Siempre he dicho que la izquierda conoce lo "social" que la derecha desconoce o hace oídos sordos. Sin embargo estos últimos son los que saben manejarse en el tema económico y financiero, porque toda política pública o programa social debe tener si o si financiamiento o los recursos adecuados para poder ser ejecutados. Los progres piensan que los recursos son infinitos, y que los billetes pueden ser impresos sin control alguno, porque en sus mentes atrofiadas aún la moneda está respaldada en recursos del país, o bien, es especulación
de los patroncitos y gran empresariado.
Hay muchos programas sociales que benefician a una pequeña minoría del país que por mero capricho o mano política tiene cierto nivel de favoritismo y los recursos que les asignan son asquerosos, mientras que otras minorías que realmente necesitan ayuda son ignoradas porque no causan ruido o son ignorados simplemente por sus problemas o forma de expresarse. Si, hablo del lobby gay y de los niños/ personas con deficiencias mentales. A los maracos les dan de todo mientras que a los niños con autismo con cuea los mean, lo mismo aplica con los narcoterroristas que piden y piden recursos al Estado que tanto detestan y que este se los asigna sin mayores problemas. Asimismo los progres desconocen que la universalidad de ciertas políticas públicas hace que el gasto fiscal se vaya a la conchesumadre, y cuando ya no alcanza la plata o recursos para financiarlas recurren a subir los impuestos y luego a las expropiaciones. La universalidad en un país sudaca como el nuestro es una mera utopía, porque al final siempre otros terminarán pagando los beneficios o "cosas gratis" del resto, o bien, se termina pagando deuda con más deuda como ocurre en la Argentina de los Fernández.
Muchos proyectos y programas sociales son sumamente inviables pero aún así son ejecutados, con cantidades brutales de recursos que benefician a unos pocos. Quizás tenga una mirada muy "económica" sobre esta wea, pero es verdad. El gasto social debe ir de la mano con el beneficio, y no al revés, porque se gasta mucho en una pequeña población beneficiaria, y ejemplo de esto último es el FONDART, una wea que solo beneficia a unos pocos pero su costo es elevado, cagándose en el camino a otros programas sociales que son de real utilidad para ciertos sectores de la población.
Progres culiaos acéfalos que solo les gusta pedir y pedir pero no entienden como funcionan realmente las cosas.