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¿Estamos bajo ataque en Chile?

estamos bajo ataque por el capital yankee que implemento el sistema economico y social en la que estamos metidos, los yankees han sido los responsables culpables en la desgracia social en la que vive chile llamese chicago boys
 
Solo vengo a decir que el peor error diplomático que hizo Piñera fue ser de los primeros en apoyar a Guaidó y secundar la estrategia de los gringos con respecto a Venezuela. Estaba cantado que Maduro nos tenía entre ceja y ceja y que se la iba a devolver en cualquier momento.

Esto es sin llorar pueh!, si decidió tomar partido se deben asumir las consecuencias. Rompió neutralidad ante las potencias globales, y pasamos a ser objetivos adicionales para los bulavas :clapclap:. Brillante estrategia Piñera qlo.
 
lo que pasa en bolivia tambien es casual? el fraude descarado de evo al mismo tiempo de los ataques terroristas en chile?

en bolivia anoche acaban de llegar antonovs venezolanos. 1 millon de personas salio a marchar en toda bolivia contra evo morales y su dictadura de 10 anios que pretende perpetuarse en el poder contra su propia constitucion.

aca hay una ofensiva desesperada del eje comunista en contra de distintos paises, al mismo tiempo que se perpetuan en el poder con simulacros de democracia fallida.
 
Solo vengo a decir que el peor error diplomático que hizo Piñera fue ser de los primeros en apoyar a Guaidó y secundar la estrategia de los gringos con respecto a Venezuela. Estaba cantado que Maduro nos tenía entre ceja y ceja y que se la iba a devolver en cualquier momento.

Esto es sin llorar pueh!, si decidió tomar partido se deben asumir las consecuencias. Rompió neutralidad ante las potencias globales, y pasamos a ser objetivos adicionales para los bulavas :clapclap:. Brillante estrategia Piñera qlo.

por fin un comunista dice la verdad.
 
Habria que preguntarle a los pacos por que dejaban saquear los walmart.


Van como 9 días de protestas y todavia no te avispai escombro culiao.
Los dueños y administradores de algunos locales permitieron a la gente q saqueara a cambio de no incendiar los locales. Eso les fue comunicado a los pacos y milicos para que permitieran un saqueo ordenado (a ese nivel de aweonamiento llegamos).
Eso es fácil de explicar para alguien medianamente inteligente, es mucho mas conveniente perder mercaderia y liego reponerla, que reconstruir un local completo. Pero eso es mucho pedirle a weones que estan convencidos que de todo esto tendremos un pais la raja
 
Van como 9 días de protestas y todavia no te avispai escombro culiao.
Los dueños y administradores de algunos locales permitieron a la gente q saqueara a cambio de no incendiar los locales. Eso les fue comunicado a los pacos y milicos para que permitieran un saqueo ordenado (a ese nivel de aweonamiento llegamos).
Eso es fácil de explicar para alguien medianamente inteligente, es mucho mas conveniente perder mercaderia y liego reponerla, que reconstruir un local completo.

No hay evidencia de eso. Solo hay evidencia de pacos y milicos dejando saquear, :hands:
 
A Ricardo Lagos Escobar: estamos en guerra

Me impresionan la ceguera y la porfía de quienes en Chile, habiendo protagonizado, tolerado o facilitado las vandálicas acciones, insisten en culpar al gobierno chileno



Por Antonio Sánchez García
El Oct 27, 2019

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SANTIAGO (CHILE), 26/10/2019.- Un manifestante muestra un cartel contra el presidente Sebastián Piñera durante una protesta frente al Palacio de La Moneda, en Santiago (Chile). EFE/Fernando Bizerra Jr

La primera víctima de las guerras, decían los griegos de la edad clásica, es la verdad. Que en el colmo de su poder de engaño y manipulación es capaz de negarse a sí misma, travestida de mensajera de la justicia y la paz. Como ha quedado demostrado en Chile, en donde luego de que el castro comunismo incentivado desde las dictaduras de Cuba y Venezuela, con el auxilio de los propios chilenos, desenterraran el hacha de guerra y provocaran el peor y más grave motín insurreccional vivido por los chilenos desde los tiempos de Salvador Allende.

El cornudo es el último en enterarse, afirma la sabiduría popular. ¿Es posible que un político chileno reconocido internacionalmente como un estadista —me refiero al ex presidente socialista Ricardo Lagos Escobar— eleve de categoría el devastador asalto de la barbarie de la izquierda socialista chilena, saldado con vagones e instalaciones del moderno Metro santiaguino e incluso edificios públicos destrozados, incendiados y vandalizados, categorizándolo como un clásico movimiento de protesta del Primer Mundo? ¿Producto del progreso, y no de la regresión política alimentados contradictoriamente por todos los partidos de la Concertación, incluidos todos los dirigentes de los partidos marxistas y su compañera Michelle Bachelet? ¿Tan bien están los chilenos después de su obra y la de democristianos y centroizquierdistas, que ahora sus militancias protestan por tener más lujos de que disfrutar? ¿Por ejemplo, los frutos del desarrollo provocado en Europa, Los Estados Unidos y el lejano Oriente por políticas económicas claramente capitalistas y liberales?

¡Qué manera la suya, de distorsionar la verdad y hacerse mensajero de la mentira, Señor presidente! La raíz de esa hecatombe no está en la economía, que la de Chile es la más próspera y desarrollada de nuestra región. Es la política. Que tales actos fueron ordenados en La Habana y organizados y coordinados con la dictadura venezolana, que puso y financió sus matones disfrazados de migrantes, perfectamente articulados en sendas reuniones del Foro de Sao Paulo, celebrado en Caracas, y del Grupo de Puebla, celebrado en dicha ciudad mexicana, contando con la participación de su pupilo y protegido José Miguel Insulza y otros notables dirigente de su partido, del Partido Comunista, del MIR y otros sectores de la ultra izquierda, es público y notorio. Revise las fotos de Puebla y las declaraciones del Foro, publicadas por el periódico del Estado cubano, Granma. Se lo cito, como prueba de cargo: «La batalla por Venezuela es la batalla por el continente y por el mundo. El triunfo de las fuerzas revolucionarias en Venezuela representa el triunfo de todas las fuerzas de izquierda en el mundo entero y, en especial, en América Latina y el Caribe. Siendo la Revolución Bolivariana el blanco de ataque principal del imperialismo y sus lacayos, el movimiento revolucionario y progresista latinoamericano e incluso mundial, no pueden hacer menos que tener como principal prioridad en sus planes de lucha y estrategias, la defensa de la Revolución Bolivariana hasta sus últimas consecuencias». Ya las estamos viviendo en Chile y las principales ciudades del país. Pronto rebotarán en los países fronterizos.

Estamos en guerra, señor presidente, así usted y los suyos, ante la brutalidad y crudeza de los hechos, insistan o pretendan ocultar la cabeza en la arena. Detrás de los vándalos que quemaron vagones del metro, destrozaron sus instalaciones, saquearon tiendas y comercios a lo largo del país y prendieron fuego al edificio de la compañía eléctrica ENEL, en el centro de Santiago —con millones y millones de dólares en pérdida— estaba la orden de movilizar al socialismo mundial para impedir el desalojo del tirano colombo venezolano Nicolás Maduro, de cuyo auxilio, arrebatados de los bienes del pueblo venezolano, sobrevive una revolución tan traicionada y miserable como la del fenecido chavismo. Es el pataleo de dos revoluciones condenadas a muerte.

Me impresionan la ceguera y la porfía de quienes en Chile, habiendo protagonizado, tolerado o facilitado las vandálicas acciones, insisten en culpar al gobierno chileno. Es la matriz de opinión instrumentada desde La Habana y Caracas, a la que se suman personalidades de la izquierda filo castrista mundial, como el ex juez y abogado de cabecera de Cristina Kirchner, Baltazar Garzón. Me impresiona que en los albores de una guerra a muerte declarada por ambas dictaduras caribeñas —Cuba y Venezuela— para impedir el anhelado fin de sus existencias, cuyo desenlace desconocemos pero cuyos efectos serán devastadores, las más lúcidas conciencias de la izquierda, e incluso de la derecha institucional chilenas, se nieguen a comprender y asumir la verdad. Es una sórdida y aberrante victoria mediática. Demuestra el espíritu reaccionario y retardatario de sus protagonistas, pues como lo señalara el más grande de los pensadores marxistas, Antonio Gramsci, “la verdad, sólo la verdad es revolucionaria.”


Antonio Sánchez García


Historiador y Filósofo de la Universidad de Chile y la Universidad Libre de Berlín Occidental. Docente en Chile, Venezuela y Alemania. Investigador del Max Planck Institut en Starnberg, Alemania


https://es.panampost.com/antonio-sanchez/2019/10/27/a-ricardo-lagos-escobar-estamos-en-guerra/
 
A Ricardo Lagos Escobar: estamos en guerra

Me impresionan la ceguera y la porfía de quienes en Chile, habiendo protagonizado, tolerado o facilitado las vandálicas acciones, insisten en culpar al gobierno chileno



Por Antonio Sánchez García
El Oct 27, 2019

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SANTIAGO (CHILE), 26/10/2019.- Un manifestante muestra un cartel contra el presidente Sebastián Piñera durante una protesta frente al Palacio de La Moneda, en Santiago (Chile). EFE/Fernando Bizerra Jr

La primera víctima de las guerras, decían los griegos de la edad clásica, es la verdad. Que en el colmo de su poder de engaño y manipulación es capaz de negarse a sí misma, travestida de mensajera de la justicia y la paz. Como ha quedado demostrado en Chile, en donde luego de que el castro comunismo incentivado desde las dictaduras de Cuba y Venezuela, con el auxilio de los propios chilenos, desenterraran el hacha de guerra y provocaran el peor y más grave motín insurreccional vivido por los chilenos desde los tiempos de Salvador Allende.

El cornudo es el último en enterarse, afirma la sabiduría popular. ¿Es posible que un político chileno reconocido internacionalmente como un estadista —me refiero al ex presidente socialista Ricardo Lagos Escobar— eleve de categoría el devastador asalto de la barbarie de la izquierda socialista chilena, saldado con vagones e instalaciones del moderno Metro santiaguino e incluso edificios públicos destrozados, incendiados y vandalizados, categorizándolo como un clásico movimiento de protesta del Primer Mundo? ¿Producto del progreso, y no de la regresión política alimentados contradictoriamente por todos los partidos de la Concertación, incluidos todos los dirigentes de los partidos marxistas y su compañera Michelle Bachelet? ¿Tan bien están los chilenos después de su obra y la de democristianos y centroizquierdistas, que ahora sus militancias protestan por tener más lujos de que disfrutar? ¿Por ejemplo, los frutos del desarrollo provocado en Europa, Los Estados Unidos y el lejano Oriente por políticas económicas claramente capitalistas y liberales?

¡Qué manera la suya, de distorsionar la verdad y hacerse mensajero de la mentira, Señor presidente! La raíz de esa hecatombe no está en la economía, que la de Chile es la más próspera y desarrollada de nuestra región. Es la política. Que tales actos fueron ordenados en La Habana y organizados y coordinados con la dictadura venezolana, que puso y financió sus matones disfrazados de migrantes, perfectamente articulados en sendas reuniones del Foro de Sao Paulo, celebrado en Caracas, y del Grupo de Puebla, celebrado en dicha ciudad mexicana, contando con la participación de su pupilo y protegido José Miguel Insulza y otros notables dirigente de su partido, del Partido Comunista, del MIR y otros sectores de la ultra izquierda, es público y notorio. Revise las fotos de Puebla y las declaraciones del Foro, publicadas por el periódico del Estado cubano, Granma. Se lo cito, como prueba de cargo: «La batalla por Venezuela es la batalla por el continente y por el mundo. El triunfo de las fuerzas revolucionarias en Venezuela representa el triunfo de todas las fuerzas de izquierda en el mundo entero y, en especial, en América Latina y el Caribe. Siendo la Revolución Bolivariana el blanco de ataque principal del imperialismo y sus lacayos, el movimiento revolucionario y progresista latinoamericano e incluso mundial, no pueden hacer menos que tener como principal prioridad en sus planes de lucha y estrategias, la defensa de la Revolución Bolivariana hasta sus últimas consecuencias». Ya las estamos viviendo en Chile y las principales ciudades del país. Pronto rebotarán en los países fronterizos.

Estamos en guerra, señor presidente, así usted y los suyos, ante la brutalidad y crudeza de los hechos, insistan o pretendan ocultar la cabeza en la arena. Detrás de los vándalos que quemaron vagones del metro, destrozaron sus instalaciones, saquearon tiendas y comercios a lo largo del país y prendieron fuego al edificio de la compañía eléctrica ENEL, en el centro de Santiago —con millones y millones de dólares en pérdida— estaba la orden de movilizar al socialismo mundial para impedir el desalojo del tirano colombo venezolano Nicolás Maduro, de cuyo auxilio, arrebatados de los bienes del pueblo venezolano, sobrevive una revolución tan traicionada y miserable como la del fenecido chavismo. Es el pataleo de dos revoluciones condenadas a muerte.

Me impresionan la ceguera y la porfía de quienes en Chile, habiendo protagonizado, tolerado o facilitado las vandálicas acciones, insisten en culpar al gobierno chileno. Es la matriz de opinión instrumentada desde La Habana y Caracas, a la que se suman personalidades de la izquierda filo castrista mundial, como el ex juez y abogado de cabecera de Cristina Kirchner, Baltazar Garzón. Me impresiona que en los albores de una guerra a muerte declarada por ambas dictaduras caribeñas —Cuba y Venezuela— para impedir el anhelado fin de sus existencias, cuyo desenlace desconocemos pero cuyos efectos serán devastadores, las más lúcidas conciencias de la izquierda, e incluso de la derecha institucional chilenas, se nieguen a comprender y asumir la verdad. Es una sórdida y aberrante victoria mediática. Demuestra el espíritu reaccionario y retardatario de sus protagonistas, pues como lo señalara el más grande de los pensadores marxistas, Antonio Gramsci, “la verdad, sólo la verdad es revolucionaria.”


Antonio Sánchez García


Historiador y Filósofo de la Universidad de Chile y la Universidad Libre de Berlín Occidental. Docente en Chile, Venezuela y Alemania. Investigador del Max Planck Institut en Starnberg, Alemania


https://es.panampost.com/antonio-sanchez/2019/10/27/a-ricardo-lagos-escobar-estamos-en-guerra/

desde la página uno de este tema, dije esto y que estaba involucrado el Mir
 
Maduro está usando tecnología rusa que emite ondas cerebrales desde un satélite, esto manipularía personas estimulando su conciencia social.

personas con ci bajo 90 estarían naturalmente protegidas por ahora
 
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