Una breve reflexión (en buena).
No sé si ustedes se acuerdan cipadrites que por allá en 2004 se hablaba bastante de "cómo cambiarían las cosas si hubiera aunque sea un escaño para un militante comunista en el Congreso Nacional". Esa frase tiene valor, puesto que el país estaba en un letargo cuático; el modelo consolidado, +- recuperándose de la crisis de 1997, el país tenía plata para comprar F-16 nuevos e incluso, el Presidente Lagos estaba jugando con las AFP y con la Constitución. Ese "como cambiarían las cosas" es para mi la primera voz progresiva (pq antes era la de Gladys Marín) que denunciaba el malestar social. Recordemos también -y no es malo asumirlo- que el carácter gris es muy tranquilo hasta que te cabreas. En 2005 la simpática campaña de Hirsch y su micro permitió una votación piola para lo que era ese sector para entonces. En 2008 la izquierda "de afuera" ganó 7 alcaldías y creo que 70 concejales, permitiendo que en 2009 obtuvieran los primeros escaños en el Congreso: Carmona, Gutiérrez y Tellier.
Uno puede hacer una línea progresiva de estos tipos. Me pueden decir qué hacía la derecha? Probablemente jodiendo a la gente en Petorca con el tema de las paltas o mintiéndole al país con HidroAysén y la "carretera eléctrica".
A mi me da pena lo que se está convirtiendo mi país, pero tiene un culpable y ese es la derecha. Ahí no me equivoco.
Matthei dijo algo similar a esto (y por eso el lector puede confirmar que estoy en lo correcto, jaja) al mencionar que la clase política/dirigente tiene la capacidad de modificar incluso fallos judiciales, pero, la gente, esa misma que la derecha ha despreciado (ver Udi popular por ejemplo) ahora los desprecia con justa razón.
¿Qué pasó con el hijo de Carlos Larraín por atropellar a una persona en Curanipe? Entonces, la gente puede ser desconocedora, pero ignorante no es (puede preguntar la diferencia si quiere). Si la derecha (y a eso me refiero a la Concertación también) querían mantener a los comunistas a raya como lo hacen en Japón o Rusia, simplemente tenían que gobernar en serio. A Chile le ha pasado algo no muy distinto a la caída de los imperios: crecer en la nada, hedonismo, rebelión...
Al fin están pagando, pero al costo de destruir el país.
Y para finalizar, cito a Francisco Encina que demuestra lo despreciable que son las élites económicas se encuentra en toda época, en todo país y a todo tiempo:
Libro 33 de la Historia de Chile, pp. 15-16. Contexto de la Guerra del Pacífico, a días de la última batalla por Lima.
"Vosotros que vais a morid, dejad escritos los nombres de los que os abandonan en las postreras tribulaciones; ellos son los que orgullosos antes, os salpicaban de lodo con las ruedas y caballos de sus lujosos carruajes, y hoy se marchan en vergonzosa retirada; quieren vivir para gozar de nuestros despojos. ¡Malditos sean ellos!". Diario "El Nacional de Lima".