Es verdad, aunque para mí eso nunca fue mucho tema, porque al cabo de un par de juegos ya le agarrai más o menos el ritmo. Pero la forma de moverse en la cancha varía, y eso requiere más que un par de juegos para dominarlo a cabalidad. En todo caso de adulto nunca jugué en cemento, esta fue mi experiencia cuando era un joven serruchito.