Ninguna ciencia social es completamente objetiva, además aquellos indices intentan cuantificar de manera certera una parte de la realidad, en ningún caso se puede capturar de manera total la realidad. De hecho es bueno que existan indicadores así que se puedan comparar con otras medidas subjetivas que integren, desde otra perspectiva, los fenómenos sociales. Hace poco terminé de leer un libro muy bueno sobre felicidad, donde se intentaba encontrar causalidad de los niveles de satisfacción con la vida desde distintos indicadores subjetivos, con el fin de testear distintas perspectivas y el ejercicio resulto bastante bueno. Punto aparte es la calidad de esté indice, que a mi juicio es bastante transparente de la forma que se obtienen los datos, además tienen bastante teoría de fondo para la elaboración de los indicadores, lo cual le da viabilidad.
Ninguna ciencia social es completamente objetiva, sí, pero hay parámetros y procedimientos que seguir para que tus trabajos sí sean reconocidos como objetivos dentro de un marco de análisis social.
Si ni siquiera ahí se puede hacer eso, entonces tu trabajo es una mierda politizada e ideologizada. Corta.
Luego, no, no pueden ser serios estudios que
BUSCAN CUANTIFICAR LO QUE NO ES CUANTIFICABLE, PORQUE ES ALGO CUALITATIVO, Y MUY SUBJETIVO.
¿Soy yo una persona más feliz que un depresivo que se corta los brazos? Probablemente sí, a la luz de los hechos se puede constatar.
¿Se puede cuantificar mi nivel de felicidad y el nivel de infelicidad del depresivo suicida? No, no hay formas. Y cualquier intento de lograrlo, se hará bajo premisas completamente subjetivas y arbitrarias.
¿Qué criterios debo asumir como prioritarios para darle más puntuación a la felicidad de una persona sobre otra? ¿Vale más estar feliz por una familia constituida que, por ejemplo, tener una sustentable situación económica?
No hay modo objetivo de cuantificarlo.
Sí podemos cuantificar otras cosas, como los avances en educación y alfabetismo, cobertura sanitaria, cobertura en la salubridad, niveles de riqueza, ingreso per cápita, población con celulares, televisores, autos, o casa propia. Eso sí puede ser cuantificado. La felicidad, no, el nivel de libertad y de democracia, tampoco.
Y, desde ya, no solo es cuestionable la metodología usada por estos tipos, SINO QUE ADEMÁS ES COMPLETAMENTE FALSA. No se puede asumir que en Colombia haya más derechos políticos que en Venezuela cuando, todos los informes de instituciones prestigiosas en los DD.HH asumen y demuestran que en Colombia se violan de manera más flagrante los derechos humanos, sociales, económicos y políticos de sus ciudadanos que en Venezuela.
O sea, este informe la caga tanto en su metodología, como también en sus resultados.