
como delegado, cumplir con todos nuestros requerimientos como cuerpo
estudiantil y, de igual modo, tener un rol activo y dispuesto para con el
CAAD. Y finalmente, debe ser alguien eficiente, que como delegado sea
funcional en todo sentido, y del mejor modo posible, como lo que es un
corredor de alto rendimiento para el atletismo o un CRÁ histórico para el
fútbol.
Muchos me conocen por imitar profesores, por siempre estar muy alegre y
motivado para todo, por carretearla como corresponde, por estudiar juntos
para algún ramo, por ser amigos de antes o por la amistad que hemos
formado. Pero muy pocos me conocen en ámbitos más allá de la U o de
carretes, cuando estoy manos a la obra en asuntos serios. El servicio
público, sin duda, es lo que realmente me motivó a estudiar Derecho. Ya
sea en cargos representativos, como vicepresidente del Centro de Alumnos
de mi último colegio (Cambridge College), como voluntario en fundaciones
de ayuda social (como Fundación por un Hombre Nuevo, Coaniquem, Hogar de
Cristo, Teletón) o en organizaciones defendiendo alguna causa con la cual
me identifique (Greenpeace, AnimaNaturalis, Amnesty International).
Hoy, y como algunos ya lo sabrán, soy yo quien está buscando ser un factor
de cambio para la sociedad, involucrandome fuertemente en la defensa de
los animales al punto de haber creado mi propio proyecto sobre el tema:
Proyecto Salvaguardia. Desde octubre hasta la fecha, he trabajado
intensamente para prohibir a nivel nacional los circos con animales,
manteniendo contacto expedito con concejales, alcaldes, diputados,
senadores e integrantes del Gobierno (del partido político que sea o no).
Ahora, y a petición de algunos parlamentarios, me encuentro redactando el
proyecto de ley que, de ser aprobado, prohibirá el uso de animales en
espectáculos circenses. Como punto completamente aparte, aprovecho de
hacer un llamado para motivarse por lo que nos mueve, lo que nos importa,
ya sea en lo académico, en lo social o lo político. Si alguien se
desmotivare por el motivo que sea, sólo pregúntense: si yo estoy logrando
gestar un cambio para la sociedad, ¿Por qué tú no?
No te diré que votes por mí, sino que votes por tí mismo/a. Vota por quien
te de confianza de que siempre estará contigo en las buenas y en las
malas. Vota por quien sepas que se la jugará con todas por todos y cada
uno de nosotros. Vota por quien te represente, no sólo como representante,
sino como amigo propio y/o compañero de clases, pues será un año en que,
como "pollitos" que somos, necesitamos más que nada poder contar con otros
para apoyarnos. Por mi parte, lo mío es un compromiso real, contigo
siempre!
Un abrazo,
Fernando Arturo Subercaseaux.