Respecto al tema, y al igual que muchos, mi abuelita paterna.
Cuando chico me iba las vacaciones a dormir con mis abuelitos paternos. TODOS los años, y me gustaba ir. Mi tata era enojón, pero siempre me enseñaba algo.
El año 2000 murió una tía política que quería harto porque fue la única que me abrazó cuando le tiré un dardo en el ojo a mi hermana, el resto de la familia me retaba.
Ese mismo año, un par de meses después se murió mi tata. Recuerdo que fue un sábado en la madrugada o un viernes en la noche... pero la tarde anterior me quise quedar viendo TV en mi casa y no quise ir a verlo. Tampoco es que estuviera tan jodido como para que lo viera venir, era una visita típica y común... fue uno de los peores errores. Hasta hoy me arrepiento.
Después, el año 2006 a mi abuelita materna le encontraron cáncer y si bien no se desgastó de un golpe, ya veíamos venir su muerte. Me dolió, porque era mi abuelita, pero como digo ya lo veíamos venir.
Fue horas antes de salir del liceo, porque me fue a buscar un tío al liceo. Ya me estaba yendo con mis compañeros a tomar la micro y cuando mi tío me avisó, de los nervios, me puse a reír.
Hasta el día de hoy mis amigos me molestan por eso, que cuando les avisé que no los iba a acompañar me iba riendo.
Ese mismo año, unos meses después, se muere mi abuelita paterna. Fue justo el día que me entregaron una prueba de lógica donde fui el único 7 del curso, hasta con felicitaciones. Me duró poco la felicidad. Me fue a buscar mi tata materno al liceo y me contó.
Hice la misma estupidez que con mi tata paterno, el día anterior mi abuelita fue a ponerse oxígeno al hospital porque se estaba ahogando mucho. Y la fuimos a ver, pero como no era nada de otro mundo yo me quería ir luego. Aparte que nunca me han gustado los hospitales. De haber sabido que el día después ya no le iba a hablar más no me hubiese separado de ella.
Era mi abuelita querida, la que siempre me hacía dulces para el tecito, que me daba comida en la noche, que me cantaba tonteras, que jugaba Nintendo conmigo.
Y le detectaron tarde, muy tarde, metástasis en los 2 pulmones por culpa de todos los años que mi tata fumaba delante de ella.
En el velorio no podía dejar de llorar y no quise verla. Me daba pena no volver a estar con ella, pero lo que más me dolía fue que hice lo mismo que con mi tata: preferí hacer cualquier otra tontera en vez de estar un rato más con ella.
Hasta hoy me duele.
Eso. Llegué a llorar por culpa de escribir esto