Respecto de lo primero, ciertamente hubo filósofos que buscaron la primera causa (Aristóteles por ejemplo), pero hubo otros (Nietzsche) que en casi toda su obra hablaron de la causa imaginaria, de lo que tú también indicas (que él lo llamaba "instinto de causalidad"), pero siempre optando por un mundo sin causas e irracional.
En cuanto a lo segundo, en el mundo moderno la fe en el progreso fue la fe en la ciencia, precisamente en su poder de manipular y enfrentar la contingencia (y Dios no es sino una creación humama contra la contingencia). Cuando la ciencia perdió "fe en si misma", o sea, cuando en lugar de decirnos lo que queríanos oír (que el mundo era estable, que tenía "algo en sí", algo "dado"), nos comenzó a mostrar todo lo contrario (orden como excepción, caos como generalidad), entonces se presenta otra crisis en el hombre.
Para varios sociólogos esa es una de las causas de lo que se llama posmodernidad, es decir, un pérdida de confianza completa que nos hace vivir un intenso presentismo.